Capítulo 7

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7.Quiero seguir con vida

Emma...

—Te debo una cita —su mensaje llego de inmediato, una tonta sonrisa se dibujó en mi cara, no entendía por qué sonreía de esa manera, lo que debía hacer era ignorarlo. Me había plantado en nuestra primera cita y yo estaba a punto de caer nuevamente.

No respondí nada, necesitaba alejar cualquier pensamiento referente a él.

Baje a la cocina para preparar algo de comer, normalmente era ahí donde comíamos, por tonto que parezca no solíamos usar el comedor, la última vez que se uso fue en el cumpleaños de mamá y eso tenía bastante tiempo, estaba comiendo mi riquísima ensalada con pollito. Por poco escupo el jugo cuando la voz que menos espere escuchar llego a mis oídos.

—Hija —se acercó. De inmediato me levanté para alejarme.

¿Qué podría decir? Había pasado el tiempo suficiente desde la ultima vez que lo vi como para tener un tema del cual hablar. Así que decidí salir de ahí —Emma, tenemos que hablar —giré para verlo.

—Crees que puedes desaparecer durante semanas y después venir aquí para tratar de ser un buen padre. No me interesa nada de lo que tengas que decir —estaba molesta.

—Hija, por favor— no me importo su suplicante tono, decidí salir de ahí, limpie la lágrima de mi mejilla, subí a mi auto y comencé a conducir, en realidad no sabía a dónde iría, lo único en lo que pensé fue en huir de ahí.

No quería estar en el mismo lugar en el que estaba mi padre.

Por más que trate no pude pensar en otra cosa que no fuese él, a pesar de los años seguía como la última vez que lo vi, con unas cañas extras. Mi padre era algo así como la versión vieja de mi hermano, ellos se parecían mucho físicamente, en cuanto a mi solían decirme que me parecía mucho a mamá, cada vez que lo decían yo negaba. Mi madre era hermosa, todo de ella era perfecto, jamás podría parecerme a ella.

Me detuve frente a un centro comercial en cuanto mi celular vibro, lo tome para responder.

—Emma ¿dónde estás? —del otro lado se escuchaba la voz de Jess.

—Pasamos por tu casa y tu padre nos dijo que habías salido — esta vez era Sabrina la que hablaba, imaginé tenían el celular en altavoz.

—Justo ahora estoy en el centro comercial de la avenida norte, quise dar una vuelta.

—Bien. Vamos para allá, nos vemos en la cafetería de siempre —antes de poder decir cualquier otra cosa, terminaron la llamada.

No estaba de humor, talvez estar en compañía de mis amigas me ayudaría a mejorar mi estado y cualquier cosa era mejor que regresar a casa. Así que bajé del coche para caminar hacia la cafetería, una vez ahí pedí una deliciosa malteada de chocolate y me senté en una de las mesas para esperar al trío de locas.

Las puertas de la cafetería se abrieron dejándome ver a mis amigas caminar con toda seguridad, venían en compañía de dos chicos lo bastante apuestos como para hacer babear a cualquiera, pero mi atención se desvió al tercero que no podía ser otro que Coleman.

Justo lo que necesitaba.

—Aquí está nuestra chica favorita —dijo Katrina.

Nos acomodamos en uno de los cubículos, quedando yo pegada en la pared, frente a mi Sabrina, Coleman junto a Sabrina casi frente a mí, junto a mi Jessica y así nos fuimos acomodando. No estaba para nada cómoda, pero hice lo posible para no hacerlo notar.

—Él es Bolton —dijo Katrina señalando a uno de los chicos —Él es Jeff —señaló al otro —Y a este ya lo conoces —dijo refiriéndose a Coleman —Chicos, ella es nuestra querida amiga Emma —tome todas las ganas que tenía para dedicarles una sonrisa.

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