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Luego de el incidente Peter ya se dirigía de nuevo a su casa, vaya que vida de la escuela a su casa, y podría hacer más si quisiese, los recursos los tenía, más sin embargo las ganas y ánimos para hacerlo eran las que le detenían.

Las palabras que salían de la boca de Happy le eran ya normales pero como siempre solo finge que lo escucha, ya tiene suficientes problemas sólo para él.

Por lo poco que escuchó, Tony se había ido a pelear en alguna misión o algo por el estilo.
Entonces estaría sólo en la enorme casa, lo que a cualquier adolescente le encantaría a Peter le disgustaba el hecho de estar sólo, no era fan de ello, quisiera estar completamente rodeado de gente que lo quiera y le propine un abrazo que le haga olvidar todo.

Entró a la casa vacía y se dirigió a la sala para tratar de olvidar el incidente con Michelle.
Pero la mente tan jodida de Peter no era fácil de roer.

Sin darse cuenta de el tiempo, y olvidando por completo todo, Peter estaba en la sala jugando videojuegos, hipnotizado por la gran pantalla que le destellaba en la cara.
Con frituras y refrescos en el sofá, eso parece ser bueno, o tal vez no.

El sol se estaba desapareciendo, estuvo mucho tiempo ahí, muchísimo al que estaba acostumbrado, normalmente se aburría con frecuencia.

Pero el motivo de estar todo el día ahí, jugando videojuegos era que su nuevo amigo Ned, estaba jugando con él en línea.

Parecía muy entretenido y soltaba risas de vez en cuando y charlaba con él, es bueno que encontrará un amigo y como olvidarse un momento de todo.

De pronto se escuchó un ruido en la habitación de Tony, en el segundo piso, Peter subió rápidamente para ver que no fuera ningún ladrón, que obviamente era imposible, pero una buena excusa para ver a su mentor.

Como imaginó era Tony con su traje hecho trizas, más que la última vez que lo vio, y con sangre en su cara quitando su traje con la emblemática máquina que lo quita de su cuerpo.
Tenía sangre en su rostro, de su nariz y de su boca salía este líquido rojo.

—Señor... ¿Esta bien?...— preguntó el chico un poco asustado.

—Si, ganamos como siempre por mi— le sonrió a Peter con aire de superioridad, tan Tony Stark.

—¿Estuvo un poco difícil, no?— preguntó Peter.

—Si, pero con el tiempo te acostumbras, a la sangre, el dolor y los medicamentos— parecía que si se acostumbró.

Peter no sabía que eso era bueno o malo.

Tony salió de la habitación limpiando la sangre de su rostro dirigiéndose a su laboratorio.

Era como su habitación personal, en cambio la otra era sólo para tener sexo y dormir.

Peter se dirigió detrás de él, Peter sentía ser la mano derecha de Tony Stark, o incluso izquierda, y no se molestaría por ello.

—¿A donde vas?...— paró su camino para observar que Peter venía detrás de él.

—Voy a ayudarle con sus heridas y arreglar su traje— dijo Peter.

Tony soltó una risa.

—Claro, vamos— seguía riendo, a Peter no le parecía gracioso.

Se adentraron en la gran habitación con miles de cosas tecnológicas de Tony.

Al parecer Peter quería curar las heridas de la cara de su mentor.

Estaban sentados en el sofá, que era lo más normal de la habitación.

En Otra Vida.  (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora