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La mañana estaba presente, y lo constataba el sol radiante y cálido que ilumunaba cada espacio de la gran casa de Tony. Pepper despertó por la mejor alarma que puede existir para ella y que muchas mujeres quisieran tener para despertar por el resto de sus dias y que usarían incluso fines de semana, una alarma que te da besos en toda tu cara, párpados, mejillas y labios; y al abrir los ojos, esta con su radiante sonrisa y desnudo a tu lado, sin duda era la mejor manera de despertar luego de tal noche y esa alarma se llamaba Tony Stark, y sólo hay un ejemplar en todo el mundo.
Que afortunada era Pepper de tener tal despertador.

Para Pepper fue la mejor forma de despertar desde hace tanto tiempo de despertar sola, apurada e incluso estresada por algún compromiso al que tendría que asistir a primera hora.
Y ahora despertar con los adorables besos de Tony, era todo lo que quería en su vida, y Tony estaba con una sonrisa esbozada en su rostro, por despertar al fin al lado de su amada.

—Despierta Pep.

—Buenos días Tony— respondió amorosa y con una sonrisa en su rostro.

—¡Peter!— Tony recordó que el chico no había llegado, o llegó pero cuando estaba tan dormido.

Salio con la poca ropa que tenía en el cuerpo y se dirigió a la habitación de Peter.

—¿Qué?— preguntó Pepper

—No escuché a que hora llegó Peter— respondió Tony desde el inicio del pasillo.

Mientras que del otro lado del pasillo, en la habitación de Peter, sucedía algo completamente diferente.
Estaba Peter aún dormido, con el pantalón negro mal puesto, sin ninguna cobija encima, y con los zapatos aún puestos.

Tony abrió la puerta y sin entrar por completo quedándose en el marco de la puerta, observó a Peter en la cama, agradeció desde sus adentros que se encontrara sano y salvo en su habitación.

El olor a alcohol se lograba olfatear, ya que en esa habitación que normalmente reina el aroma a perfume de adolescente, ahora se siente el olor de alguna cerveza barata.
(...)

Peter despertó luego de un gran rato, la jaqueca que se apoderó de su cabeza era insoportable, y algunos mareos que le hacían creer que caería al suelo en cualquier momento incluso estando aún en su cama.

Sus ojos ardían, su boca era amarga agregandole la jaqueca y los mareos, eran los síntomas de una resaca, lo sabía por que Tony se lo contó en alguna de sus historias.

"Tony", fue entonces cuando recordó lo ocurrido la noche anterior, el gran espectáculo que observó desde primera fila, y... lo que hizo; y entonces vinieron las discusiones mentales contra si mismo, pero el dolor era tan persistente que el cerebro las pospuso para después y poder sentirse una mierda más tarde cuando estuviese sano.

Al fin después de pensar en sí bajar o no, las ruidos que su estómago lanzó era una clara señal de que tendría que hacerlo, necesitaba comer. Bajó las gradas tratando de no pensar en lo ocurrido y olvidar todo lo que vio esa noche.
Bajó y estaba Pepper con una bata de las que Tony usa, de las que Peter sabía que tenía sólo 10 de ellas y eran sus favoritas no, 9, ya que la otra vez en un accidente en el laboratorio una de ellas se incendió, larga historia; Pepper estaba cocinando mientas Tony comía en la mesa. Peter se siente tan mal por haber invadido su privacidad, por haber visto sus partes íntimas, y ahora verlos con ropa, bueno con la poca que tienen, es muy extraño.

—Buenos días Peter, ¿Cómo te fue ayer en tu fiesta?—preguntó Tony con una sonrisa fingida, cuando Peter se sentó en la mesa, obviamente molesto.

—Tony— advirtió Pepper.

—Lo siento señor, llegué muy tarde, no quise despertarlo.

—¿Happy te trajo?

—Si, no se preocupe.

—No, si me preocupo, no me gusta que andes por las calles tan tarde, el mundo es un lugar muy peligroso.

—Lo sé...

—Pues parece que no, y te recuerdo que aun no tienes edad para beber Peter.

—Yo... lo siento señor, sólo quería divertirme.

—¿Y lo hiciste?

—No.

—Ya déjalo Tony, ten Peter come— intervino Pepper.

Tony se veía molesto, normalmente siempre estaba con su sonrisa cuando estaba con Peter.

«será que me vio y lo sabe y por eso esta molesto», pensó Peter.

Terminaron de comer los tres como una familia, pero a Peter le incomodaba el consistente dolor de cabeza, además del hecho de tener a las personas que vio teniendo sexo una noche anterior a su lado; y el hecho de que Tony está molesto con él no era tan cómodo como creería.
(...)

Peter entró a el laboratorio, Pepper ya se había marchado hace algunas horas luego de un agradable día al lado de Tony; lo que Peter quería era hablar con Tony sin que la rubia escuchara o interrumpiera.

—Señor yo... quería disculparme —Tony volteó, frunció el ceño y observó atento— sé que no debí beber, y debí avisarle cuando llegue, pero no me sentía muy bien.

—Lo único que te pido Peter es que no te expongas tanto, las calles no son tan seguras como las habitaciones de esta casa, y tampoco quiero que te embriagues en cualquier lugar.

—Lo sé señor, lo haré, disculpeme en serio.

Peter se lanzó a abrazar a Tony.

—Lo quiero mucho.

Tony un poco confuso puso sus manos levemente en su espalda, y abrazo a Peter.

—Si si, no llores o te pondré el cono de babas.

Peter sonrió, el oír esos chistes era saber que Tony estaba a la normalidad otra vez.

Y siguió con la misión diaria, ayudar a Tony y reír con él.

Pero algo no estaba normal como antes, no era como que lo vio haciendo... teniendo sexo, le vio el pene a su mentor, es algo como ver a su padre desnudo, bueno tal vez no es lo mismo, pero es igual de incómodo, lo vio follando, eso no es normal, lo escuchó gimiendo y eso lo excito, y como si no fuera suficiente se masturbó pensando en ello, cada vez se sentía más extraño, sensaciones que Peter no podía expresar con palabras lo invadian.
Pero de nuevo el cerebro de Peter lanza sus mejores pensamientos defensivos para no sentirse tan culpable: estaba ebrio, es un adolescente y lo excita cualquier cosa, y el sexo aún más, y si es a unos metros de ti obviamente sería más, además... al parecer sus pensamientos defensivos acabaron.

Estaba muy seguro que no debió seguir viendo, ya que pudo haberse ido si hubiera estado sobrio, se hubiera marchado y dejar que disfrutaran de su intimidad, era algo que no le importaba, que no debió ver, pero su estúpido cerebro votó por quedarse y su miembro estaba muy feliz disfrutando de el espectáculo; aunque no más que el miembro de su mentor. Además de todos los pensamientos que lo defendían, Peter sabía perfectamente que algo no andaba nada bien, y aun no sabía que era, una sensación extraña y demás sentimientos que no puede explicar, no sabe lo que siente.
Pero sólo sabe que observar eso no fue buena la mejor idea que pudo tener, y sabe que algo no anda nada bien...

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Hola, espero les esté gustando, creo que el siguiente capítulo será muy decisivo en el fic.
Espero les guste, no olviden votar, comentar y seguirme, ayuda mucho.
¡Saludos!

En Otra Vida.  (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora