OSCURO DESEO

Hora De Despertar

*-Alex-la voz de papá sonaba lejana
-Papá? - me gire para buscarle-Papa?! - no lo encontraba y mi desesperación se hacía presente. - Papá donde estas?, papá - corrí buscándole.
-Alex-corrí tras su voz.
El camino se hacía oscuro y cada vez me desesperaba más en encontrar a mi papá, quería verlo, abrazarlo, decirle lo que sentía.
Pare con la respiración hecha un desastre de tanto correr, alce la vista y me di cuenta que no sabía dónde estaba
-Papá?! - grite al aire.
-Aquí estoy - dijo frente a mi con los brazos abiertos y su hermosa sonrisa
Sentí alivio al verlo y rápidamente caí en sus brazos, me abrazo y no pude evitar llorar.
-Ay papá no sabes cuanto te extraño, y no tienes idea de cuanta falta me haces-dije acurrucandome en sus brazos.
-Pero porque lloras mi niña- dijo tomando mi rostro en sus manos.
-Ay papá te amo- le di una sonrisa de medio lado
-Tu siempre serás mi niña, pero es hora de despertar*

-Mi niña- me llamo Marta intentando despertarme.

Me sente en la cama mientras me frotaba los ojos para despertar.

-Hay días que te despiertas sola y otros que es casi imposible despertarte - reclamo ella mientras me veía.

-Hay días donde tengo más sueño que otros - me levante de la cama.

-No puedo imaginar como te desvelaste anoche si era domingo - me miro incrédula

-Preguntale a Julián - le dije antes de entrar al baño.

Pensé que me diría algo pero solo escuché cuando la puerta de la habitación fue cerrada.

Entre a la ducha y recordé aquel sueño que tuve. Era extraño porque mis sueños eran sustituidos por recuerdos pero esta vez no había sido así.

Además que el sueño en sí había sido un tanto extraño, tal vez sólo era porque extrañaba a mi padre. Y ese sueño hizo que tuviera un poco de nostalgia.

Ya cuando salí de la ducha me arregle para el trabajo y salí de la habitación para ir directo al comedor.

Allí estaba Marta preparando aún el desayuno, yo solo me sente en la mesa para esperar. Cuando terminó me sirvió unos huevos fritos con plátanos y un té verde.

-Ahora explicame la razón de tu desvelo- exigió Marta mientras yo comía.

-Fuimos a una de sus fiestas y llegamos tarde- dije sin más.

-Solo eso? - preguntó incrédula.

-Solo eso- la mire a los ojos.

-Y cómo se llevan ahora? - me tomo por sorpresa la pregunta.

-Digamos que mejor que antes.

-No te ha golpeado? - me hizo recordar nuestra pelea.

-No, nada ha pasado - le dije para no preocuparla.

-Y aun sigues pensando en escaparte? - preguntó en un tono bajo.

Se me había olvidado aquella petición que le hice a Marta y quedé atónita al recordar. Ya tenía mi plan con Loren y no le había dicho nada a Marta.

-No, no lo he pensado mucho ya- trate de no involucrarla en mi plan. No quería traerle problemas a esa bella señora.

-Bueno si así es me alegra que las cosas estén bien entre tú y el joven- expresó con una alegre sonrisa.

Le devolví la sonrisa y terminé de comer. Me levante y Marta me acompaño a la puerta, la abrace y me despedí de ella.

Subí al auto con el chófer y el arrancó. Al llegar al hospital me baje y fui directo a mi sala de odontología.