Capítulo 12

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12.Hazme le amor.

Emma...

El tiempo parecía ocurrir en cámara lenta, en espera de una respuesta, no estaba segura de lo que fuese a decir Katrina, pero por la cara de Liam estaba segura de que no era nada bueno.

—Pues resulta que tu novio —la actitud de Kat comenzaba a molestarme.

—Katrina ya basta— grito Liam, no estaba molesto más bien se notaba bastante preocupado.

—Estoy harta de este estúpido juego, Emma sabrá la verdad en este preciso momento — tal parece que el destino no quería abrirme que yo supiera de lo que hablaban, ya que mi fuimos nuevamente interrumpidos.

—Emma. No hemos terminado, necesitamos hablar —todos volteamos a ver a Max que llego corriendo hasta donde yo me encontraba, ignorando por completo la situación, tomó mi mano para jalarme, pero la mano de Liam impidió su cometido.

—Suéltala —su semblante ahora era de enojo —No vuelvas a tocarla— dijo con advertencia, dedicándole una mirada asesina a Max.

—¿Quién mierda te crees para darme ordenes? —obviamente Max no se dejaría intimidar.

—Soy su novio —la seguridad con que Liam lo dijo, sorprendió a todos los que estaban presentes.

—¿Enserio Emma, él? —Max regresó su atención a mí. Estaba un poco aturdida como para responder, solo asentí con un movimiento de cabeza —Vaya, sí que eres rápida —su manera de decirlo me molesto —Creí que eras diferente pero ya veo que eres igual de...

—Cuida tus palabras —amenazo Liam.

—Y si no me da la gana ¿qué? —todo paso tan rápido, que nadie tuvo tiempo de reaccionar.

Un furioso Liam tomó a Max del cuello, Max forcejeaba para soltarse, mientras Liam le daba un golpe en la cara, el cual fue de vuelto. Otro golpe por parte de mi novio fue copiado por parte de mi ex.

—Hagan algo —grite desesperada al ver que ni uno de los dos tenía intenciones de detener sus golpes.

—¿Qué podríamos a hacer nosotras? —dijo Katrina con una enorme sonrisa en sus labios, no lograba entender a qué se debía su actitud, en lugar de preocuparse, parecía disfrutar de la situación.

—¡Basta, Liam! —mis palabras parecían no causar efecto en él, ambos parecían gorilas furiosos, no dejaban de tirarse golpes —Liam detente, por favor— mis lagrimas comenzaron a salir —Max, ya basta —ambos me ignoraban.

Seguían en su modo cavernícolas.

Mi angustia creció al ver a sangre, no podía creer que llegaran a tal grado. Agradecí que aparecieran algunos chicos del equipo de fútbol, gracias a su oportuna ayuda, la pelea se detuvo.

—Te lo advierto —le grito Liam furioso —No vuelvas a acercarte a ella —pero Max parecía no intimidarse por la amenaza de Liam, al contrario, sabía que esas palabras lo alentaban para seguir tras de mí.

Conociéndolo no me dejaría en paz.

—Me importa un carajo lo que piense o digas —le gritaba Max. Los del equipo lograron alejarlo forcejeando con él, mientras yo estaba con mis manos en el pecho de Liam, tratando de que se tranquilizara.

—Liam, vámonos —le dije en medio de lágrimas, pero Katrina me detuvo.

—Espera amiga, aún no hemos terminado —esta vez la mirada llena de furia de Liam, hizo que Kat guardara silencio.

—No es un buen momento, hablaremos luego Kat —no espere respuesta, tome la mano de Liam para caminar hacia el auto, ya arriba logró tranquilizarse un poco o eso creo.

Mil pedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora