OSCURO DESEO

Julián

Su mirada se volvió fría como era costumbre mientras tenía el ceño fruncido por lo que dije.

-Que sabes tu de mi padre? - preguntó el casi en orden

-Lo necesario- le respondí como el lo hacía

-Quieres jugar mi juego ahora?, alerta Alex, terminaras perdiendo- agregó - pero ya estas acostumbrada a perder. No?.

Y ahí no pensé y nuevamente me fui encima de él y lo golpie. Cada golpe era por todo lo que dijo.

Mis golpes más que contra Julián era para descargar esa ira que me consumía.

Julián tiraba golpes al aire y parecía que no tenía intenciones de pegarme. En cambio yo le solté puños por todas las partes de su cuerpo hasta cansar mis brazos.

Mientras lo golpeaba todo lo que dijo el paso por mi cabeza. Mamá, Papá, Marcus, Loren, Jasmine, Adam y mi hija.

Sentía la ira por todo lo ocurrido. Ese enojo era conmigo misma y de alguna forma necesitaba sacar todo el sufrimiento y ya estaba cansada de llorar pero al final lo hice.

Julián recibió mis golpes hasta que sin más me desplome en sus brazos a llorar.

-Estoy cansada de lidiar con todo lo que me pasa y tener que fingir estar bien. No puedo con todo, es mucha carga- solté entre lágrimas.

No sabía porque se lo decía a Julián ya que el me secuestro y he sufrido desde que me hizo eso pero era al único que tenía en este momento y aunque no quisiera el sabia mi historia. Y me dijo mi cruda verdad.

-Tienes razón, sin apoyo no soy nadie. No soy capaz de nada - seguí diciendo recordando lo que me dijo él.

Amargas lagrimas corrían por mi mejillas al saber mi realidad y dolía que alguien mas tuviera que decírmelo.

Luego paso algo que no me esperaba. Julián me tomó en sus brazos y me abrazo. Quede sorprendida mientras el me tenia en sus brazos y me daba un abrazo cálido y que era lo que necesitaba ahora.

-Eres fuerte Alex - bufé por lo que dijo - Creeme, lo eres. Has pasado por mucho y es válido llorar y normal sería matarse pero no lo haces sufres y tratas de sanar y salir del dolor.

Me mantuvo en sus brazos mientras me hablaba y no sabia ya si era un consejo o si me intentaba animar después de todo.

Me gire para verlo a la cara. En sus ojos no se proyectaba la misma frialdad a la que me acostumbre cuando llegue a su casa.

Me preguntaba cuando fue el momento en que quien me secuestro dejó de darme órdenes y empezó a preocuparse por mi.

Cuando había sido el momento en que esos bellos ojos azules pasaron de ser fríos como el invierno y empezaron a parecerse al mar en calma.

Ahí fui consciente de que estaba junto a él que tenía el torso desnudo y que yo probablemente estaba sudada.

A él parecía no incomodarlo y por eso no me moví y continúe observandolo. Lo vi como si por primera vez lo hubiera hecho.

-Me dices cosas feas y ahora me hablas bonito. Me sorprendes - solté una pequeña risa.

-No son ni bonitas o feas. Solo trato de ser real y decirte la verdad.

-Entonces no seas tan rudo con la verdad.

-Solo quería ver si te animaba a golpearme y pasara esto. Tu desahogo esta hecho. -hizo una sonrisa de satisfacción-.

El se levantó y estiró el brazo para levantarme. Tome su brazo y el me jalo para pararme.

Se bajo del ring y se coloco su camiseta y zapatos. Yo me baje igual y ambos nos dirigimos a la salida
y fuimos al auto. Nos subimos y Julian arranco.