Dude... dude looks like a lady (FugoNara)

24- Quiero sentir esa emoción iluminada.

Fugo no era la persona más cariñosa del mundo, muy por el contrario le costaba bastante el expresar afecto, lo cual era una cuestión notable en él, pero aún más notable era el hecho de que desde hace un tiempo este cambio.

El desenvolverse en los asuntos románticos no era su fuerte, motivo -entre otros- por los cuales nunca antes había tenido pareja, es por eso que cuando Narancia empezó a ser en extremo demostrativo comenzó a imitarlo, dándose cuenta de que en verdad le gustaba tratar, y por supuesto ser tratado, de forma cariñosa, manifestando todo el amor que ambos se sentían.

En cierta manera solía ser recíproco, pero Narancia siempre era el primero en demostrar afecto desde el comienzo, es por eso que ahora era el quien quería dar el siguiente paso.

Últimamente Fugo noto un cambio en como su propio cuerpo reaccionaba frente a actitudes de Narancia, comenzando por despertar con erecciones que eran por completo difíciles de controlar, siendo estás muy distintas al típico endurecimiento matutino por el que pasan regularmente los hombres.

Además, comenzó a percibir de otra manera la forma en la que Narancia se movía en torno a él y aunque en realidad nada haya cambiado había algo distinto en cada roce, en cada mirada, en como su sonrisa podía esconder algo más, algo que hacia querer poseerlo, tener todo de él, algo que estaba más allá de su raciocinio, un deseo que desde lo más profundo nació, uno que nunca antes había tenido ni mucho menos experimentado, pero que estaba dispuesto a descubrir.

El único problema que encontraba es que su propia timidez con respecto al asunto lo detenía, pues hubo ocasiones en las que Narancia demostró intensiones de avanzar, siendo estás frecuentemente en la noche cuando se acostaban a dormir y bajo las sabanas comenzaban a besarse; la intimidad de situación daba pie a seguir más allá y explorar el tan anhelado cuerpo del otro sin dejarlo en simples y sutiles roces de piel, pero era en ese momento en que Fugo caía en cuenta de que no se sentía preparado para dar ese paso, terminando por decir que tenía sueño y quería dormir, a lo que su pareja siempre comprensiva estaba de acuerdo.

Saco aquel libro que tomo prestado de la biblioteca el día que busco el libro sobre flores y comenzó a repasar todo lo que debía realizar para tener de modo correcto relaciones carnales, lo cual había descubierto que era mucho más complicado al ser un idilio homosexual, pues conllevaba otros riesgos de los cuales no tenía ni idea y aquel libro que era un tomo educación sexual se había encargado de enseñarle.

—Usa solo lubricantes a base de agua. No uses la saliva como lubricante, puede facilitar la ruptura del preservativo y puede transmitir enfermedades. Tampoco uses aceites, alimentos o cremas— leía en voz baja mientras tomaba nota.

Dando paso a lo que tenía en mente se dirigió a una farmacia, una que quedaba lo bastante lejana pues no quería que lo reconozcan e intentando ocultar el rubor se aprovisionó de todo lo necesario según lo leído, internamente se encontraba agradecido a quien sea que haya dejado aquel libro allí.

Algo en todo este suceso le hacía sentir que cada vez se afianzaban más y creyendo que su relación se encontraba en el mejor momento sentía que era la etapa perfecta como para tomar tal iniciativa, o tal vez lo estaba pensando demasiado.

Si hace un tiempo le hubiesen dicho que su primera relación sexual seria con otro hombre no lo creería, pero a esta altura con todo lo que provocaba Narancia eso no importaba en absoluto, solo esperaba que la experiencia sea de lo más placentera para ambos, en caso de que en verdad sucediera, pues podría ser que su pareja se niegue, aunque con los avances sucedidos en el pasado esto era una probabilidad baja, por no decir nula.

De regreso a la casa paso por algunos lugares buscando tal vez comprarle un obsequio a su novio, decepcionado cayo en cuenta de que no tenía idea que era lo que podía regalarle, por lo que emprendió una travesía a través de varios centros comerciales abarrotados de gente y locales.