Si o No

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Estaba realmente enojado y decepcionado, él se lo prometió, él le había prometido que lo acompañaría luego de ir a dejar a Siheon a su casa pero...nunca regresó, supuso que algo importante le había surgido, quería llamarlo y preguntarle el por qué de su no aparición pero luego recordaba que había roto su celular y lo ponía aún peor.

-Maldición-Se quejó en voz baja, a pesar de que se encontraba solo en su casa.

No tenía ni idea de qué le había sucedido a su novio, pero no se quedaría con la duda, tomó su chamarra, sus llaves y su cartera para después salir de casa y tomar un taxi que lo llevase a la empresa donde trabajaba Wooyoung.

El recorrido fue lento y silencioso, solo podía sentir el frío viento golpear su rostro fuertemente, eso le comenzaba a irritar, y mas por el hecho de no saber donde rayos estaba su novio, no estaba celoso y eso lo sabía a la perfección, pero lo que si estaba era preocupado, sí, preocupado, mas no celoso; aunque lo tenía muy en cuenta. Cuando el taxi se detuvo le pagó al chofer y bajó del coche lo mas rápido posible para adentrarse al edificio y comenzar su búsqueda, una que no pararía hasta ver a su persona en vivo y a todo color, en carne y hueso, sano y salvo de las garras de ese maleante rompe parejas. Caminaba por los pasillos con desesperación a la vez que miraba a todos lados pero nada, solamente personas desconocidas que lo miraban con ceños fruncidos y caras raras, de nuevo esa sensación de sentirse excluido de otro nuevo mundo, siguió con su caminó hasta que diviso dos cabelleras conocidas, se acercó un poco mas y ellos notaron su presencia.

-Joven San, ¿Qué hace usted aquí?-Preguntó una chica con una sonrisa a la vez que hacía una reverencia.

-Hola Aisha, Hola Jinyoung-Saludó el peliverde-Estoy buscando a Wooyoung, me dijo que iba a arreglar un asunto y que luego iría a verme pero...él nunca regresó por lo que pensé que estaría aquí-Explicó.

-Ohhh, el jefe Jung no se ha aparecido por aquí, desde la mañana que no lo vemos-Mencionó Jinyoung mirando con preocupación a Aisha.

-Oh, bueno...creo que...regresaré a...a mi casa-Dijo San dando un paso hacia atrás a la vez que señalaba hacia la salida con su pulgar derecho.

-Espere, que usted no debería estar en la escuela-Mencionó Aisha entrecerrando los ojos.

-Si, es solo que...no me sentía muy bien en la mañana y Wooyoung decidió no llevarme y...no me llamen de usted porque me siento viejo-Finalizó con una sonrisa para luego dar media vuelta para irse.

Ahora si que estaba realmente mal. No había encontrado a Wooyoung en ninguna parte de
la empresa, caminaba lentamente por las calles de la ciudad perdido en sus pensamientos, no tenía ni idea de donde estaba su novio y mucho menos por donde buscarlo. Miró hacia el frente y abrió sus ojos a mas no poder, estaba perdido, no conocía aquellas calles y nunca había visto esos lugares, en aquel lugar parecía que la luz del sol nunca daba, aquella calle estaba lúgubre, parejas ebrias saliendo de bares, personas vestidas de negro con semblantes serios y peligrosos, un lugar para nada común. Comenzó a disminuir la velocidad al caminar, la mayoría de los hombres lo miraban de arriba a abajo y de regreso, otros simplemente le sonreían coqueta y malvadamente, sus nervios comenzaban a florecer en su interior, lo único que quería era salir corriendo de esa calle de mala muerte, pero no podía.

Lo último que sintió fue como una mano lo jaló del brazo para luego sentir...nada, algo le habían dado para hacerle perder la razón y ver como todo a su alrededor se tornaba negro y las voces iban disminuyendo de tono hasta volverse simples murmullos y susurros.

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Su cabeza dolía demasiado, se levantó del lugar en el que se encontraba para poder mirar a su alrededor, todo era extraño y no sabía en donde se encontraba, era una habitación amplia con las paredes pintadas de color beige y con unos cuantos cuadros o pinturas colgadas en ellas, en frente de la cama en la que se encontraba había un mueble con un espejo, a simple vista daba la pinta de ser un mueble de esos que utilizan las mujeres para maquillarse.

The secret // WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora