La alarma de su localizador comenzó a sonar, eso solo podía significar que algo malo estaba ocurriendo y la necesitaban de inmediato. Se levantó tan rápido como pudo, buscó su ropa y mientras se vestía, él la sujetó del brazo.
—¿Es una emergencia?
—Sí, me necesitan tan rápido como sea posible. Creo que iré sin mi traje de héroe, dijeron que no debía perder tiempo.
Se desperezó, Uraraka ya estaba prácticamente vestida, aquella noche no habían hablado mucho, pero al menos habían podido compartir un tiempo juntos, algo que desde hace mucho tiempo no hacían.
—Supongo que ese desayuno juntos quedará para otro día— Dijo decepcionado.
—Lo siento, aunque mañana tengo el día libre, esta noche podríamos vernos otra vez—Indicó mientras se acercaba al peliverde y le daba un beso en los labios— El deber llama, te llamaré más tarde Deku-kun.
Justo antes de salir de la habitación, el peliverde se levantó y la abrazó por la espalda, dejando descansar su cabeza sobre su hombro, mientras rodeaba su cuerpo con ambos brazos. Ella puso su mano sobre su brazo, aceptando el gesto, sintió un beso de él en su mejilla y luego la soltó.
—Ve con cuidado, te estaré esperando.
—Tranquilo, vuelve a dormir.
Salió del apartamento de su novio, revisó su teléfono y notó que no había ningún mensaje nuevo. Eran las tres de la mañana, no había casi nadie en las calles, si la necesitaban urgente lo mejor era que no fuera por su traje, sea lo que fuese, se encargaría de ello así.
No pasó mucho para que frente a ella apareciera su viejo amigo de piernas veloces.
—Uraraka-san, me enviaron a buscarte.
—Y yo que pensaba tomar un taxi ¿También te sacaron de la cama?
—No perdí tiempo en ponerme mi traje, no me han dado los detalles, pero quise venir a buscarte tan pronto como pude.
Aligeró su peso con su quirk, Iida la cargó y comenzó a correr en dirección a donde había ocurrido el incidente del que no sabía detalles, con ella eran dos los héroes profesionales que estarían en el lugar, sin tomar en cuenta los otros tres que había leído en el mensaje, lo que sea que había ocurrido tenía que ser algo delicado para que estuvieran tantos héroes involucrados.
—¿Cómo está Midoriya? Hace tiempo que no lo he visto.
—Sus horarios son cada vez más fuertes, pero está bien. Algo cansado, pero feliz por poder ser de ayuda, tú lo conoces bien.
—Sí, siempre lo veo en las noticias. A veces me pregunto si tiene un día libre, incluso cuando está de civil siempre termina involucrado en algún incidente. Es Midoriya de quien hablamos.
—Así es.
La conversación no le gustaba, a pesar de que Iida no estaba diciendo nada malo, lo cierto era que ella veía cada vez menos al peliverde, sus horarios aumentaban en vez de disminuir, él decía que no le importaba porque su deber era ayudar a tantas personas como fuese posible, pero ¿Era necesario todo ese peso sobre sus hombros?
La ciudad no tenía falta de héroes, al contrario, pero aquello lucía como si en realidad no hubiera suficientes.
Ella también estaba afectada, no es que estuviera en contra de ser una heroína, era su sueño y había trabajado duro para ello, solo que sentía...
Sí, la palabra de Bakugou fue la primera que había venido a su mente.
Incompetencia.
No tardaron mucho en llegar, al ver la situación, se trataba de un club nocturno donde las cosas parecían haberse salido de control, afuera estaban los civiles que habían sido rescatados, así como los paramédicos atendiendo a los afectados, mientras la policía evitaba que los demás se acercaran. Apenas se acercó uno de los héroes la llamó, indicándole que fuera con él.
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Sin lugar para los débiles
FanfictionUraraka había llegado a aquel bar con la intención de distraerse, por alguna razón no le encontraba sentido a su carrera como heroína profesional y se sentía estancada en una relación que todos veían como perfecta, pero que no era así. Al encontrars...