Con Meg fuera, Jo estaba al cargo en la casa de las March y eso significa o que Laurie tendría que ayudarle de niñero de Beth y Amy o que pasaría tiempo solo.
—¿Le gustarán a tu abuelo? —Beth enseñó unas zapatillas a Laurie, él sonrió.
—Le encantarán —aseveró—. ¿Las ha hecho tú?
Beth asintió orgullosa.
—Vaya, estoy impresionado...
—Gracias.
Laurie miró como se marchaba Beth, por una parte, admiraba el tiempo que dedicaba a su abuelo o a la familia pobre de la esquina, pero por otra parte la envidiaba, Laurie por mucho que se esforzara no conseguía sacar tiempo para su abuelo y por lo tanto tenía una relación menos estrecha con él que la que tenía Beth.
—Acordamos que vendría para que tú pudieras escribir —recordó Laurie sentándose el brazo del sillón en el que Jo estaba sentada.
—Y yo te dije que no era necesario —apuntó Jo sin apartar la vista del móvil que observaba sonriendo.
—Pero ¿qué estás haciendo? —preguntó Laurie curioso intentado mirar la pantalla del móvil, pero Jo se apartó.
—Es un usuario de Wattpad —explicó la chica—. Me ha dejado varios comentarios en mis relatos, dicen que le gustan, incluso me ha aconsejado un concurso de literatura.
A Laurie no le gustó nada como sonaba eso, esperaba que no estuviera despertado los sentimientos románticos de Jo.
—Debes tener cuidado con la gente que te escribe —le alertó Laurie con el ceño fruncido—. Pueden ser personas con malas intenciones.
—Solo me ha mostrado un concurso online, Laurie, no quedaría con él o ella ni muerta —le relajó Jo—. Yo no soy de esos.
—¿Él o ella? —repitió Laurie—. Eso que no sabes si es niño o niña.
—Niño o niña, le gustan mis relatos —señaló Jo—. Y eso es lo importante.
Jo frunció el ceño se incorporó y se acercó a Laurie, a tal punto que él podía sentir su respiración.
—¿No estarás pensando cosas raras?
Laurie rio nervioso.
—¡Mira, Beth! —exclamó Amy llamando la atención de la chica, ella se giró interesada—. ¡Laurie y Jo van a besarse!
Los dos adolescentes se separaron al momento, mientras las dos hermanas reían sin control.
—¡Ya basta, chicas! —exclamó Jo, enfadada—. Solo le estaba diciendo una cosa.
—Diciéndole una cosa muy cerca —apuntó Amy, Beth seguía riendo.
Jo rodó los ojos.
—Bueno, Laurie, ¿de qué escribo mi relato para el concurso? —preguntó ella ignorando a sus hermanas.
—¿Vas a presentarte a un concurso? —preguntó Beth con emoción.
—Podrías escribir de amor —sugirió Amy—. Creo que Laurie y tú lo experimentáis.
Beth soltó una risita.
—¡Amy déjalo ya! —ordenó su hermana mayor—. Creo que escribiré sobre la guerra.
—¿Qué? —preguntaron el resto.
—Sí, el otro día estaba estudiando la primera guerra mundial y me dio la inspiración —explicó Jo—. Y además cuando se escribe de temas serios hay más probabilidad de ganar...
—A mí me gustaba más el tema de amor —comentó Amy devolviendo la vista al dibujo que pintaba.
—Yo creo que será un gran relato, Jo —dijo Beth—. ¿Cuál es el premio?
—Lo creáis o no es dinero y bastante —respondió Jo—. Así que chicas, ¡Jo March os va a sacar de pobres!
Amy y Beth lo celebraron con gritos, a Laurie no le gustaba oír eso. No sabía por qué, pero no disfrutaba demasiado.
—Tengo que irme —anunció—. Mi abuelo me dijo que volviera pronto.
Beth se apresuró a levantarse y entregarle a Laurie las zapatillas.
—¿Se las darías a tu abuelo? —preguntó con voz dulce.
—¿Por qué no vas tú? —dijo Laurie—. A mi abuelo le gustará verte.
Beth se sonrojó.
—No, lo prefiero así. —Extendió las zapatillas a Laurie y apartó la mirada, él las aceptó y salió de la casa con una gran sonrisa.
Llegó a su casa en unos pocos minutos, dejó las zapatillas de Beth en el cuarto de su abuelo y fue a su cuarto.
Abrió un grupo que tenía con amigos, pero Laurie no tenía ganas de hablar con ellos. Miró su reloj y se dio cuenta de que aún tenía tiempo antes de la fiesta de su amiga.
"Si tienes dudas me llama, ¿okey?"
¡Eso era! ¡Hablaría con Brooke! Era el único que conocía su atracción por Jo March.
—¿Sí?
—¡John! ¡Te echaba muchísimo de menos! ¡Por fin te oigo! —exclamó Laurie con júbilo, su tutor rio por el otro lado.
—Yo también te echo de menos, Laurie, pero ahora estamos de camino al hospital del señor March, ¿podrías preguntarme tus dudas después?
—Bueno... no es de los deberes.
—¿Para qué me llamas entonces?
—Pensaba que éramos amigos...
—¿Qué quieres?
—Es Jo, se habla con tipo extraño —explicó Laurie—. Me da muy mala espina.
—Pero... ¿Se habla con él por una red social? —preguntó John, preocupado.
—Una llamada Wattpad para lectores y escritores...
—¿Y de qué hablan?
—De literatura.
—¿Qué es raro entonces? —cuestionó John—. ¿No es una aplicación para eso?
—Jo sonríe cuando él le escribe un comentario en sus relatos...
—Lo veo razonable. ¿Tú no deberías estar preparándote para una fiesta?
—Aún hay tiempo, ¿pero razonable? ¿Razonable por qué?
—Porque alguien le ha dicho que sus relatos valen la pena —terció John—. No tienes que preocuparte, y mucho menos tener celos.
"Celos" las palabras de John retumbaron en los oídos de Laurie con un eco interminable.
—¡No son celos! —exclamó Laurie.
—Vale, Laurie, lo que tú digas —dijo John, Laurie no sabía si era sarcástico o le llevaba la razón para que se callara—. Ahora ve a la fiesta, relájate, no te preocupes por Jo y saluda a Meg de mi parte. —John conversó un poco con la señora March—. Y de parte de la señora March dale un beso mu grande a todas sus hijas.
—No voy a besar a sus hijas —dijo Laurie.
—Bueno, Laurie, tengo que colgar no estés celoso por tonterías —ordenó John—. Llámame para emergencias y...
—...Saludo a Meg de tu parte.
—No lo olvides.
ESTÁS LEYENDO
Mujercitas de Luisa May Alcott (Contemporáneo)
FanfictionEl único lugar donde Laurie quería pasar era frente a la ventana, esperando algún día conocer a sus vecinas del frente que parecían disponer de una vida tan perfecta... O no tan perfecta, descubrirá después cuando logré conocerlas. Historia de las M...