Desde la llegada de la señora March, Laurie apenas pasaba ya tiempo con las March. De vez en cuando hablaba con Jo para preguntarle por Beth, pero habían perdido casi todo el contacto.
A menudo hablaba con John, que cuidaba del señor March como si de su padre se tratase y a Laurie le fascinaba escucharlo, lo extrañaba cada día más.
—Creo que tú tarea no fue suficiente —dijo Laurie meciéndose en su silla giratoria, observando la pantalla de su móvil donde hacía videollamada con su tutor.
—No me digas...
—No, fue demasiado poco —insistió Laurie—. Deberías ser más duro conmigo.
John rio un poco, Laurie se sintió bien consigo mismo por hacerle sonreír.
—¿Cómo está el padre de las chicas? —preguntó el joven.
—Cada vez mejor y no se lo digas a las March. —John se acercó a la pantalla y susurró—: Creo que vamos a poder ir para Navidad.
—Eso sería perfecto —lo celebró Laurie, John no podía dejar de sonreír.
—¿Sabes lo mejor? —preguntó John con alegría—. Hemos hablado de Meg y dice que hacemos una gran pareja.
—¿Le has dicho al padre de tu crush que te gusta su hija? —preguntó Laurie con los ojos desorbitados, John sonreía satisfecho.
—Y la mejor idea que he tenido —dijo él—. Después de que hace un año le dijera a tu abuelo que te hacía falta relación social.
—Hace un año —repitió Laurie fascinado—. Es increíble como pasa el tiempo.
—¿Y Beth como está? —cuestionó John, preocupado.
—También a mejor, pero va muy lento —dijo Laurie encogiéndose de hombros—. Tengo un buen presentimiento.
—Sí, y yo.
—Si venís en Navidad, qué ganas de que sea. —Laurie dio una vuelta en su silla.
—Recuerda lo que te dije, en cuanto llegue, habrá examen —recordó John, Laurie bufó.
—Oh, John, ¿de verdad piensas que un examen va a impedirme querer ver a mi mejor amigo? —preguntó él.
—Oh, vamos no exageres —dijo John—. No soy tu mejor amigo.
—Sí lo eres —contradijo Laurie—. Puedo divertirme con cualquiera, pero tú eres el único que ahí se queda.
—Gracias, Laurie, pero yo diría que eres más como mi hermano pequeño —dijo John, Laurie sonrió.
—Sí, me gusta como suena, tienes personalidad de hermano mayor —corroboró Laurie a John le gustó oír eso—. ¿Y para cuándo la cuñada?
—Dímelo tú, ¿ha habido suerte?
—Digamos que no ha habido ocasión —dijo Laurie.
—Ya la habrá —prometió John, Laurie se encogió de hombros.
—Tengo una duda en mates —contó el chico acercando su libreta a la pantalla—. ¿Ves mi libreta?
—No —respondió John—. No veo nada de lo que pone.
—No tengo dudas, John —confesó Laurie bajando la libreta—. Es solo que... no cuelgues.
—No pensaba hacerlo.
Laurie se mordió el labio.
—Te echo de menos, hermano.
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Mujercitas de Luisa May Alcott (Contemporáneo)
FanfictionEl único lugar donde Laurie quería pasar era frente a la ventana, esperando algún día conocer a sus vecinas del frente que parecían disponer de una vida tan perfecta... O no tan perfecta, descubrirá después cuando logré conocerlas. Historia de las M...