Mujercitas de Luisa May Alcott (Contemporáneo)

Capítulo 21: Viaje a Europa

Flashback:

Jo y Laurie estaban sentados en el banco, Laurie hablaba enfadado sobre los planes de su abuelo, explicándole a Jo que él no quería trabajar porque lo odiaba.

—Al menos irás a Europa —señaló Jo, Laurie respondió encogiéndose de hombros—. Ojalá pudiera ir contigo.

—No iré a Europa sin que me acompañes —prometió Laurie, Jo sonrió.

—Quiero ver Francia, Italia, Alemania. —Jo enumeraba los países mirando el cielo con fascinación—. ¿Qué es una escritora sin conocer todo el mundo?

Laurie también miraba el cielo, imaginando como sería un viaje junto a Jo.

—Juntos en Europa —dijo Laurie—. Es un sueño hecho realidad.

—Más vale que lo cumplas, Theodore, porque no confió en ti lo más mínimo.

—¡Eh! ¿Por qué?

—Porque viste la peli que íbamos a ver juntos sin mí —recordó Jo, Laurie rio.

—Pero a Europa iremos juntos. —Laurie sujetó la mano de Jo—. Lo prometo.

Fin del flashback.

"Lo prometo, lo prometo, lo prometo" su voz hacía eco en su cabeza constantemente.

—¿Laurie? —Amy le observaba, preocupada—. ¿Estás bien?

Amy y él esperaban el avión que los llevaba a Europa. Amy iba a acompañar a su tía e ir con una March a Laurie le dolía porque imaginaba ir con Jo a su lado.

—Por fin. —Los tres viajeros subieron al avión, Amy se sentó entre su tía y Laurie y estuvo todo el camino hablando con él, pero cuando Laurie prestó atención fue cuando Amy mencionó a Jo.

—Todo el día con lo mismo —protestó la chica, Laurie frunció el ceño—. Me refiero a Jo—. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Laurie—. Está super paranoica.

—¿Por qué? —preguntó Laurie.

—No para de contarme que un perfil que le escribía cosas bonitas de sus historias —dijo Amy—. Desde que ganó el concurso de literatura al que se presentó, el chico solo le critica a mal.

—Será envidia... —murmuró Laurie, dolido porque si quiera se había enterado de que Jo finalmente había conseguido ganar el concurso.

—Será —dijo Amy—. ¿Has hablado con Jo últimamente?

—No...

—Deberías, ella también me ha dicho cosas tuyas, te echa de menos y está dolida —dijo Amy—. Está trabajando muy duro escribiendo para llevar dinero a casa y que Beth se mejore, encima el tonto este le comenta cosas feas y tú pasas de ella. Si solo fueras capaz de escribirle...

—No puedo.

—Deberías.

Laurie se quedó en silencio.

—Está bien —aceptó después—. Debería, es verdad.

Laurie sacó el móvil y marcó el número de Jo mientras Amy le observaba.

—¿Jo?

—¡Laurie! ¡Pensé que nunca me llamarías! —Jo gritó entusiasmada, Laurie estaba nervioso, esa situación se le hacía más raro que hablar con algunas ex que había tenido.

—Hola, Jo —saludó—. Te echaba de menos.

—Y yo —dijo ella con sinceridad, muy feliz.

Hubo un silencio, Laurie no sabía si debía mencionar el escenario que habían pasado la última vez que se vieron.

—¿Qué tal? —preguntó Jo.

—Pues de camino a Europa, ¿tú?

—A Europa...

—Voy con tu tía y Amy.

—¿Con mi tía y Amy? —preguntó Jo, nerviosa, parecía dolida.

—Tú te fuiste a Nueva York...

—Ya si no me importa, pero si me disculpas... —La voz de Jo se apagaba—. Tengo que colgar.

Y eso hizo, dejando a Laurie con una cara de aturdimiento como si le hubieran pegado una patada en la cara.

—Me ha colgado por decirle que voy a Europa —dijo Laurie, nervioso—. Me siento fatal.

—Será envidia —dijo Amy.

—Yo se lo prometí.

—Pero no ha podido ser, Laurie —dijo Amy—. Hay que cumplirlo hasta donde se pueda, no es culpa tuya.

—Pero duele igual —suspiró Laurie, mirando como Jo le había colgado y recordando cuando Jo le rechazó a él, no era su culpa, pero él estaba más que dolido.