26.Quiero regresar
Liam...
El día que la conocí llamó más que mi atención, sus bellos ojos cafés cubiertos por unas enormes gafas que hacían lucir inocente y bella; cada una de las pecas que adornaban la belleza de su rostro la hacían lucir única. ¿Qué decir de sus labios? Sus carnosos y apetecibles labios, tan jodidamente perfectos.
Sonrió ante el recuerdo de aquel día, lo nerviosa que estaba por el pequeño accidente, todo en ella era perfecto a pesar de no saberlo ese día no la pude sacar de mi mente, sin siquiera esforzarse ocuparía cada uno de mis pensamientos.
Jamás espere volverla a ver y estaba infinitamente agradecido con Bobby por insistir en que fuera a su dichosa fiesta, quizás el destino estaba empeñado en que ella y yo nos encontráramos; pero ya saben en ocasiones uno suele hacer estupideces de las que tarde o temprano te arrepentirás.
El saber que era ella, hizo que me arrepintiera de inmediato al haber dicho que si a la propuesta de Katrina, pero fui un completo idiota y decidí seguir adelante.
Parece que fue ayer, recuerdo que ese mismo día casi asesino al idiota de su ex el muy imbécil trataba de propasarse con ella, una furia me cegó al ver como trataba de besarla; así que la ayudé a salir de esa situación. Irónico, ayudarla a librarse de un patán y sin saberlo estaba por caer con uno peor, su inocencia le impedía darse cuenta lo cruel que podían llegar a ser las personas.
Hubo momentos en que quería hacerme creer, que en realidad solo quería pasar la noche con ella, disfrutar el momento como la había hecho con otras chicas, pero a quien quería engañar... Emma se había metido en cada pensamiento, en cada parte de mi ser, sin duda ya estaba enamorado de ella, solo era un idiota que no quería aceptarlo.
El recuerdo de cada momento junto a ella me hacía sentir un completo imbécil, por haber arruinado todo. Extrañaba sus besos, sus hermosos ojos, su linda sonrisa, su delicioso aroma, cada una de sus pecas, extrañaba absolutamente todo de ella.
Me odiaba a mí mismo por joderlo todo.
La primera noche que estuvimos en mi departamento, si mi celular no hubiese interrumpido quizás esa noche ella se hubiese entregado por completo a mí. Una parte de mí agradecía por aquella llamada, inconscientemente no quería que ella se entregara a un idiota como yo. Se merecía algo mucho mejor. Sabía que la lastimaría al saber la verdad, quizás de la misma manera que lo hizo su ex, me odiaba por ser como él, por no merecerla.
Era demasiado cobarde para alejarme.
¿Qué si me arrepiento de algo?
Si. Si, me arrepiento de todo, debí ser claro conmigo mismo, darme cuenta que lo que hacía estaba mal, que no sólo estaba jugando con los sentimientos de Emma; si no con los míos. Debí darme cuenta que si seguía adelante la perdería, pero no me importó y no fue porque quisiera seguir lastimándola, en realidad fue por egoísta, no quería perderla.
El miedo de que me odiará fue más grande.
Recuerdo la manera en que Katrina comenzó a chantajearme con decir la verdad, no entendía como Emma podía considerar su amiga a una chica tan ruin como ella. Confieso que jamás había sentido tanto miedo, tenía miedo de perderla, tenía miedo que Katrina le dijera todo; no podía imaginarla odiándome y si, lo merecía sé que lo merecía, pero era bastante tarde para poder detenerme.
Ella se había entregado a mí, me había entregado su primera vez; estaba feliz por ello, no podía ser más feliz de que ella estuviese conmigo, de tenerla entre mis brazos. Quise grabarme cada detalle, cada parte de su cuerpo en mi memoria.
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Mil pedazos
Teen Fiction-Déjame explicarte- dijo con desesperación. -no hay nada que explicar, ya te dije toma el dinero tus servicios han sido pagados- prácticamente lance el dinero en su cara. -Emma las cosas no son así- se acercó pero yo me alejé. -Oh claro, no seas tan...