Cap. 27: Soterrando.

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Cap. 27: Soterrando.

(*) Todavía te miro con ojos que te desean.

Si oigo mi nombre, iré corriendo hacia ti.

Su primer recuerdo; antes de abrir los ojos hubo murmullos, la cabeza le pesaba, el cuerpo adolorido, por todos lados olía a café con canela. Sentía los dedos gordos de sus pies completamente helados, sus piernas desnudas, el torso también.

Abrió apena los ojos, todo estaba a media luz.

— ¿En... donde? — Preguntó con voz adormecida, la garganta la tenía seca pero lo que realmente le dolía era respirar, intentó no moverse demasiado cuando sintió inmensas punzadas en su abdomen.

— Espera, espera, no intentes levantarte. — Solo le bastó a Saga girar su rostro para notar que junto a él había otra cama, duna silueta entre las sombras. — Camus, Saga ha despertado.

Y apenas fue mencionado, Camus apareció a su vista. No intentó descifrar su rostro, tal vez severo, tal vez preocupado... no, eso no.

— ¿Qué llevabas encima? — Preguntó Camus al mismo tiempo que apartaba la sabana de su cuerpo, sin la tela cubriendo se sintió un poco desprotegido. Le venían ligeras arcadas, Camus era rápido, tomó la sabana recién retirada para ponerle ajunto a su rostro y él vomitó. Sacó un amargo sabor de su boca y el dolor en su abdomen incrementó al punto que pequeñas lágrimas de desesperación escaparon de su rostro.

— ¿Qué... pasó?

— Dime que te has metido para que te dé algo para el dolor.

— Yo nada... no..., nada. — Susurró con un ligero sollozo. — ¿Qué pasó?

— Tú dime, Saga. ¿Qué te pasó y qué le pasó a Mu?

Las miradas de ambos se cruzaban, terrorífico aquello, escuchaba la respiración de Camus, quien se contenía de levantar la voz, y él intentó no mostrarse aún más lamentable. Se sentía fatal, horrorosos sentimientos se atoraban en su pecho; tenía un dolor profundo en el corazón, una nostalgia que no podía contener y la sensación de haber perdido algo. Tenía lagrimas atoradas en sus ojos todo el tiempo. ¿Qué había pasado? Recordó... haber discutido con alguien, recordó haber recibido algunos golpes. Recordaba haber encontrado a Mu... y ¿Qué más? ¿Qué había pasado después de todo aquello?

— Mu... tuvo un accidente. — Dijo de pronto, abriendo los ojos de par en par. — Un accidente en la calle.

Camus volteó la mirada hacia la persona detrás de él y le notó encoger los hombros.

— Está desvariando otra vez. —

— No, así fue. Mu... ¿Murió? — Murmuró perdido y se llevó las manos al estómago, había vendas enredadas alrededor que le molestaban. — Camus... ¿Qué... pasa?

— Si tú no lo sabes, yo mucho menos, Saga. Me llamaste y dijiste que tú y Mu estaban en problemas. ¿No lo recuerdas? — Saga negó inmediatamente, — Parece que tienes algunas costillas rotas. ¿Eso cómo te lo hiciste?

¿Cómo se lo había hecho?

Intentó recordar qué ocurría, cerraba los ojos para concentrarse, pero apenas una imagen le venía a la cabeza, se le escapaba como si fuese agua entre sus dedos.

— No sé... — Murmuró bajito. — No recuerdo...

— Si no recuerdas, no puedo ayudarte... no quiero meterme en problemas. Necesitas ir a un hospital.

Acaricia mi alma |BL| SAINT SEIYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora