Capítulo 39

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39. Maldito infeliz

Liam...

—Se que es difícil, pero trata de calmarte. Necesitas estar bien para cuando ella aparezca —mi amigo Jeff me daba una palmada en la espalda, mientras yo estaba desesperado por la situación.

—Será mejor que vaya a buscarla —pase mis manos por mi cabello mostrando frustración —Si. Eso tengo que hacer, buscarla.

—Hey Liam. No puedo decir que se lo que sientes, pero será mejor que trates de pensar bien las cosas, no puedes actuar por impulso —tienes que pensar en ella antes de actuar.

—Entonces dime ¿qué debo hacer? —le grite furioso. Se que él no tenía culpa de nada, pero no podía evitar sentirme molesto —¡Anda dime! — él se acercó para darme un abrazo, fue en ese momento que me desmorone por completo, no me importo nada comencé a llorar, tenía miedo de que ese idiota la dañara.

—Todo estará bien, intenta tranquilizarte —agradecí que mi amigo me consolará.

Un poco más calmado en espera de que John saliera, Jeff y yo seguíamos recargados sobre el cofre de mi auto.

—Las chicas dieron la dirección donde posiblemente esté mi hermana —John llegó diciendo de manera acelerada.

—¿Y qué estamos esperando? Vámonos —pero me detuvo.

—Los agentes van a ir, yo los seguiré en el auto de mi hermana. Liam puedes ir a casa, si tengo noticias me comunico —reí fríamente.

—¡De verdad crees que me iré así nada más, estás loco! Estamos perdiendo tiempo aquí así que andando yo los sigo —camine para subir a mi auto, ignorando por completo cualquier cosa que dijera John.

Me sentía fatal, como pude dejar que esto pasara, yo debía proteger a Pecas, yo debía estar ahí para ella.

¡MALDITA SEAS KATRINA!

Grite con enojo, golpee el volante de mi auto, no podía dejar de maldecir por ser un idiota que no supo protegerla.

Al fin habíamos llegado, los agentes nos habían pedido a John y a mí que nos quedáramos abajo, ellos se encargarían, tuve que obedecer, lo único que deseaba era que la ayudaran.

Unos minutos más tarde los oficiales bajaron, por su semblante, nada bueno pasaba.

—No hay rastro ellos.

—Buscaron bien, debe de haber alguna pista o algo —les grite.

—Liam —dijo con advertencia John.

—Regresen a casa. Nosotros nos encargaremos, si tenemos noticias de inmediato nos comunicamos —comencé a reír.

—Están locos si creen que nos quedaremos tranquilamente en casa —me importaba una mierda que me detuvieran por agredir a la autoridad.

—Muchacho te garantizo que encontraremos a Emma, ustedes no pueden hacer nada, si permití que nos acompañaran fue por mi amistad con Maxwell y por eso mismo té garantizó que encontré a Emma. Por favor vayan a casa —dio un leve golpe en mi hombro para después decirle algo a John.

—Liam voy a casa, ¿quieres venir? —la pregunta de John me saco de mis pensamientos.

—Si, te veo allá —respondí sin ánimos.

Sin pensarlo llegue al único lugar que compartía con ella, solo ahí podía sentir que estábamos juntos.

Observando las luces que aún alumbraban la ciudad pidiendo una señal para dar con ella, suplicaba una maldita señal para encontrarla, con lágrimas en los ojos imploraba al cielo que ella estuviese bien, solo pedía eso. Prometiéndome a mí mismo alejarme de ella si aparecía, no le causaría más daño...

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