Cap. 22: Nefelibata

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Cap. 22: Nefelibata 

— Necesito dinero ¿Podrías prestarme algo?

— No tengo efectivo ¡Pero si me acompañas al cajero podría prestarte algo!

— Mejor no Saga, ya lo he pensado bien y prefiero caminar a casa— Esa era la respuesta que siempre me venía a mi mente, cuando recordaba la primera vez que te vi. — Porque nos vamos a joder la vida, si damos un paso más tú y yo.

.*.

Dita sabía muy bien que, si Shaka y Mu habían decidido no regresar a casa, era por él. Era el único que tenía cero posibilidades de poder volver. Estaba tan arrepentido, tenía una inmensa culpa que no le dejaba levantarse de cama. "Era una cucaracha que ha sido pisada y que sólo mueve sus antenas en señal de vida"

— Afrodita. Despierta, tenemos que ir a buscar a Milo. —

— Estoy despierto. — Dita descubrió su rostro con la cobija y dejó a Shaka mirarle a la cara.

— Anda, date prisa. — El rubio revolvió su cabello enmarañado y esperó sentado a los pies de la cama, las pocas horas que había permanecido recostado, Dita apenas había atinado a taparse con la manta. Sus botas negras y la ropa ajustada seguí ahí, atinó a ir al baño, lavó su cara, sus dientes e hizo una coleta alta sin importar que tan derecha hubiese quedado. — ¿No vas a tomar una ducha? Te ayudará a descansar.

— No, lo haré cuando volvamos, no sabemos con exactitud a qué hora llegue, es mejor si vamos lo antes posible.

— Está bien. — Aceptó la propuesta, siguió el camino marcado por su amigo y ambos salieron para encontrarse con Milo, a pesar de que había jurado que aquel tipo era el inicio de todos los problemas.

Había insistido tanto en verles, o por lo menos eso es lo que había dicho el cadenero amigo de Dita, acudía todas las noches al bar pidiendo que enviara mensajes a ambos, pero sólo cuando mencionó que sus amigos en verdad sabían de Saga, fue que aceptaron encontrarse de nuevo con él.

¿Se trataba aquello de algún tipo de traición de su parte?

No lo sabía, pero si aquellos tipos se creían tan inteligentes como para mandar a Milo pro ellos, Dita y Shaka podían hacer mejor de cazadores.

— ¿Cómo sabremos que dice la verdad, Shaka? —

— Primero tenemos que dejarle hablar. Dita, aunque lo que nos diga es cierto — Horrorosos los calurosos días, aun cuando iban en el autobús con aire acondicionado, podían sentir la ropa pegarse a su cuerpo por el exceso de sudor. Estaban tan agotados, pero no desistían de encontrar a Mu. — ¿Te quedó claro que no podemos confiar en nadie más que nosotros mismos?

— Por supuesto. — Ambos soltaron un suspiro, estaban próximos a llegar. Hablaban poco en los trayectos, pero Shaka siempre intentaba tomar la mano de Dita para asegurarse hacerle saber que lo tenía a su lado. — Creo que es mejor si tú hablas. No quiero estropear nada.

.*.

Recordaba haber tomado todas las pastillas de su mano, y después haber despertado temprano, apenas si entraba la luz de la ventana y había vuelto a quedarse dormido después de que Saga le recostara de nuevo en la cama.

No intentaba explicarse nada, le dolía el cuerpo horrores, la cabeza y la garganta seca le impedía decir cualquier cosa, tampoco es que si de sus labios resecos pudiese salir algo.

Había escuchado en más de una ocasión a Saga abrir la puerta y volver a cerrarla.

Hablaba con alguien más pero no entendía bien qué pasaba, sólo escuchaba su voz...

Acaricia mi alma |BL| SAINT SEIYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora