La Fiesta

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El chófer paro en la puerta de la casa y yo me baje del auto para entrar a la casa.

Cuando entre no vi a nadie entonces subí directo a la habitación. No me podía dormir pero los pensamientos que tuve sobre Loren me invadieron y me dio una gran nostalgia saber que era posible que no la viera nunca más.

Pensando en todo eso a solas en la cama de aquella habitación empecé a extrañar hasta a quienes menos pensé. Mamá, papá, Adam, Jasmine. Fue lo que se me vino a la cabeza y sin poder aguantar las lágrimas llore como anoche solo que esta ves era un llanto por todos.

Aunque los últimos dos no sabían más que solo darme problemas aún así sabía que en el fondo los quería. Adam por ser mi hermano y compartir toda mi vida con él y Jasmine por todo lo que alguna vez tuvimos.

El recuerdo de tantas cosas me vino a la mente. Y con eso solo me podía sentir peor. Llore y llore tanto que sin esperarlo el cansancio me atrapó y quedé dormida.

*Adam abrió la puerta y allí estaba.
Dormía tranquilamente.
Vi en donde se encontraba y sin más me torne pálida y empecé a temblar mientras que lágrimas salían de mi. Porque una cosa era la tortura que me causaba el recuerdo pero ver en persona era algo totalmente diferente.
Quería entrar pero al mismo tiempo quería salir corriendo de la casa.
Adam al ver lo afectada que estaba me abrazo y cerró la puerta que teníamos enfrente para no ver más lo que era mi dolor eterno.
-Adam hui, me fui-dije mientras me ahogaba entre lágrimas -
No te culpes - me trató de tranquilizar pero era lo menos que podía hacer.
Y por eso me mismo me surgió una duda.
-Y porque Jasmine...
No pude terminar porque fui interrumpida por la voz de ella y por el tono que tenía no estaba muy feliz por la gran visita que tenía en su casa.
-Que? Te refieres a que porque la tengo. Pues eso te lo iba a decir yo pero ya veo que la curiosidad mató al gato. -
Dijo mientras me miraba a mi y Adam fijamente con una gran furia en sus ojos*

Desperté en la mañana gracias de nuevo a la señora de ayer. Que siempre me despertaba con una sonrisa.

Me arregle para el trabajo y baje a desayunar, esta vez no estaba el hombre entonces me sentí en más calma ya que su presencia misma me alteraba.

Esta ves la señora me hizo una ensalada de frutas que empecé a comer y me sirvió un jugo natural de naranja. Cuando terminé me dirigí junto a la señora a la salida.

Subí al auto junto al chófer y me llevo al hospital. Mi día de turno estuvo completamente normal y todo marchó bien. Hoy tampoco fue Loren y mi preocupación fue aumentando.

El chófer llegó a recogerme y nos regresamos a la casa donde vivía en contra de mi voluntad.

Cuando íbamos en el auto pensé mucho en salir e irme corriendo pero no me atrevía ya que algo me decía que si lo hacía mi secuestrador me seguiría buscando. O peor, podría buscar a alguien que quiera y le podría hacer un daño.

Así llegue a pensar que mi secuestrador quizás fuera el responsable de que Loren no se halla presentado en mi trabajo.

Tal vez la halla amenazado, no me quería imaginar lo peor. Entonces solo me enfoque y me traté de convencer en que ella estaba bien y por alguna razón no podía ir a verme.

Ya vagando en mis pensamientos llegamos a la casa. Me baje del auto y entre a la casa. Me sorprendi al verlo a él sentado en uno de los sofá de la sala.

Me hizo un ademán con la mano para que siguiera mi camino escaleras arriba para ir a la habitación.

Le hice caso y subí. Llegue y entre, me senté en la cama de la habitación y a los pocos segundos el abrió la puerta de esta.

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