En Otra Vida. (Starker)

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En el caso de que aún no hayas leído la descripción, a continuación habrá actividad sexual muy explícita con un menor de edad, si no te gusta te pido que no leas y si lo haces espero que sea de tu agrado.

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—Te lo agradezco mucho Peter. ¿En serio tú mismo lo hiciste?

—Si. Bueno me ayudó Jarvis pero básicamente yo lo hice.

—Te lo agradezco.

Sabía que estaba ebrio y no porque lo conozco perfectamente sino porque no podía levantarse del sofá, no tenía el saco y su corbata estaba deshecha en su cuello, y su aliento era el puro olor de alcohol.

¿Que hago ahora para subirlo?
Esta consciente, no como la otra vez que tuve que subirlo en mi espalda, y ahora estoy seguro que no se dejará.

Pero bueno quizá sea mejor, y sólo tenga que ayudarle a subir las escaleras y no subirlo cargado, ya que es muy pesado.

—¿Subimos ya?— pregunté.

—Aun es mi cumpleaños.

—Básicamente no, ya son las 12:04 am.

Rió y ahora conocí la risa ebria del señor Stark, de todas formas su sonrisa deslumbraba.

—Si —dijo—. Creo que necesito descansar.

Aunque traté de no beber mucho, logré tomar 2 o 3 cervezas no recuerdo, pero también siento el leve sentimiento de ebriedad en mi, pero no creo que pase a más.

—¿Te gustó?

Me quedé helado.

—¿Qué?

—¿La fiesta?— entonces me tranquilice.

—Por supuesto, estuvo wow espectacular.

Y no es porque sea mi mentor sino porque si, en realidad estuvo muy entretenida y divertida.

—¿Vamos entonces?

Dije y lo levanté del sofá.

—La casa es un desastre— dijo y rió, así ebrio era más risueño o simplemente estaba feliz.

—Lo sé, pero eso hace constar que fue un buena fiesta.

Le pasé su brazo por atrás de mi cuello y le tomé la cintura, no era más tan alto pero casi llegaba a su estatura.

Subimos los escalones paso a paso, no quería soltarlo y que cayera de los escalones, el sólo pensarlo me da escalofríos.
Llegamos al fin al final de los escalones y giré para donde estaba su habitación di un puntapié para que la puerta se abriera y entramos de igual manera sin soltarlo, cuando llegamos al fin a la cama, lo solté y dejé que cayera en el suave colchón.

El estaba aún con una sonrisa en su rostro por obviedad feliz. Me gusta demasiado verlo feliz es como si algo en mi se activara al verlo sonreir, al verlo feliz al saber que es muy feliz, si es feliz yo soy feliz. Pensé feliz como unas 20 veces eso sí es felicidad.

Sus pies quedaron fuera de la cama, me puse de cuclillas para quitar sus zapatos y dejar que descanse de tan buena y ajetreada noche, y creo que yo también necesito dormir, descansar y trazar una vez más mi plan de escape.

—Peter.

—¿Si?

—Duerme conmigo.

¿Que? Ahora es él el que quiere que duerma a su lado, obvio yo si quiero pero es que ya saben que pasa.