Vulnerables

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Shoto se encontraba peleando junto a su padre contra un dúo de villanos que se complementaban a la perfección y fortalecían el quirk del otro, Endeavor no estaba en las mejores condiciones tras aquella misión de la que regresaba y honestamente su quirk no era el mejor para este caso, la peculiaridad del enemigo solo empeoraba la situación y todavía no sabía del todo si Yaoyorozu había sacado a todos de allí.

Solo podrían valerse de su quirk de hielo y combate cuerpo a cuerpo, de ser posible, un golpe seco que los dejara fuera de combate.

Afortunadamente padre e hijo se entendía bien en combate, porque eso debía terminar rápido, había tardado demasiado y aquella explosión fue la última advertencia que necesitaron.

Yaoyorozu fue sorprendida por parte del techo que se vino abajo, aunque sus piernas reaccionaron a tiempo y corrió antes de que fuera demasiado tarde, con cada paso que daba una parte del techo se desplomaba y rozaba peligrosamente su espalda, sabía que no podía parar, una pequeña pausa y terminaría aplastada y aunque pensara rápido, crear algo le tomaría más tiempo que simplemente correr y salir de allí.

No la dejaba tranquila el hecho de que allí hubiera alguien, solo quedaba un niño más, era lo que sabía, al menos con el sensor que se había colocado no había visto ningún otro cuerpo, aunque no podía afirmar nada por lo rápido que ocurrían las cosas. Vio a lo lejos, a unos cuantos metros una figura que parecía humana, hizo una garrocha y la apoyó en el piso, impulsándose hasta aquella dirección mientras detrás de ella el humo gris oscuro del fuego y ese claro de la estructura se combinaban dándole una clara advertencia que solo había tenido suerte.

—Está aquí, estoy segura.

Creó un par de guantes para protegerse del fuego, si le tocaba agarrar algo eso le ayudaría, pero el fuego era cada vez más intenso y sabía que solo sería una pequeña ayuda. Se hizo espacio por los obstáculos hasta que logró ver a un chico tirado en el suelo.

Hizo rápidamente una máscara para protegerlo del fuego y pudiera respirar, afortunadamente reacción al verla, seguía con vida y estaba consciente.

—Tranquilo, te sacaré de aquí, primero necesito que respires un poco para poder irnos de este desastre ¿Tu nombre?

—Tama...Tamaki.

—Bien Tamaki, fuiste muy inteligente al quedarte en el suelo, por eso sigues consciente, le voy a decir a tus padres para que vean que gran chico tienen como hijo, no tienes que hablar, solo asiente o niega ¿Entendido?

El pequeño asintió.

—Perfecto, vamos a jugar a los bomberos, haré un traje especialmente para ti y te lo pondrás lo más rápido que puedas.

Nuevamente asintió, Yaoyorozu agradeció que el humo tapaba cierta visibilidad al niño, de esa manera él no vio su expresión de desgaste cuando creó el traje para él, se estaba obligando, obviamente no estaba respirando bien por la situación, tuvo que reemplazar su máscara por otro ya que se había roto por parte de la estructura que cayó y dieron en esta, una roca había logrado su cometido y sangraba, aun con aquel salto que había hecho que cualquiera atleta olímpico le premiaría, la caída fue terrible ya que el suelo estaba lleno de escombros.

Un tobillo dañado, la cabeza mal, los pulmones colapsando y su quirk advirtiéndole que ya era suficiente...pero faltaba el niño, solo uno más.

Shoto no llegaría, eso lo tenía en cuenta y no se lo recriminaba en lo absoluto, Nanami e Ichika sabían de la situación, así que quizás ya buscaban apoyo, si es que no habían usado los drones para pegarle a los héroes inútiles que habían venido a "salvar el día".

Vio a Tamaki, el niño se puso el traje tan rápido como pudo, era hora de salir de allí. Lo cargó en ese momento y comenzó a moverse en dirección a una salida, si es que esta todavía existía y si no ella misma la haría de ser necesario.

Sin lugar para los débiles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora