—¿Qué haremos ahora?— Narancia soltó aquella pregunta sin esperar una respuesta especifica.
Habían dado el mayor paso, el de hablar. Algo tan simple pero al mismo tiempo tan importante.
Ya aclararon sus sentimientos, el porqué de sus actitudes, su accionar y la separación. Ahora, el reencuentro. Todo los llevaba a esta situación en específico que ahora estaban viviendo. Un largo recorrido que finalmente podría tener su desenlace.
Fugo se levantó de donde estaba y se acercó lo suficiente, hasta quedar frente a frente con el moreno y armándose de todo el valor que jamás tuvo pronuncio.
—Narancia, yo sé que no soy la mejor persona para formar una relación, todo lo que pasamos, las veces que te dañe, son cosas que, aunque me perdonaste, me van a seguir persiguiendo— dijo rememorando una vez más.
—Ya deja de pensar en esas cosas, es pasad...— pero antes de que termine la oración fue interrumpido.
—Solo escúchame antes que me vuelva la cobardía— dijo tomando sus manos —aunque a esta altura sería un poco imposible —pronuncio riéndose de sí mismo y de lo idiota que fue en el pasado; volvió a ponerse serio y continúo —Sé que es muy impertinente de mi parte, pero soy un maldito que no podría vivir pensando en que tengo una mínima posibilidad de que me correspondieras— hizo una pausa y suspiró tomando el valor de hacer la gran propuesta — ¿Me darías la oportunidad de demostrarte que en verdad quiero estar contigo?
—Me estás...
—Te estoy proponiendo si quieres ser mi pareja Nara— termino por decir nervioso al ver la expresión de asombro que puso el chico, en este momento tenía miedo de ser él el rechazado y aunque esta posibilidad era nula aún existía la probabilidad.
El silencio se implantó en el aire y Fugo lo sintió con tensión, mientras el pelinegro solo podía pensar lo bello que se veía el rubio iluminado por el atardecer.
—Creo que es la propuesta más extraña que escuché en la vida. Como no podría aceptar estar con la persona de la cual llevo tanto tiempo enamorado— contestó sonriendo Narancia luego de dejarlo esperar solo para hacerlo padecer un poco, mientras de emoción derramó unas cuantas lágrimas, que Pannacotta se encargó de secar casi al instante. No quería verlo llorar, ni aunque fuese un llanto de felicidad.
Ghirga lo tomó del rostro, mientras Fugo lo atrajo tomándolo de la cintura, pegando sus cuerpos lo máximo posible, hasta que por fin sus labios se rozaron suavemente para luego reposar por sobre los del otro. Si bien no era la primera vez que se besaban, se sentía como si así lo fuese, pues era la primera vez en la que sus sentimientos eran así de claros, siendo como resultado el beso más cálido y dulce que dieron alguna vez en la vida.
El sol, quien era su único testigo, comenzaba a bajar; llevándose con él todos esos malos recuerdos, dejándoles un futuro juntos, aunque incierto, era algo esperanzador.
Una vez que cortaron el beso, se miraron regalándose la sonrisa más genuina que alguna vez mostraron y se dieron un profundo abrazo en el que Fugo acuñó a Narancia en su pecho y le plantó un suave beso en la frente. Reflejaban toda la felicidad que sentían, la satisfacción de ser correspondido mutuamente era inigualable.
— Ven, vamos a la camioneta— dijo Pannacotta tomándolo de la mano, unos momentos después.
—No quiero irme aún— le contestó Nara haciendo berrinche.
—No nos iremos, pero está refrescando, solo ven y verás.
Y dejándose llevar, se levantaron y subieron a la parte de atrás del jeep, en la que Fugo había preparado algo especial.
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Dude... dude looks like a lady (FugoNara)
Fiksi PenggemarNarancia tenía un secreto, nunca había salido del "closet" y a su vez su closet tenía otro secreto. Fugo pensaba que era heterosexual, hasta que un cambio en su amigo hizo que su vida de un giro inesperado. -Advertencia: los protagonistas van a desa...