El hombre de cabello rojo

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Yaoyorozu había sido clara en sus palabras, así fuera de aquella forma, pelearía junto a Bakugou hasta el último minuto con tal de darle el mejor resultado, el problema allí estaba en que no solo se encontraba batallando contra todos aquellos enemigos que veía en el mapa y necesitaba ir adaptando su estrategia minuto a minuto, eso y que debía tomar cero en cuenta el hecho de usar fuerza no letal, la peor pelea la estaba teniendo con aquellas visiones que Lucky le había hecho ver y pintaban tal cual a un callejón sin salida.

La pelinegra tenía una gran ventaja en aquel campo de batalla, el cual era que ya conocía varios de los sucesos que allí ocurrirían, los callejones sin salidas, los muros que no se podrían derrumbar, los límites que no podrían romper porque esa era la noche ¡La tan temida y esperada noche que vio y rogó no llegara jamás!

En una visión rápida, pero inolvidable, vio muchos detalles de ese fatídico día, se dibujaron las escenas en su mente, y quedaron tatuadas con una tinta elaborada a base de desesperanza y la gloria de una victoria manchada en la sangre de un ser al que jamás hubiera pensado antes abrazar, pero sabiendo lo que venía, ojalá cuando se apareció en su oficina lo hubiera detenido, solo un segundo, tan solo un mísero abrazo, porque ahora que sabía lo que se venía hasta el más mínimo contacto físico se hacía demandante ¡Y no en algún sentido romántico! Sino en el sentido más humano de saber que nunca más tus manos chocarán los cinco con ese chico, o con su hombro para decirle "buen trabajo", con esa condenada sensación que esta noche Yaoyorozu sabía que era mucho más sencillo tocar una estrella que otra vez a ese hombre.

Bakugou Katsuki, alias Dynamight, héroe imparable y de carácter inconfundible, con un quirk explosivo capaz de librar las batallas más agresivas y bestiales, un hombre que levantaba admiración porque verlo era saber que estarían a salvo, hoy ella lo sabía, ver su espalda más que darle un aire de esperanza, le quitaba el aliento porque la primera señal de lo que vendría.

―¡Baja la cabeza!― Y un disparo rozó su cabellera, en esa dirección se lanzó con un cuchillo, clavándolo en el pecho de su atacante― ¡Este es mío!

El dron pasó a un lado de Bakugou, que lanzaba un pequeño dardo que se incrustó en el cuello del siguiente atacante, el cual se quedó paralizado tras una fuerte descarga eléctrica que lo dejó sin fuerzas, el soldado sacó el cuchillo del pecho de su anterior atacante y se aseguró de que este otro no volviera a levantarse, haciendo un corte rápido y preciso en el cuello. Sin perder tiempo, sin ver atrás, siguió avanzando.

―Es raro que no hayas dicho nada hasta ahora.

―¿Sobre qué específicamente―

―Eres una heroína, Creati, lo que estás viendo y haciendo acá no es propio de un héroe.

―Ni lo de hoy, ni lo de mañana, lo que es necesario no es propio de un héroe― Respondió mientras veía en las pantallas el camino más corto para llegar al objetivo― Si te preocupa que luego de esto tenga algún recargo de conciencia...

―Lo siento― Dijo con un tono envuelto en una culpa y arrepentimiento que no era para nada propio de él― Estoy aquí porque decidí mancharme, ser lo que se necesita para evitar una tragedia, tú no tienes nada que hacer aquí.

― ¡Claro que tengo que! ― Indicó en un grito entre indignado y doloroso, golpeándolo en la cabeza con el dron― Para mí, esta noche no se trata de vencer.

― ¿Entonces?

―Se trata de no dejar solo a un amigo.

Bakugou iba a decir algo más, pero se guardó las palabras, al final esa decisión provocaría que Yaoyorozu tuviera que cargar en sus hombros con un peso terrible, ese de saber que no pudo hacer más aunque aquello fuera imposible, ella no le dejaría solo esa noche y por ello, lamentablemente, sabía que él no le dejaría sola nunca más, al menos no la imagen que sabría que ella vería esa noche.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2023 ⏰

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