Paso tres

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Después de que él lo corriera casi a patadas de la empresa se decidió a regresar a su casa, necesitaba estar solo para pensar bien como le haría para que el mayor le perdonara, se tiró a su cama boca arriba y fijo su mirada en un punto fijo en el techo, sintió su pecho doler cuando recordó todo lo que le había dicho el rubio hace unas horas, era demasiado, quería morir.

-¿Por qué el amor duele tanto?-Se preguntó con tristeza a la vez que se sentaba en la orilla de su cama recargando sus manos en esta.

El timbre de su casa sonó repentinamente haciéndolo brincar del susto, sin fuerzas y sin ganas de hacer nada, se levantó, abrió la puerta de su habitación y descendió las escaleras para ir a la planta baja, una vez ahí suspiró pesadamente y abrió la puerta, cuando los vio se quedo sin palabras, la verdad es que no se esperaba el que ellos dos llegaran.

-¿Qué hacen aquí?-Preguntó a la vez que se hacía a un lado para dejarlos pasar.

-Nos enteramos de lo que pasó con Wooyoung y quisimos venir a visitarte para saber como estabas-Habló el más alto una vez que los tres estaban sentados en la sala.

El peliverde los miró y suspiró pesadamente, desafortunadamente no la estaba pasando nada, pero nada, bien, se sentía frustrado, herido y cansado, ya no soportaba nada, su alma y cuerpo ya no cedía, sus ojos le pesaban y dolían al igual que su cabeza.

-¿Cómo quieren que este?-Dijo el peliverde con sarcasmo-Wooyoung no me quiere ver y tampoco me quiere en su empresa-Suspiró-No estoy nada bien, me siento como...como si una bala hubiese cruzado mi pecho lentamente dejando cicatrices por todos lados-Sinceró pasando sus manos por su cabello con frustración.

-Aaay San, tú no eres el único que sufre con eso, no creas que Wooyoung se la pasa feliz-Dijo el pelinegro posando una mano en el hombro izquierdo del mencionado.

-¿Quieren agua?-Preguntó San obteniendo un asentimiento por parte de los dos chicos.

Caminó hasta la cocina y sirvió un poco de agua en tres vasos, cuando regresó, a cada uno le dio un vaso, hasta para eso se sentía cansado.

-Tendrás un poco de hielo-Habló el más alto, el peliverde asintió y entró de nueva cuenta a la cocina, momento que el contrario aprovechó para verter un líquido transparente en el vaso del menor-Gracias-Dijo una vez que obtuvo dos cubos de hielo en su vaso.

-No dejes que esto te afecte-Mencionó el pelinegro mirando a San con semblante triste, odiaba eso.

-No creo poder, pero lo intentaré-Aseguró el peliverde bebiendo por completo el agua de su vaso.

A los pocos minutos el peliverde se comenzó a sentir mal y mareado, todo le daba vueltas, la cabeza sentía que le explotaría en cualquier momento, se levantó del sofá individual y trató de caminar pero no pudo, a los pocos segundos cayó inconsciente a los brazos del más alto, ya que éste se había parado rápido para sostenerlo y evitar que se lastimara.

-¿Y ahora qué?-Dijo el más alto mirando al pelinegro.

-Tenemos que meterlo a la camioneta, y luego a hacer lo que hyung dijo-Aclaró el pelinegro mirando su celular para checar la hora-Mmmm, ya no tarda en salir, por lo que él me dijo...iría al bosque con aquel chico-Aseguró.

-Bien...mejor nos damos prisa, el hyung se molestará si no llegamos a tiempo-Afirmó el contrario cargando al peliverde para poder sacarlo.

-Yunho lo cuidará, a él no le gustan los actos "extremos" como él les llama-Mencionó el pelinegro abriendo la parte de atrás de la camioneta.

-Listo-Mencionó el contrario una vez que el cuerpo de San estaba acostado en los asientos traseros de la camioneta.

-Se lo dejaremos a Yunho y vamos con Yeosang, él tiene lo necesario-Aclaró el pelinegro una vez que los dos estaban dentro de la camioneta.

The secret // WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora