Cap. 10: Bizarro

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Cap. 10: Bizarro 

—¿Te he dicho cuanto te pareces a tu madre? — Dita rodó la mirada, cuando su padre no estaba ebrio era fácil poder evadirlo, así que simplemente tomó los cuadernos de la mesa y se levantó con intenciones de alejarse. — ¿Por qué no te quedas aquí? Puedo explicarte algún tema si tienes dudas...

— No gracias, ya me has explicado muchas cosas. —

— Afrodita... — La voz de su padre sonó más dura y su dedo apuntando hacia la sala, hizo helar su sangre. — El teléfono está sonando, contesta antes de que subas a tu habitación.

.*.

Eso era lo menos que podía esperarse de Milo y Kanon solos, sin DM o Saga ellos terminaban tomando siempre las peores decisiones así que no era de extrañarse que cuando el reto de alcanzar el taxi se hizo presente, ellos no dudaron en ponerse el casco y emprender camino.

(*) Hay una parte oscura de la ciudad,

y yo no puedo esperar a tener una oportunidad de ir,

esperar una oportunidad de ir.

Kanon lo hacía más por compromiso y sin embargo dejó su alma en no perder de vista el taxi, después cuando ambos chicos bajaron del vehículo y entraron al tiradero, dudó un poco, pero Milo ya no daría marcha atrás y le llamaría cobarde si él lo sugería.

— Anda Kanon, date prisa, los perderemos de vista. — Murmuró molesto al notar que Mu y Camus tomaban camino hacía un edificio. No había imaginado que aquel lugar tuviese una zona para vivir, pero su "amigo" ya le había platicado toda la situación que les había llevado a tomar aquel lugar abanado así que ahora todas las historias que Camus había contado, tenían imágenes en su mente.

— Estoy asegurando mi moto, tampoco es como que quiera que al salir ya se la hayan robado, vaya amiguitos que te consigues, viviendo en un tiradero.

— No sabes nada de ellos.

— Y no me interesa, eh.

— Ya, ya, date prisa. — A regañadientes Kanon aseguró su moto a algo que parecía un poste de madera viejo y después caminó detrás de Milo, era una suerte que estuviesen ahí de día, el suelo terroso llegaba a ser inestable y había unas que otras piezas de metal tiradas las cuales podían causar accidentes.

Era increíble que alguien pudiera vivir en esas condiciones, le parecía increíble que se tratara de chicos de su edad.

Para ese momento Kanon había bloqueado por unos momentos el recuerdo de su hermano, se encontró expectante cuando subieron las escaleras externas del edificio ya que la planta baja estaba deshecha y el primer piso tenía dos puertas bloqueadas, era obvio a donde tenían que tocar para ver al amigo de Milo, aunque el gemelo menor aún no lograba comprender, o aceptar..., cuál era el interés de su amigo, hacia esas personas.

.*.

— Tú ya sabes que sobre hacerte algo soy el más dispuesto, así que a partir de ahora necesito que evitemos escándalos, igual no te dejaremos ir, pero si nos metes en problemas ni tiempo tendrás de arrepentirte, voy a encargarme yo mismo de que desaparezcas y nadie sea capaz de encontrarte. — La sonrisa de Dita se ensanchó con la mirada desafiante de Saga, cuando no estaba drogado ni descompuesto por la abstinencia, se volvía realmente un león enjaulado. — Tú dirás "pero Dita, no eres capaz de matar una mosca" pero yo te aseguro que no es así, por salirme con la mía no tengo problema en desaparecer uno que otro cuerpo.

Acaricia mi alma |BL| SAINT SEIYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora