Amorfoda

Capitulo 24

Capítulo 24

Tu

Ochako llegó a Japón hace un mes para trabajar y superarse así misma, llegar a ser la mejor heroína. Todo iba mejorando, Uraraka ya no pensaba más en Deku, trabajaba cada día muy dura, entrenaba y daba todo su esfuerzo. Hablando de su corte de cabello, ahora se lo emparejaron gracias a la cita que le regaló Mina. El corte le pareció mucho a cuando estaba en la UA, pero aún así le gusto su cabello, así que no reclamo. Entre semana se iba a correr a las 5:00 de la mañana, solo si no le salía una emergencia. Cada jueves, Ashido y Kirishima la acompañaban a correr para tener una mejor resistencia. También salía muy a menudo con Mina, algunas veces Kirishima iba con ella. La casa de sus padres la remodeló, le cambió los muebles, puso varios cuadros por toda la casa, adornos muy bonitos, la casa se ve muy cómoda y Uraraka se siente muy feliz de tenerla. También compró un nuevo auto, necesitaba uno para poderse transportar, su trabajo no estaba muy cerca de su casa y ya tenía muchas malas experiencias en el autobús. Algunas veces le hace bien pensar y tomar aire fresco mientras escucha las olas del mar. En conclusión, todo iba muy bien, se sentía muy cómoda en su trabajo, en donde vivía, el ambiente y los amigos que tenía ahora. Todo iba perfecto.

Era un sábado por la tarde, los fines de semana no trabajaba en las tardes, Kirishima y Mina también así que los tres estaban en la casa de Kirishima. Fue una semana muy pesada, Uraraka debía de ganar dinero para ayudar a sus papás, aunque sabía que se aprovechaban de su dinero, aún así iba a apoyarlos prestándoles de su dinero.

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El semáforo se paró en rojo, el chico frenó su carro, tomó su celular y le empezó a escribir a unos de sus amigos. Le dijo que había llegado y que estaba en camino para su casa, iría con el para fastidiarlo un rato. El chico tenía lentes de sol, por eso no se le veían sus hermosos ojos y su cabeza estaba tapada por una gorra de marca, así que no dejaba ver gran parte de su rubio cabello. Estaba vestido con una sudadera de color blanco, unos pants negros de marca y tennis de color blanco, también de marca. Pasaron unos minutos, el al fin había llegado a la casa de su amigo. La casa era muy acogedora, no era tan grande, pero tampoco pequeña, era una casa muy típica de Japón. El chico frunció el ceño al ver un carro de color blanco en su lugar exclusivo en frente de la casa de su amigo.-¿Es una puta broma?-se preguntó el joven enojado. Miró por los lados por si encontraba un lugar y vio la casa sola de enfrente, ahí estaba solo, así que se estacionó ahí. El héroe número #13, uno de los mejores estudiantes destacados de la UA, el más guapo de todos, pero no muy popular con las chicas, por su actitud explosiva, como quiera había mejorado todos estos años, ahora solo era un chico muy frío de pocas palabras, eso lo hacía ver sexy. El chico se quitó la gorra y dejó ver su hermosa rubia cabellera, después de quitó los lentes para dejar ver sus brillantes ojos rubí.-explotaré al que se estacionó en mi lugar.-dijo Bakugou mientras se quitaba los lentes y hacía un chasquido. Mientras ponía sus lentes en su lugar, se le fue la mano y tiró su celular en un espacio pequeño del asiento.-mierda.-susurró con fastidio. El chico trató de meter su mano para alcanzar su celular, pero no pudo por lo grande que están su mano. El chico se agachó para agarrar su celular del otro extremo del asiento, después de unos segundos, al fin agarró su celular, pero en el trayecto mientras se levantaba, se pegó con el volante en su cabeza. Se quejó de dolor.-¿Pero que me pasa? -preguntó mientras se sobaba su nuca. Dejó de sobarse la nuca, porque escuchó la voz de Mina.

-¿Ya te tienes que ir?-preguntó Mina con tristeza.

Bakugou volteó a ver y abrió los ojos como platos. No se lo creía, no se creía lo que veía. Cerró unos dos segundos los ojos para ver si no era solo una ilusión. Afirmativamente no era una ilusión, ella estaba ahí, la chica que entró en su corazón por mucho tiempo estaba ahí, despidiéndose de sus amigos.-tu.-dijo con aún los ojos muy abiertos, tenía un brillo en sus ojos, ¿el estaba feliz? Imposible, no podría estar feliz, todo lo que ha pasado, toda esa lluvia interior en él no lo dejaba ser feliz, pero la vio a ella, ese momento la estaba viendo en verdad y esa lluvia interior se calmó por un momento. Ella lucia tan hermosa para él, con su cabello corto, su cuerpo, sus labios, sus grandes ojos.-("¿Dónde quedó tu cara redonda?")-preguntó con una sonrisa embobada. Ella estaba un poco más alta y delgada, lo notó.-("Siempre te viste mejor con el cabello corto.")-hace poco la vio en televisión peleando con un villano en Nueva York, el cabello largo le quedaba bien, pero para él le encantaba más su cabello corto.-("Quiero ver en vivo lo fuerte que te has vuelto.")-dijo en su mente. Quería saber como era su personalidad en estos momentos, quería saber si seguía siendo la misma, graciosa, agradable, alegre, tenaz, positiva, todas las palabras positivas. Luego se dio cuenta de lo que estaba diciendo y se dio una fuerte palmada en el rostro.-¿que rayos? ¿por qué estoy pensando así? No puedes enamorarte otra vez de ella.-dejó de mirarla para luego bajar su mirada.-tu eres de alguien más.