19. Semáforos en verde

5.7K 311 10
                                    

- ¡Que viene, que viene! - Gritó María desde la ventana que vigilaba la llegada de Alba. - A sus puestos.

Estaban todos, incluidos Miki y Julia que habían salido antes de la universidad poniéndole una excusa tonta a Alba. Sabela no perdía detalle de la felicidad que cargaba su amiga mientras esperaba que se abriera la puerta. Se escondieron por todo el salón, detrás del sofá, de las cortinas, por la cocina. Cualquier recoveco les parecía buena idea. La espera a Natalia se le estaba haciendo eterna. Escuchó el ascensor a lo lejos y el sonido de las llaves.

- ¡Sorpresa! - Gritaron todos la unísono cuando la puerta se abrió.

Alba, que llegaba a casa como un día más, se asustó al verlos a todos allí. Echó un vistazo rápido al salón y todos salieron corriendo a abrazarla segundos antes de que ella rompiera a llorar emocionada. Tenía el día raro. Pasar su cumpleaños fuera de casa no le estaba gustando mucho. Pero ver a quienes ya consideraba sus amigos allí, le puso una tirita en el alma.

Saludó uno a uno, empezando por África que fue la más rápida. Miró a Miki entrecerrando los ojos.

-Así que tenías que recoger a tu amigo en el aeropuerto... - Le dijo entre risas.

-Algo tenía que decirte. - Se encogió de hombros y estrechó a la rubia entre sus brazos. - Felicidades de nuevo, enana.

-Felicidades, mi chocho. - Le dijo Julia antes de abrazarla.

La gallega dio pequeños saltos con ella en brazos, haciéndola reír. Y a María poco le faltó para explotar confeti allí mismo.

Natalia, observaba todo desde unos pasos más atrás. La carita de la rubia sonrojada pero ilusionada le demostraba que había merecido la pena saltarse la última clase de aquel día para preparar todo aquello. Se sentía afortunada de tener la ayuda de Sabela y María quienes la ayudaron con todo. Incluido el pequeño postre que habían preparado.

Alba se quedó quieta mirando a Natalia. Se olía que todo eso había sido idea suya y la morena se lo confirmó encogiéndose de hombros y sonriendo como una niña pequeña. Me la como aquí mismo. Pensó antes de acercarse a ella.

-Felicidades, Albi. - Dijo Natalia tímida al sentirse observada por todos. - Nos están mirando. - Le dijo más bajito para que solo lo escuchara ella.

-Gracias, cariño. - Le dijo dejando un casto beso en la mejilla. - Pero no tenías que haber liado todo esto.

-Es tu cumpleaños y ya que no estás en Elche, algo debíamos hacer. Además, hay alguien que quiere hablar contigo. - Miró detrás de Alba que se acercaba María con el móvil.

- ¡Noooo, mini! - Gritó Alba al girarse también y ver no solo a su hermana sino también a sus padres y a Queen en aquella pantalla. - Jo... - Dijo aguantando las lágrimas.

-Feliz cumpleaños, cariño. - Dijo su padre un poco pixelado.

-Cuando vengas, lo celebraremos. - Añadió Rafi emocionada.

-Tata, dice Queen que muchas felicidades.

Se quedaron hablando un poco más y el resto se había alejado un poco para darles espacio. Natalia estaba pendiente de que Alba estuviera bien y cuando vio que había soltado el móvil se acercó a ella hasta la cocina.

- ¿Estás bien, mi amor? - Quiso asegurarse Natalia abrazándola por la espalda y apoyando su cabeza en su hombro.

-Muchas gracias, Nat. - Respondió sorbiendo por la nariz. - ¿Era esto por lo que estabas tan rara?

-Un poquito, y también por otra cosa. Pero no te preocupes, te la enseñaré luego. - Dejó un beso en la cabellera rubia y aunque no quería, se separó de ella. - ¿Vamos con el resto?

VulnerableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora