Capítulo 40

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40. Primer golpe

Emma...

Podía escuchar todo a mi alrededor, pero por alguna extraña razón no podía abrir mis ojos, me entró pánico cuando recordé lo ocurrido, podía sentir como mis lágrimas rodaban por mis mejillas.

¡Maldita zorra!

—Hija —era la voz de mi padre, su mano acariciaba la mía, quería alejarme, pero no podía —Cariño, estás a salvo —su voz se escuchaba temblorosa, como si estuviese llorando —Te prometo que, él maldito que hizo esto pagará —dio un beso en mi mejilla, no escuche nada más, solo el sonido de la máquina que monitoreaba mi corazón.

Todo era silencio no sabía si estaba dormida o él porque mi cuerpo no quería reaccionar.

¡Maldita zorra!

—Enana. No puedes imaginar el miedo que sentí, de solo pensar que no volvería a verte, yo — ese era John, por su voz supe que estaba llorando, tomaba mi mano con demasiada fuerza —Perdón por no protegerte, perdóname porque yo debía cuidarte —dio un beso en mi mano.

Nuevamente todo era silencio, luchaba por abrir mis ojos, hasta que escuche esa voz, sus hermosos ojos azules acompañados de un toque rojizo, señal de que había llorado, me veían con preocupación.

¡Maldita zorra!

—Pecas —me dedicó una triste sonrisa en cuanto se percató de que tena los ojos abiertos —Perdón —estaba muy cerca de mí, tomo mi mano, pero yo en cuanto sentí su tacto fue que pude hablar.

—No. No —comencé a gritar —No me toques —insistí con mi temblorosa voz —Por favor no —puse mis manos en mis oídos. Como pude me hice un ovillo sobre la cama.

—Pecas soy yo. Liam —sabía que era él, pero no quería que se me acercara, no después de lo qué pasó.

—Cariño estas bien —la voz de Luke se hizo presente —Trata de calmarte —yo seguía con mis manos en mis orejas, en posición fetal, quería protegerme, todo en mi cabeza era un caos.

¡Maldita zorra!

—Pecas —Liam insistía, pero yo seguía igual negando, una enfermera entró para pedir que ambos salieran.

—Cariño estaremos afuera, te prometo que nadie te hará daño —fue lo último que dijo Luke después se llevó a Liam con él.

La enfermera se acercó para que me calmara, pero no podía, no después de recordar todo, sentí un pinchazo en mi brazo, poco a poco la oscuridad se apoderó de todo mi cuerpo...

Liam...

—¿Qué pasó? — preguntó John en cuanto me vio salir.

—Ella despertó, pero se puso mal —quiso caminar hacia donde ella se encontraba, pero Luke lo detuvo.

—El doctor ya nos había dicho que quizás entrara en una especie de shock, una enfermera se está haciendo cargo, por ahora solo nos queda esperar —pero eso no sería posible, no me quedaría sin hacer nada.

—Mi padre fue con su amigo para seguir con el trámite, el detalle es que Emma tiene que declarar para poder detener a Max —mencionó algo preocupado.

—¿Qué? —grite molesto —No les basta con ver los golpes en su cara, no le basta con ver como ese hijo de puta, la dejo — grite con enojo.

—Lo van a detener, pero puede salir bajo fianza. Ahora mi padre está en los trámites, solo digo que si lo encuentran él maldito puede que salga —era un hecho que, si no lo refundían en la cárcel, yo mismo lo mataría con mis propias manos.

Mil pedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora