15- Juega y repite.

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El volver a casa por fin estaba sucediendo y acompañado ni más ni menos que de él.

El trayecto hacia el hogar fue calmo, en silencio, pero no uno incómodo; pues por extraño que suene un aura de tranquilidad los rodeaba, ambientados únicamente por la radio del automóvil.

Cada uno iba sumergido en sus propios pensamientos, Fugo maneja estando aun un poco molesto por la tardía del otro y Narancia de copiloto algo nervioso ante la incertidumbre de lo que pasaría a futuro.

A su vez en sus mentes rondaban una y mil preguntas sobre el otro, incógnitas que en algún momento serian resueltas, pero no ahora, ya que ninguno quería dar el brazo a torcer; por lo menos no tan pronto.

Llegaron mucho más rápido que lo esperado y eso a Narancia lo inquietaba, ya que no sabía como lo recibirían sus compañeros. Con Giorno pudo mensajearse vagamente como para saber si estaba todo bien, con Bruno estaba un poco más en contacto por asuntos laborales, pero más allá de eso estuvo desaparecido más de un mes.

Ni bien entro a la casa al primero que encontró fue a Abbacchio y Mista en la cocina, quienes lo saludaron con naturalidad, como si nunca se hubiese ido, Leone le revolvió sus cabellos y le pregunto como fue todo, a lo que Narancia respondió con algunas escuetas palabras que todo estaba bien.

Bruno al escuchar las voces se asomó a la cocina y no tardo en abrazar al chico algo conmocionado por no haberlo visto por tanto tiempo.

—Al fin volvemos a estar todos— dijo con entusiasmo, algo que a Narancia le tomo por sorpresa, ya que no esperaba que hayan notado su ausencia.

En ese instante Giorno bajaba por la escalera y actuó igual o más efusivo que Bruno al verlo, lo había extrañado por demás.

Luego de aquella ronda de abrazos y de preguntas relacionadas con como estuvo su estadía termino disculpándose para ir a su habitación a descansar y acomodar todo lo que había en su maleta, pero antes de retirarse se acercó a Giorno para susurrarle algo.

—Debemos ponernos al día, ven— dijo tirando de él, llevándolo a su cuarto.



—Narancia, oh por dios— fue lo único que logro articular Gio luego de que Narancia finalizara su relato, relato que se encargó de contar en detalle, quizás demasiados detalles.

—¿Y en la casa como anduvieron las cosas?— pregunto luego de un rato en silencio, aunque lo que quería preguntar era como vio a Fugo este último tiempo.

Giorno se acomodó mejor en la cama, pues se encontraban entre recostados y sentados en el cuarto de Narancia; lo miro con complicidad y comenzó a contarle todo lo que quería saber.

—Fugo estuvo insoportable— dijo con algo de molestia —le causo algunos problemas a todos con sus ataques de ira.

—¿Qué ocurrió?— pregunto, a lo que Giorno comenzó a relatarle como se había comportado este mes.

—¿Crees que estaba así por mí?— pregunto pasmado a ante lo acontecido —No me imagino a Bruno regañándolo.

—Y por quien más, aunque esta última semana estuvo más calmado, pero en general se comportó como un imbécil incluso en el trabajo, de hecho hasta lo vi saliendo de esta habitación varias veces.

—¿Qué hacia aquí dentro?— pregunto estupefacto y algo confundido, pues no notaba nada cambiado en su desorden.

—No tengo idea que hacia aquí, pero sé que Bucciarati hablo con él una vez que lo encontró, luego pregúntale— contesto, iban a seguir divagando sobre el rubio irascible, pero fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta.

Dude... dude looks like a lady (FugoNara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora