Cap. 9: Déjà vu

64 9 12
                                    

Cap. 9: Déjà vu

(*) No es verdad

Dime que me mentiste

Llorar no es algo que haces

— ¿Cómo pudieron dudar de mí? De mi amor, de mi cariño...

Mu, Dita y Shaka miraron a Camus al borde del llanto, él tenía razón, ¿Cómo habían podido suponer que no estaría de su lado, después de todo lo que habían pasado?

.*.

Cariño, ¿no te retractarás?

Di que solo tratabas de hacerme reír

Y nada tiene que cambiar hoy

— ¿Y qué haces? —

— Termino mi tarea. — Murmuró de reojo miró a su "hermanito" tomar a escondidas la caja de colores y la escondía en una de las mangas de su pijama. — ¡Ey, deja ahí! Voy a ocuparlas.

— Es que yo he perdido las mías. — Refunfuñó el niño al ser descubierto y salió corriendo de la habitación, Mu se levantó y corrió atrás del Kiki antes de que terminara encerrándose en su habitación, sin embargo, apenas había dado algunos pasos en el pasillo, el niño resbaló y cayó al suelo de panza, ocasionando que todo el aire saliera de su estómago...

— ¡Kiki! — Mu corrió a auxiliar al pequeño pelirrojo y mientras le ayudaba a reponerse pasos de una persona se escucharon por las escaleras, el corderito había intentado levantarse y levantar al niño antes de que su madrastra los notara, pero con los quejidos del pequeño había sido imposible.

— ¿Qué le estás haciendo a mi hijo? — Reclamó la mujer, con una exagerada reacción empujó a Mu lejos de su hijo y se abalanzó con bofetadas y arañazos para poder alejarlo. — ¡Lárgate de aquí y no regreses...!

Era la misma escena de siempre y Mu sabía que esconderse en su habitación sólo ayudaría a empeorar las cosas así que como puso se separó de aquella mujer y echó a correr fuera de casa, sentía el rostro arder por los arañazos, no tenía ningún lugar a donde ir así que simplemente esperó en el jardín a que su padre llegara, le diera el discurso de siempre por "molestar a su mamá y hermano" y al final le mandaría a dormir sin cenar con la amenaza de ser castigado severamente por lo ocurrido.

Esa pasividad a "Ella" le molestaba, su papá nunca tomaba postura y se volvía un terrible mediador entre ambos, por eso ella se tomaba derechos que no debía y de igual forma se atribuía rencores que no existían.

— ¿Mu? ¿Otra vez peleaste con tu madre? — Mu levantó su rostro lastimado y observo la figura fuerte de su padre, aún le sacaba una considerable cantidad de centímetros de altura, era un hombre fuerte y su rostro amable nada tenía que ver con la figura que aparentaba.

— Lo siento. — Mu no quería encender una discusión en la que no sería respaldado, sólo esperaba que la figura de su padre fuera suficiente para que cubriera de su madrastra mientras entraba a casa y ya echándose a correr escaleras arriba, podría ir a su habitación para acabar con sus deberes.

— Anda, vamos adentro, hace frío. — Mu cerró los ojos cuando su cabello fue revuelto y asintió, y como lo había planeado siguió los pasos de su padre. — Amor, llegué. — Ella corrió a saludarlo, sabía que Mu estaba detrás de él.

— Amor, que bueno que llegaste..., Mu de nuevo peleó con Kiki, ya no puedo soportar esta situación..., a este paso si no tenemos mano dura con él, hará lo mismo que su hermano mayor. —

Acaricia mi alma |BL| SAINT SEIYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora