Vulnerable

26. A matar.

Natalia, sorprendida por lo que Alba le estaba diciendo, sin poder evitarlo empezó a reírse aliviada. Ver tan seria a la rubia la había asustado un poco. Y se acercó a dejar un beso en la cabellera de la rubia.

- ¿Suena muy loco? - Se apresuró a decir Alba. - Quiero decir, una vez lo comentamos pero quizás iba en broma y me estoy pasando de intensita. - Natalia negó con la cabeza pero dejó que siguiera hablando. - Había pensado que podíamos dormir en la habitación de María que es más grande y dejar los otro dos, para cuando vengan nuestras familias o Sabela a dormir y... ¿Ves? Estoy loca. - Volvió a decir al ver a Natalia con los ojos abiertos como platos.

-Albi, que yo había pensado lo mismo.

Y ahora era la rubia quien se reía algo más aliviada.

- ¿De qué te ríes tú ahora?

-Que eres muy linda, Nat. - Le dijo dejando un beso en su mejilla. - Entonces... ¿Quieres vivir solo conmigo?

- ¿Y poder seguir viendo como dejas todo tirado a tu paso? - Preguntó divertida haciendo fruncir el ceño a la rubia. - ¿Dónde tengo que firmar?

-Oye, yo no hago eso. - Se quejó. - Mira donde está tu guitarra.

-Iyi, yi ni higi isi. - La imitó Natalia acercándose a los labios de la rubia. - Te quiero mucho, aunque seas desordenada.

- ¡Naaaat! - Se quejó antes de que la morena se lanzara a besarla de nuevo. - Bueno, ya puedes quitar el jodido anuncio.

-No había ningún anuncio, Albi. Quizás tenía mucha fe en que querrías vivir conmigo.

-Ah, te parecerá bonito engañarme así y yo aquí tensa pensando que iba a aparecer alguien. - Se quejó alejándose de la morena y entrando en casa con la cerveza en la mano.

-Bueno, en mi defensa diré... - La siguió e intentó hablar pero Alba no la dejó, acercándose a ella y rodeando su cuello con sus brazos al ponerse de puntillas.

-No tienes excusa, eso no se hace. - Dijo acercándose a sus labios y cuando parecía que los iba a acariciar, le dio un golpe en el brazo. - Hoy duermes solita.

-Jo, Albi. - Hizo un puchero.

-Ni ju, ni ji. - Le dijo aguantando la risa y corriendo a su habitación.

-Como se nota que has pasado mucho tiempo con la Rafi. - Dijo sin poder aguantar la risa desde el salón.

-Respeta a tu suegra. - Dijo Alba abriendo la puerta de la habitación y volver a salir en una camiseta enorme y un pantalón corto.

-La respeto más que a mi vida. - Le respondió con la mirada fija en su móvil y cuando levantó la vista para chocarse con la mirada de Alba, se dio cuenta en cómo iba vestida. - Cariño, seguimos en enero. ¿No tienes frío?

-Yo pensando que era agosto, joder. - Se quejó falsamente sentándose junto a la morena que no soltaba el móvil. - ¿Qué te tiene tan concentrada?

-María, que me estaba pidiendo información de cómo había ido.

-Dile que ha ido fatal, que vas a dormir en el sofá.

- ¿De verdad le tengo que decir eso?

-Mejor, ponme ahí para hablar por audio. - Aguantando la risa, Natalia no se negó y dio al botón de grabar. - Mari, la imbécil de tu amiga no me había contado que no puso ningún anuncio. Y te voy a adelantar, que la que le dijo de vivir juntas fui yo. Ella es una cagada. Y por ocultar información, va a dormir en el sofá.

-Oye, que yo te pedí ser novias. - Protestó Natalia. - Mari, yo no merezco este trato, vuelve a vivir con nosotras, por favor.

-Eso, vuelve porque con esta persona yo no puedo.