Decepción

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Las lágrimas no paraban de danzar por sus mejillas, tanto su alma como su corazón estaban destruidos por completo y no lograba comprender el por qué su novio le había hecho algo tan cruel aunque, sinceramente, no podía juzgarlo sin saber lo que realmente había ocurrido. Entró a su oficina y suspiró, tenía que controlarse para no causar algún daño, sabiendo como era en verdad; él era capaz de cualquier cosa sin pensarlo dos veces.

-Trae me un vaso con agua-Le ordenó al contrario mientras secaba sus lágrimas con un pañuelo. 

-Señor Wooyoung, quiere que le ordene algo de comer-Mencionó el contrario con una sonrisa.

-No, sólo haz lo que te pedí-Mencionó Wooyoung-Y...llámame Wooyoung, no me gusta que me digan señor-Sinceró sonriendo un poco.

-Bien, Wooyoung, le...te traeré un vaso con agua-Dijo para luego salir del lugar.

Al regresar, entró con una pequeña bandeja en donde traía el vaso con agua que le había pedido el rubio y una ensalada, al lado de ésta se encontraba un vaso con jugo de naranja.

-Sólo te pedí un vaso con agua, no esto-Dijo el rubio señalando la ensalada y el jugo.

-Cometelo y ya, se que estás mal pero no puedes descuidar tu alimentación-Le regañó el contrario acercándole la bandeja.

-¿Siheon? ¿Cierto?-Preguntó el rubio obteniendo como respuesta una sonrisa por parte del contrario a modo de aprobación-Bien, Siheon, dime el porqué de tu cabello rosa-Señaló

-Oh...pues...antes de que nos viéramos tú y yo en la tienda de celulares, yo hice una apuesta y perdí así que me hicieron teñir me el cabello de rosa-Aclaró el pelirosa con una sonrisa, el rubio sólo rió para luego mirar el reloj.

-De acuerdo Siheon, tengo que ir por alguien así que...te encargo vale-Finalizó saliendo de su oficina rumbo al elevador y luego al estacionamiento.

Se adentró a su auto y condujo hasta la entrada de la universidad para esperar a su novio lo más sereno posible, no deseaba estallar frente a él. Lo vio salir por la puerta principal con la cabeza gacha y a la vez que caminaba con lentitud, su semblante no se miraba del todo bien. Cuando el contrario llegó a su lado le dio un abrazo, uno inesperado para el peliverde, todo empeoraba conforme pasaban los segundos.

-Te extrañe-Susurró Wooyoung en el oído del menor, sintiendo como el peliverde sonreía en su cuello.

-Yo igual-Sinceró el peliverde besando la mejilla del rubio-Pero...si me llevarás contigo, ¿Verdad?

-Claro, una promesa es una promesa-Aclaró abriendo la puerta del copiloto para que el menor entrara.

-Wooyoung te...¿Te puedo hacer una pregunta?-Mencionó con voz baja mirando por la ventanilla del auto.

El rubio lo miró de reojo y asintió, realmente se encontraba afectado por lo que su padre le había mostrado pero prefería esperar un momento para poder hablar.

-Yo...-San no sabía que decir, simplemente las palabras no salían a flote.

-¿Hay algo que te preocupe?-Dijo Wooyoung secamente pero tratando de sonar amable, no quería que San sospechara.

-Si...bueno, es solamente una pregunta tonta de razonamiento y eso-Mencionó el peliverde con una sonrisa nerviosa-Tú...¿Qué harías si alguien te besara y dijera que matará a tu ser amado?-Soltó obteniendo a consecuencia un frenado en seco por parte de Wooyoung, quien había pisado el freno así nada mas.

San había chocado su cabeza contra la guantera del carro, el rubio le miró y optó por sobar la frente de su novio, sí, ese golpe había sido por su culpa. El peliverde le miraba a los ojos mientras el contrario sobaba la parte herida de San, el corazón de este comenzó a latir con fuerza, no existía momento en que el rubio no le sacara una sonrisa o no le mostrara cariño.

The secret // WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora