Mi corazón latía con tanta fuerza que podía sentirlo chocar contra mis costillas, empeorando la sensación de ansiedad del momento. Debía tranquilizarme si no quería ser la siguiente en ingresar en el hospital, pero me era imposible. Solo podía pensar en Daphne y en que esperaba que estuviera bien.
En cuanto leí aquel mensaje comencé a girar por la habitación de Kilian notando como la ansiedad se adueñaba de mi cuerpo y mente. Él apreció que algo iba mal, por lo que se levantó corriendo para ver qué es lo que ocurría. Comencé a intentar explicarle qué había leído en el mensaje, pero las palabras salían atropelladas y no era capaz de formular una frase coherente. Hasta que me obligó a mirarle a los ojos agarrando mis mejillas con sus grandes manos.
Cuando le conté lo que había ocurrido me ofreció acompañarme al hospital, lo que sin duda acepté. Íbamos en su coche en dirección a aquel lugar, a una velocidad de escándalo. Pero aquello era lo que menos me importaba, solo quería llegar y ver a mi amiga. Ni siquiera sabía qué le había ocurrido, ya que mi limité a pedir a Scarlett que me dijera el número de habitación. Ya tendría tiempo para descubrir lo que había pasado.
Las puertas del hospital se abrieron automáticamente cuando mi cuerpo se acercó a ellas corriendo. Kilian me seguía mientras que yo me precipitaba por los largos pasillos, buscando con desesperación unas escaleras que me permitieran acceder al resto de plantas. Finalmente las encontré, e incluso me tropecé subiéndolas, pero el rubio logró sujetar mi cuerpo antes de que pudiera hacerme daño. Al llegar a la planta en la que se encontraba Daphne, divisé a Scarlett junto a Ian caminando de un lado a otro.
— ¡Scarlett! — La llamé mientras caminaba hacia ella.
— Menos mal que ya has llegado. — Susurró antes de abrazarme.
Le correspondí el abrazo apretando su cuerpo al mío lo máximo posible. La echaba de menos. Puede que solo hubieran sido unos días sin vernos, pero cuando te acostumbras a compartir tu vida diaria con alguien su ausencia cala más fuerte. Así que disfruté de aquella muestra de cariño todo lo posible, hasta que ambas nos separamos.
— ¿Qué ha pasado?
— Daphne se ha caído por las escaleras del centro comercial.
— ¿Las mecánicas?
— No, las fijas. Se ha golpeado la cabeza fuertemente y se ha hecho una brecha. Dios Noelle, no sabes lo que me he asustado cuando la he visto sangrando e inconsciente.
— ¿Ella está bien?
— Al parecer sí, pero aún no nos dejan verla.
La mano de Kilian sobre mi hombro me sobresaltó. Scarlett pareció asombrada al verme con él, pero no dijo nada. Menos aún cuando Ian se acercó hasta nosotros, saludándonos a ambos con la simpatía que le caracterizaba.
— Intenta relajarte, Myers. — Susurró en mi oído. — No quiero que acabes con un ataque de ansiedad.
Eché la cabeza hacía atrás, apoyándola en su pecho. Él aprovechó el momento para depositar un beso en mi mejilla, ante la mirada atónita de mi amiga. Tenía mucho que contarles, a ambas, pero ya tendría tiempo de hacerlo cuando Daphne estuviera recuperada. En ese instante, ni siquiera sentía fuerzas como para luchar contra mi atracción con Kilian.
— ¿Estabais juntas en el centro comercial? — Le pregunté a Scarlett.
— No, me la encontré por casualidad. Yo estaba con Ian.
— ¿Y cómo se cayó?
— En realidad, no lo sé. Justo nos habíamos despedido y yo me encontraba caminando de espaldas hacia ella, cuando escuché un estruendo. Y al girarme vi aquella escena.
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5 pasos para romper con un chico
Ficção Adolescente¿Cómo evitar el dolor de un corazón roto? Guiada por la amarga y fría concepción que tenía del amor, Noelle Myers decide crear cinco pasos para romper con un chico intentando causarle el menor daño posible. ¿Cómo? Fácil. Para cuando llegues al quin...