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Ya de vuelta a la vida cotidiana, Natasha y Tony entrenaban con combates mano a mano, cabe decir que Natasha, la espía rusa ganó la mayoría de los enfrentamientos, pero ya no con tanta facilidad como antes que con una sola maniobra dejaba tirado al pobre de Stark, para Tony era un superpoder lograr enojar a Natasha, e incluso a todas las personas con comentarios tan su estilo.

—Entonces... ¿Cuál es tu superpoder?— preguntó burlón.

Un golpe se clavó en su rostro, y cayó al suelo.

—Noquear hombres.

Natasha rió ladinamente, era obvio que era tal vez no más fuerte; pero si más hábil que Stark, claro sólo físicamente, aunque Natasha no carecía de inteligencia; Tony por obviedad le sobrepasaba por mucho.

—Alto. Asesina loca, aun no quiero morir.

Tomó algún líquido raro, para hidratarse, ya que estaba sudando demasiado por el esfuerzo de ganar una batalla con Natasha.

Llegó Peter a casa.

Y para los ojos de Tony y Natasha, y vaya que tenía un buen ojo, ojo de espía; Peter iba más sonriente de lo normal.

—¿Qué tal niño?— preguntó luego de dar un trago a su bebida.

—Muy bien señor.

—¿Qué chica quiere salir contigo Peter?— preguntó Natasha.

—¿Qué?..., ¿Cómo sabe?

—Soy una espía, duh.

—¿Espera tienes una cita? — preguntó Tony con una sonrisita.

—¡No seas como él, no las engañes! — gritó Natasha desde atrás.

Tony volteó con una mirada molesta, era divertido ver esa expresión en ese rostro que siempre tenía una sonrisa burlona.

—Invite a una chica... A Mary al cine— admitió Peter.

—Nada mal Peter.

Felicitó Stark.

Peter se dio una ducha y se vistió de la mejor manera para un encuentro casual en un cine.

Pasó por la chica a su casa, trató de no avergonzarse por ir acompañado de su "niñero", según él mismo.
Tony lo enviaba con Happy con la excusa de llevarle hasta donde quisiese, pero en realidad lo hacía para cuidar. Y lo agradecía, pero esto era demasiado.

Era una chica linda pelirroja como Natasha, muy platicadora, que sacaba conversaciones de cualquier tema por insignificante, y hacia que Peter dejara lo callado por un lado para hablar de tonterías con ella.

Llegaron al cine, y con palomitas de maíz entraron a la oscura sala  para observar la película a gusto, Peter no era de películas románticas, era de ver películas históricas al lado de Stark comiendo alguna caja de donas o pizza, o algún documental científico mientras charlaban de sus teorías y cosas de personas como Tony y Peter; pero en esta ocasión era momento de dejar que la chica escogiera la película como todo un caballero.
Y como imaginó escogió una película romántica, una típica historia de unas personas que no se llevan del todo bien, pero por algún motivo se enamoran y se pelean y luego se casan y tienen hijos.
Resumiedo así, se escuchaba tan de cliché y aburrida, pero no, no estuvo tan mal como Peter esperaba, incluso le conmocionó el final, un final felíz.
Muy en sus adentros pidió a la vida que le regalase una historia y un final así de lindo.

Nada de lo pensado fue comentado con Mary, su bella acompañante.
Es muy poco varonil que te guste una película así en este mundo tan lleno de estereotipos, entonces decidió guardar sus bellos pensamientos en su subconsciente.  Y sólo se limitó a decir.

—Estuvo muy bonita.

Fue el resumen de sus millones de pensamientos.

—¿Peter?...

—¿Mm?

—Vamos a mi casa, no hay nadie en casa... — mordió su labio de una forma tentadora.

Era obvio lo que estaba sucediendo, Peter también lo notó aún con su gran inocencia supo que sucedía. Fue entonces cuando los nervios se apoderaron de él al igual que la vergüenza.

—Ehh... No lo sé, Happy esta allá fuera.  No se si querrá llevarme.

—Vámonos caminando, no esta muy lejos, y sirve para que charlemos y nos conozcamos mejor.

—No lo sé, se podrían preocupar...

¿Como sucedió?, ni idea. Pero Mary había convencido a Peter de escaparse y dejar a Happy esperándole en el auto.

Como ella dijo, tenía casa libre de padres, y ser hija única le ayudaba a que la casa estuviese tan sola.  Una vez llegaron, a lo que iban.
Peter era todo un ángel, todo un inocente.  Mientras que ella de seguro será una experta.

Estaban dándose unos extraños besos en el sofá, extraños por la escasa, por no decir nula experiencia de Peter. Pero poco a poco y casa segundo aprendía algo nuevo y siguió el beso de la mejor manera que pudo.

Con desconfianza posó sus manos en la cadera de Mary que paseaba su boca por la de Peter. Y tocaba más allá de sus pantalones.
Peter era un inexperto en todos los sentidos, y sintió como su erección crecía por la fricción de sus cuerpos.

Vaya que fue raro, fue... muy extraño, pero si satisfactorio, como lo era un orgasmo. Como lo era el sexo, y para ser su primera vez no estuvo mal.  Decir que estuvo completamente cómodo sería mentir, pero era su primera vez, toda primera vez es extraña.
Dejando de lado su primera vez, tenía algunos problemas.

Tenía que regresar a casa, y ya era un poco tarde, y de seguro Tony estaría:
A. Enojado.
B. Preocupado.
C. Todas las anteriores.

Entonces puso su ropa de nuevo en su cuerpo, y salió de la casa después de una extraña despedida con Mary, Peter era un novato. Pero estaba seguro que no le volvería a hablar luego de su acto tan precoz. Pero por favor era su jodida primera vez.

Peter nunca pensó que el sexo sería tan placentero, ya que nunca tuvo o nunca se armó de valor para autosatisfacerse; pero sí, lo era, y mucho.

Se encaminaba en la oscura noche de la calle.
En su trayecto pensó en cómo Mary tenía tantos preservativos en su casa, o eran de su padre descuidado, o era una... chica con muchos amigos.

«¿Por qué Mary no me parecía tan sensual como para despertar una erección en mí?», pensaba Peter.
Lo único que despertó una erección fue el roce de su mano con el miembro, y el interior de Mary. «De seguro pasa seguido», pensó mientras caminaba en las calles que a pesar de la oscuridad de la noche, parecía una noche muy iluminada por la Luna  Y demás.

—Tienes tres minutos para explicarme todo— advirtió Tony.

—Me escapé con Mary...

Stark lo observó buscado respuesta a algo.

—¿Yyyy?

Para Peter era muy incómodo hablar con Tony sobre su intimidad, sobre como perdió su virginidad.

—¿Qué?

—¿Sucedió algo?

—¿Qué?..., no.

—Ok olvidalo, pero no lo hagas de nuevo, casi matas de un susto a Happy.

—Lo siento.

—No me hagas ponerte un rastreador en el pie, y si lo haces al menos que valga la pena — sonrió y le mostró una sonrisa.

Ahh, su sarcasmo.
«Esto es estar en casa», pensó Peter.

Era extraño pensarlo.
Pero hace algunas horas estaba con alguien, en una cama, teniendo sexo. Y ahora estaba en una cama, recordando las sensaciones y los gemidos de novato que salían de su boca; en la cama pero ahora con un hombre, con su mentor que esta totalmente dormido.
Vaya que es extraño.

En Otra Vida.  (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora