Deseo

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ALERTA DELICIOSO

ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS SEXUALES
SI USTED DESEA SEGUIR AL SIGUIENTE CAPÍTULO, ES LIBRE DE HACERLO YA QUE NO TIENE NADA QUE VER CON LA HISTORIA.

Y YA PARA LOS QUE APOLLAMOS EL DELICIOSO

AQUÍ VAMOS

PD:EN LA MULTIMEDIA DEJE UNA CANCIÓN 🔥☺️(describe al tipo)






11:30pm

Mi vista era nublada por las lágrimas de mis ojos. Mientras veía alejarse al único ser que podía decirme hasta mi verdad más dolorosa.

-Quemame- grite

El se giro sobre sus pies en dirección mía. Y yo empecé a caminar hacia él

El era la consecuencia de querer jugar con fuego. Y si por mis ganas de estar con él fueran lo seguiria hasta quedar calcinada.

Quedamos de frente uno del otro y el paso su mano por mi mejilla mojada por las lágrimas.

-Lo deseas? -

Me asustó la frialdad en su voz

-Si

-Cuanto?

Alguien alguna vez me dijo que desear demasiado tener algo o a alguien te puede hacer daño y al conocerlo supe que tenían razón porque estando con él ese deseo que teníamos era enfermizo.

-Mucho

-Demuestramelo

Con eso dicho el empezó a caminar y yo le seguí sabiendo a donde se dirijia.

Era enfermizo porque a pesar de las advertencias de muchos y hasta de él mismo me negaba a dejarlo.

Seguí al ser que no le importaba mi muerte, la persona que me dejaba en claro siempre lo que sentía por mí : nada. A parte de lástima y el deseo que al desnudar nuestros cuerpos era innegable.

Llegamos a la parte de atrás de mi casa.

Y allí estaba la pequeña cabaña que papá nos construyó a mi y a mi hermano de pequeños.

Pasamos mucho tiempo aquí los tres en mi niñez. Luego en mi adolescencia pasé noches aquí por mi rebeldía o por simple capricho.

Aquí estuve con Loren y bebimos, fumamos y hasta lloramos. Aquí era mi lugar seguro.

Con el tiempo la remodele y le hice unos cambios para que no se cayera ya que era una de las mejores cosas que tenía aquí.

Cuando crecí deje de visitarla hasta que lo conocí y por las noches en las que todos dormían el y yo encendíamos en fuego esta cabaña.

Entramos y allí estaba un gran colchón en el suelo junto con unas mantas.

Yo me senté en el colchón y el se tumbo encima mio. Con la única distancia de sus brazos a ambos lados de mi rostro.

Sus ojos miraron los míos y en ellos no vi más que lujuria y deseo. El se inclino un poco hacia mí oído y sentí su respiración.

-Preciosa no seré gentil- me advirtió su fría voz- si las veces pasadas te habían gustado esta será una tortura. Pero- me mordió el lóbulo de la oreja- aun así me pedirás mas.

Cada palabra que salió de él me calentó aún más. Y el lo sabía, sabía lo que me hacía sentir. Y en sus lujuriosos ojos se veía que lo disfrutaba.

Se paro dejándome caliente. Estaba recostado en la pared. Y yo me senté para mirarlo.

-La blusa, quitatela- me ordenó

OSCURO DESEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora