Mil pedazos

Capítulo 27

27. El primer amor

Liam...

Me estacione frente a mi edificio, mi enojo se había esfumado, reconozco que por mis celos había actuado como un completo idiota, era algo que no podía controlar, no quería verla con nadie más. Permanecí en mi lugar por unos segundos, observando como dormía tranquilamente, grabando en mi memoria sus hermosas pestañas, su pequeña nariz, cada una de sus hermosas pecas, esos carnosos labios que en estos momentos anhelaba besar, cada detalle de ella me volvía completamente loco y quería grabarlo muy bien en mi memoria ante el temor de ya no volver a verla.

Baje del auto con mucho cuidado para no despertarla, rodee el carro para acercarme a su lado; con precaución abrí la puerta, acomode mis brazos para cargarla, no pude lograrlo ya que ella lentamente abrió sus ojos. la tomé entre mis brazos.

—¿En dónde estamos? —se encontraba algo desorientada.

—Te traje para que descanses —nuevamente intente cargarla, pero ella se negó. Solo pude tomarla del brazo para ayudarla a subir, no permitiría que por su mareo callera.

Al parecer no se había percatado del lugar en el que estábamos, fue hasta que abrí la puerta que se molesto al percatarse. Su enojo comenzó a ser notorio.

—¿Por qué me has traído aquí? Te dije que me llevarás a casa —quiso salir, pero puse mi mano en la puerta impidiendo por completo el paso.

No la dejaría ir y mucho menos el estado en el que estaba.

—Solo te traje para que descanses, no quería llevarte en ese estado a tu casa —a pesar de mis palabras no se alejó de la puerta.

—No entiendes que no te quiero cerca de mí, no quiero nada absolutamente nada que venga de ti, no tienes por qué actuar con si te importara —en ningún momento me miro, su vista estaba sobre la puerta.

—No puedo alejarme de ti, todo de ti es importante para mí, mucho más de lo que puedas imaginar —me cercanía la puso nerviosa y sonreí al darme cuenta que podía causar esa reacción en ella.

—Pues a mi me importa una mierda lo que pienses o sientas. Estaba divirtiéndome con Luke, pero tú apareces para arruinarlo todo —comenzó a gritar para después recargarse en la pared.

—Ese idiota solo estaba tocándote, abusando de tu estado, si no hubiese llegado ahorita estarías en la cama con él —lo se fui un idiota al decirlo y al parecer mis palabras le afectaron.

—Sabes —puso su mano sobre mi pecho y comenzó a empujarme —Si Luke y yo nos acostamos es algo que no debe importarte. Te deje muy claro la última vez, es más te pague muy bien como para que ahora me estés echando en cara lo que decido hacer con mi vida sexual —se detuvo como pensando en lo que iba a decir —Y si lo que te preocupa saber es si es mejor que tú. ¡Pues si! Luke es muchísimo mejor que tu en la cama y lo mejor es que a él no tengo que pagarle por estar conmigo­— sentí como si me hubiesen apretado el corazón para exprimirle cada gota de sangre, sus palabras me estaban lastimando, más de lo que pude imaginar.

Me lo merecía.

—Mientes tú y él no son nada —no pude ocultar el dolor que sentí. Era tan jodido imaginarla en brazos de otro.

—Te duele saber la verdad —nuestros gritos hacían eco en todo el departamento.

—Ambos sabemos que no serías capaz de acostarte con alguien más —nuestras miradas no perdieron el contacto —¿Sabes por qué? —grite.

—Me importa un carajo lo que digas —contestó desinteresadamente.

—Pues vas a escucharme. Te guste o no a quien amas es a mí, sé que fui un idiota, lo sigo siendo, pero este idiota te ama como no tienes una idea. Te amo Emma y sé que tu sientes lo mismo por mí, puedo sentirlo —ella comenzó a reír.