Wooyoung estaba molesto por muchas cosas: primero, había destruido su celular y tenía que adquirir otro, segundo, no sabía nada de Mingi y Seonghwa desde la ultima vez que los vio, tercero, por su mente no dejaba de pasar el nombre del peliazul, y cuarto, no sabía que regalarle a San por su cumpleaños y ya estaba desesperado por, a parte de lo que le había comentado su padre en la mañana, no tener aún su regalo, comenzaba a creer que no encontraría nada para su amado novio.
-Maldición-Se quejó el rubio caminando con rapidez a una tienda donde vendían celulares.
Entró al lugar y miró con un poco de calma cada celular hasta que optó por uno más reciente color blanco, era perfecto además de que traía más aplicaciones actualizadas y era más rápido.
-Me llevaré este-Dijo el rubio señalando el celular tras la vitrina.
-¿Está seguro joven? no quisiera llevarse el modelo de pareja-Comentó un chico de cabello rosa con una sonrisa.
Wooyoung lo miró y se quedo pensando por un breve momento.
Pensándolo bien, si compraba el par tendría un nuevo celular y el regalo de San al mismo tiempo y no se molestaría en correr por toda la calle como loco desquiciado en busca de un gran regalo.
-Oh, yo...bien, me los llevaré-Finalizó entregándole una tarjeta de crédito al chico.
Al salir de la tienda su estomago dio un vuelco y estaba inquieto, necesitaba ver a San para asegurarse de que se encontrara bien y tuviera nada. Subió a su auto y arrancó para luego dirigirse a casa del peliverde, estaba feliz pues sabía que a su novio le encantaría el obsequio.
-Sólo espero que le guste a San mi regalo-Se dijo a si mismo el rubio girando el volante a la derecha para luego aparcar su auto frente a la casa de su novio.
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Llorar y dar gritos ahogados.Eso era lo que podía hacer pues estaba totalmente triste, su corazón latía con mas fuerza a cada segundo y estaba harto, no paraba de temblar y sollozar; el sueño, o mas bien pesadilla, que había tenido no daba para menos, el miedo lo consumía a cada momento sin llegar a tener piedad por su alma y mente, quienes sufrían al ver aquellas horrorosas imágenes una y otra vez sin parar.
-Wo...wooyoung-Susurró en la almohada que cubría su rostro, hasta en su voz se podía notar el miedo.
San lo necesitaba, quería que Wooyoung estuviera con él en ese momento para que lo abrazara y consolara con sus palabras, su voz, su mirada, sus caricias, simplemente lo quería ahí, a su lado. Sin embargo no estaba, se encontraba solo en su habitación siendo acompañado por la soledad del lugar que lo rodeaba.
-No cr...ceeo q...que Wooyoung haya sido u..un asesino-Se dijo a si mismo levantándose de su cama para ducharse y vestirse.
Una hora después bajó las escaleras para ir directo a la sala y tomar su celular, en el cual le había llegado una notificación que decía; cumpleaños de San, esa nota que aparecía cada año recordándole que de nuevo se la pasaría solo.
Salió de su casa con suma lentitud y se dirigió al supermercado para comprarla despensa de la casa, necesitaba conseguir un trabajo de medio tiempo para no quejarse de que el dinero, de vez en cuando, no le alcanzaba. Al terminar de comprar lo necesario decidió pasearse un rato por el parque en donde se encontraban unas familias felices, señoras y señores con sus hijos pequeños, simplemente algo que él nunca había tenido pero si lo había deseado.
-Todo fue muy rápido y...difícil-Murmuró sentándose en una banca colocando su bolsa de mandado en el pasto.
Miraba con atención a aquellos niños y jóvenes alegres corriendo y riendo de un lado a otro, una vista hermosa que ya lo estaba haciendo llorar sin darse cuenta.
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The secret // Woosan
Random-No soy antisocial porque quiera, es solo que tengo que hacerlo. Eso es lo que decía San, un chico para nada querido por los alumnos ya que decían que era muy antisocial. La mayoría del tiempo sus recuerdos lo atormentan cada noche sin que los pudie...