Capítulo 9- Caricias en la noche (2/2)

67 5 4
                                    

Austin pasó por su lado, no sin antes chocar su hombro con el de Kilian, logrando que este se diera la vuelta dispuesto a contestarle. Carraspeé mi garganta para captar su atención e intentar evitar que ambos acabaran peleándose. Crucé mis brazos a modo de defensa mientras el rubio se acercaba a mí con paso firme, hasta quedar a unos centímetros de mí. Alcé mi cabeza para poder mirar su rostro, aunque Kilian aún parecía querer encontrar las palabras adecuadas para decirme.

—¿Sabes la vergüenza que me has hecho pasar?

—No era mi intención.— Me defendí con falsa inocencia.

—¿Y qué pretendías hacer eructando e insinuando que nos pasamos todo el día follando delante de mi puta familia, Myers?

No tenía respuesta para eso. Por lo menos, no una que sonara convincente o simplemente, lógica.

Mordí el interior de mi mejilla mientras daba tiempo a mi cerebro para buscar una buena excusa. La mirada de Kilian caía con peso sobre mí lo que causó que mis manos comenzaran a sudar. Estaba atrapada en un callejón sin salida y Kilian parecía estar a punto de explotar contra mí.

Casi pareció que Dios había escuchado mis plegarias, ya que Doty salió al jardín en nuestra busca. Ella nos observó desde una distancia prudente, pero haciéndose notar. Parecía que se había percatado de la tensión entre ambos, ya que su dulce sonrisa se apaciguó antes de ser reemplazada por una expresión confusa.

—Los Smith van a irse ya.— Anunció.— Vamos a despedirlos.

— Yo también tengo que irme ya.

— Oh no, querida.— Me interrumpió. Arrugué las cejas para que entendiera que no sabía a lo que se refería.— Es demasiado tarde como para dejar que te vayas sola en el coche. Te quedas a dormir aquí.

Comencé a toser debido a que me había atragantado con mi propia saliva. Abrí los ojos con horror buscando la desaprobación de Kilian, pero nunca llegó. Él se limitó a introducir las manos en sus bolsillos mientras esperaba que yo respondiera.

— No... no puedo...— Las palabras se atropellaban unas a otras.

—¡Claro que puedes! Kilian, ocúpate de que su hermano sepa que Noelle duerme hoy contigo. Os espero en la puerta para despedir a nuestros invitados.

Tanto Kilian como su abuela comenzaron a caminar hacia la entrada, dejándome atrás con mi colapso mental. Cuando reaccione corrí hasta llegar a la posición de Kilian, aprovechando la distancia entre él y Doty para hablar sin que nos escuchara.

—¿Por qué no le has dicho que no?— Susurré lo bastante alto como para que me escuchara.

— ¿Qué clase de novio no querría que su chica durmiera con él?

—¡Pues tú!

—¡Shh!— Me regañó.— ¿Puedes limitarte a sonreír y aceptar? No será tan malo. Me lo debes después de la que has montado en la cena.

Apacigüé mis ganas de montar un escándalo cuando llegamos a la entrada de la casa. No volví a hablar con él. Ni siquiera hablé cuando despedimos a los Smith, aunque Austin se dirigió directamente a mí al marcharse. Eso pareció disgustar aún más a Kilian. Cuando la puerta principal se cerró, Doty no tardó en explicar que me había ofrecido quedarme a dormir. Los padres de Kilian estuvieron de acuerdo y minutos después, ya nos habíamos retirado a los respectivos dormitorios.

Nunca antes me había sentido tan incómoda estando con Kilian. Tener que dormir en la misma habitación que él me imponía lo suficiente como para quedarme en una esquina, acariciando mi pelo nerviosa. Si hubiera sido mi cuarto, habría sobrellevado la situación de otra manera, mucho más tranquila. Pero allí me sentía intimidada, sentía que estar en su territorio le daba más poder, y que desde luego yo no encajaba allí.

5 pasos para romper con un chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora