5 pasos para romper con un chico

Prólogo.

Una vez leí que para marcar un antes y un después en alguien, primero hay que entrar en su corazón. Y a veces, eso es lo que complica todo. 

Nunca imaginé lo que eso podría significar hasta que lo viví en mis propias carnes, derribando la fortaleza que tardé años en construir. Crecí pensando que solo intentaba protegerme del daño que otros podían causarme, hasta que descubrí que la realidad era que tenía miedo. Miedo de que alguien pudiera ver mas allá de mi piel. De desnudar mis sentimientos. 

De enamorarme. 

Kilian era solo el estúpido mejor amigo de mi hermano, al que odiaba sin razón aparente. Pero todo se dificultó cuando me ofreció aquel absurdo trato para hacerme pasar por su novia. Acepté sin imaginar lo que aquello traería consigo: confesiones guardadas bajo llave, medidas desesperadas, descubrimientos inesperados, y sobre todo, sentimientos enrevesados. 

Él solo iba a ser una víctima más de los cinco pasos que creé para romper con un chico. No podía dejarme cautivar por aquellos ojos azules que tanto me había molestado en detestar. Más bien era imposible, dos personas que se odiaban no podían aparentar que se querían, y mucho menos acabar confundiéndolo con la realidad. ¿No? 

De cualquier manera, lo que tenía claro era que yo nunca empezaba una guerra para quedarme a mitad de camino. Y mi objetivo en aquella guerra era conseguir que Kilian me dejara antes de que yo tuviera que hacerlo. 

Costara lo que me costara. Incluso si tuviera que pasar por encima de mis propios sentimientos.

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¡Hola! Si has llegado hasta aquí, quiero darte las gracias por darme esta pequeña oportunidad de mostrarte lo que hay dentro de mi desordenada cabeza. Llevo guardando a mi pequeña escritora durante años con llave, hasta que finalmente he decidido de que era hora de liberarla. 

En esta historia vas a encontrar de todo, odio, amor, mentiras, secretos, traiciones, situaciones que conseguirán que  quieras arrancarte los pelos... pero sobre todo, ¡muchas risas! 

Lees bajo tu propia responsabilidad, por lo que no me hago cargo de los corazones que puedan robar los personajes de esta historia. O aquellos que puedan destrozar... 

Solo me queda darte las gracias una vez más, y desearte que disfrutes tanto leyendo esta historia como yo lo hago escribiéndola. 

¡Noelle en multimedia! 

Bisous. T.