Capitulo 31

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Capítulo 31

Una boda

Bakugou y Uraraka habían comenzado una bonita relación juntos. Todo había sido aclarado. Ese día, cuando todo comenzó, Bakugou le preguntó con enojo sobre ese hombre de cabello azul. Uraraka se carcajeó, ya sabía en donde había sacado Mina esa idea. Uraraka le contó a Bakugou que el era un detective. Ochako en una misión salvó a una niña que estaba buscando a su padre, el padre era el villano, pero esa niña no lo sabía, así que fueron al orfanato en donde vive y le preguntaron sobre muchas cosas, el caso fue resuelto, la madre fue encontrada como experimento de su quirk para el padre, evidentemente el padre ahora es preso, pero aún así la niña fue a visitarlo y le puso feliz que la familia estuviera junta. Bakugou se sorprendió sobre el caso que hablaba Uraraka, de apenó al escuchar que el hombre de pelo azul solo era un detective. Por otro lado, Uraraka le ponía feliz que Bakugou se pusiera celoso por eso, se veía muy tierno de celoso. Por lo tanto, en la mente de Bakugou estaba la palabra "familia" rodando" en su mente, de una vez tenía que parar esa lluvia interior, una lluvia interior que gracias a que Ochako apareció como su sol.

Habían pasado dos meses, estaban a una semana de acabar agosto. Bakugou y Uraraka caminaban en la playa. La castaña bailaba y daba vueltas por la orilla mientras el agua mojaba sus pequeños pies, por lo tanto, Bakugou contemplaba lo hermosa que se veía con esa sonrisa. Solo que algo le atormentaba al rubio aún, el saber que tiene que cerrar esa etapa de su vida. El día del fallecimiento de Masaru estaba muy cerca, eso significaba que tenía que ir a visitarlo junto con su madre, que después de ese doloroso día, ya no volvió a verla y ni hablar con ella, le daba causaba mucho dolor verla, pero sabía que no podía dejarla sola, es su madre después de todo y la ama, aunque no se notará. El rubio miró de nuevo a Ochako con su vestido amarillo de tirantes con su sombrero para cubrirse del sol, la vista era realmente hermosa para él, ¿a su madre le molestaría llevar a su preciosa novia para que visitara a su padre? Le encantaría, pues está muy desesperada en que su hijo tenga una bella mujer a su lado.

Después de mucho pensarlo, lo decidió.-eh, Cara Redonda...-la castaña miró al rubio con confusión.

El rubio estaba serio, algo que Uraraka le preocupó.-¿que pasa, Bakugou?-preguntó.

Todavía le causaba conflicto que le llamará por su apellido, pero le daba vergüenza decirle que lo llamara por su nombre. Tal vez si él la llamaba por su nombre, ella haría lo mismo, sin embargo, aún no era el momento para eso.-faltan unos días para que su cumpla un año del fallecimiento de mi papá...-se rascó la nuca con pena, mientras volteaba a otro lado para no ver a Uraraka. Por otro lado, Ochako escuchaba con atención.-¿te gustaría acompañarnos, a mi vieja y a mi?-preguntó con un sonrojo en su rostro.

-Claro.-dijo con una adorable sonrisa. Bakugou la miró con sorpresa.-claro que te acompañaría, tu padre fue alguien muy importante para ti y me gustaría verlo una vez más.-dijo Uraraka acordándose de esa vez cuando ella fue a visitar a Bakugou al hospital por el disparo que le dieron, se acordó del hombre con gafas y cabello castaño a lado de una mujer alta y rubia.

Bakugou ignoró lo último que la castaña dijo, ya sabía a lo que se refería y no le gustaba acordarse de esos momentos, cuando el decidió alejarse de ella para ya no sentirse de esa manera y para que fuera feliz con Deku. Nunca pensó que al fin tuviera un hermoso momento a lado de Uraraka. El cabello corto de Uraraka jugaba con el viento mientras ella mantenía el sombrero en su cabeza con su mano, lo más hermoso que Bakugou pudo haber tenido es a ella.

Como si los días pasarán volando, el día llegó, la fecha más dolorosa para el rubio. Hoy, 30 de agosto, el día donde Bakugou perdió a la persona más preciada de su vida. Katsuki miraba su celular con varios mensajes de su madre preguntando si iba a venir al cementerio. El rubio no le contestó, dejándola en visto, solo apagó su celular y se vistió de negro. Cuando ya estaba listo para salir de su departamento y para ir a recoger a Uraraka de su casa, le llegó un mensaje de Kirishima mandándole mucho apoyo y que iba a ir al cementerio con el hoy, eso le conmovió mucho al rubio. La lluvia interior se iba haciendo menos espesa y ahora se notaban más los rayos del el sol en el corazón del rubio, eso significaba que en verdad no estaba solo.

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