Limón y Sal // Anahug

XIV

Cuando terminaron el concierto, ellos se quedaron haciendo un par de fotos encima del escenario y nosotras nos fuimos al camerino a esperar, los nervios volvieron a mi, no sabia como íbamos a reaccionar ahora delante de todo el mundo. Cuando había cantado encima del escenario había gente pero lo sentí todo tan íntimo que me imaginé que estábamos los dos solos ahí encima.

- Tía, dinos algo -dijo Samantha- llevas desde que llegamos sin decir ni una palabra, pareces que estás en Júpiter

- ¿Jujiti, estás bien? -esta vez habló Maialen

- ¿Qué hago ahora? -esa era la gran pregunta que rondaba por mi cabeza- Estoy aquí ¿Y ahora que toca?

- Ahora toca ser vosotros -dijo Maialen

- Mujer tan solo te digo que se te ha declarado ahí encima, delante de toda Barcelona -nos miramos las tres y empezamos a chillar dando saltos

- Hugo no corras -oí la voz de Iván que venía desde el pasillo

Apareció un Hugo totalmente eufórico por la puerta, pero cuando me vio se quedó parado, las panteras que fuimos por la noche volvieron a aparecer y tan solo estábamos los dos en la guerra de miradas. Vi que detrás llegaron los que quedaban de la banda pero no podían entrar porque Hugo ocupaba la entrada.

- ¿Que la vas a ir a abrazar ya o nos tenemos que quedar toda la noche? -dijo Gèrard haciendo que todos riéramos

Él se acercó a paso rápido y por fin nos fundimos en ese abrazo tan esperado, me levantó y me empezó a dar vueltas por el aire haciendo que los dos riéramos a carcajadas, puse mis piernas alrededor de su cintura y sus manos se colocaron aguantando mis piernas, podía sentir su respiración en mi cuello y mis manos picaban ansiosas de contacto. Me bajé pero él tan solo me soltó lo mínimo para cogerme la cara con sus manos y que nuestros ojos se volvieran a juntar, sin darme cuenta me mordí el labio a causa del nerviosismo y sus ojos bajaron a mi boca. Nuestras frentes se juntaron pidiendo autocontrol por los dos pero por mucho que lo intentásemos las ganas eran más fuertes. Me besó, pero fue un beso lento, un beso con amor, un beso delicado, como si tuviera miedo a hacerme daño, mis manos se encontraban en su espalda apretando un poco para poder tener contacto con su piel.

- Has venido -dijo al separarse

- He venido -los dos sonreímos- lo que hemos llegado tarde, primero hemos tenido que venir andando porque había atasco y después el segurata no se creía que nos habías enviado entradas y no nos dejaba entrar así que hemos tenido que colarnos

- ¿Os habéis colado? -preguntó incrédulo

- Si chico, a ver si mejoras la seguridad porque vaya mierda -dijo de repente la rubia

- ¿Tu eres Samantha no? -se separó de mi para dar dos besos a la nombrada

- Así es -sonrió al ver que se sabía su nombre

- Igual a como me había dicho Anaju -me miraron

- Espero que tan solo te haya dicho cosas buenas -Samantha enarcó una ceja hacia mi

- No te puedes imaginar -estábamos todos en circulo sin darnos cuenta

- Y tu debes de ser Maialen -Hugo dio dos besos a mi otra amiga

- Sí, encantada

- Espero que os haya gustado, lo que habéis visto de mi concierto -me miró reprochándome que no lo hubiese visto todo

- No te pongas chulito que al menos he venido -nos reímos y me abrazó

- Pero has venido -afirmó

- He venido -le acaricié la cara

- A ver vosotros dos centraros un momento -nos llamó la atención Iván- son las doce y media de la noche y tenemos que cenar

- Podemos cenar todos en casa -propuso Samantha

- ¿Podemos? -preguntó Hugo

- Claro que si, podemos hacer unas pizzas

- ¿Tenemos tantas pizzas? -pregunté

- Sí, en teoria iban a venir los chicos a cenar así como sorpresa pero como hemos venido aquí pues lo cancelé así que tenemos comida de sobra

***

Íbamos andando por la calle, quedaba una cuadra para llegar a casa e iba cogida de la mano con Hugo detrás del todo, pero vimos como Samantha se acercaba hacia nosotros y se cogía del brazo de Hugo y yo le soltaba la mano para que estuviese más cómodo

- A ver Hugo yo tengo que hablar contigo -dijo Samantha con su gracia tan particular

- Dime -dijo con una sonrisa

- Yo me he encargado de que la niña vaya al concierto porque no iba a ir -él se giró ofendido hacia mi

- Menos mal de ti entonces -le siguió el rollo

- Entonces tu me debes un favor

- ¿Dime, que necesitas?

- ¿Quién es el pianista? -se hizo como la que no estaba interesada

- Así que te ha gustado Flavio eh -Hugo elevó las cejas

- Puede ser -se apartó el pelo del hombro

- Pues te va a costar trabajo porque al tío le cuesta el contacto con las tías -como se notaba que Hugo no conocía a mi amiga

- Huguito espérate -se apartó de él- tan solo te digo que mires y que aprendas -y con su chulería se fue hacia delante para hablar con Flavio

- Vaya -los dos empezamos a reír- es... -se quedó sin palabras

- Es Samantha -terminé por él

- ¿Es siempre así? -los dos mirábamos como coqueteaba con Flavio

- Sí, pero ahí donde la ves como una chula en realidad es un amor

- Me gusta -le miré enarcando una ceja

- ¿Me tengo que poner celosa?

- Eso nunca -y me besó mientras una sonrisa aparecía en mi rostro- tan solo tengo ojos par ti

- Eso espero -y esta vez fui yo la que lo besó

- Me encanta cuando eres tu la que toma la iniciativa -se mordió el labio y su mano bajo a mi culo

- Amigo contrólate que ya llegamos a mi casa -Maialen abrió el portal y todos subimos

Hugo y yo éramos los últimos que subían por las escaleras y él se había puesto el último, tenía ganas de jugar un poco así que moví un poco más las caderas de lo normal y giré un poco mi cabeza para ver como sus ojos no subían de mi espalda. Cuando iba entrar al piso él me cogió de la mano y puso mi espalda en la pared para acorralarme entre sus brazos.

- Como sigas así no me voy a controlar

- Pero si yo no he hecho nada -dije inocente

- ¿Quieres jugar? -se acercó mucho a mi boca- pues vamos a jugar -se separó dejándome con las ganas de un beso y se fue hacia dentro del piso

Sin ninguna duda este chico había hecho que mi control desapareciera