XLI

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POV ANAJU

- Madre mía cuántos niños hay aquí por dios -dijo Samantha viniendo una vez que entró al chiquipark

- No me gusta como huele -se quejó Maialen

- Menos mal que habéis llegado -las abracé- no podía soportar estar aquí sonriendo a las víboras esas

- ¿Y Hugo? -preguntó la rubia

- No sé -miré mi móvil- no le faltará mucho para llegar

- ¿Y cómo estáis? -fuimos a la barra par coger algo para beber- ¿Has hablado ya con él del tema?

- La verdad es que no -evité mirarla- no he tenido tiempo

- Que falsa -dijo Mai

- Es verdad -intenté defenderme

- No es verdad, ni lo has intentado -se quejó Mai- Anaju por dios os separasteis por culpa de la falta de comunicación no volváis a caer en el mismo error

- Lo sé

- ¿Entonces vas a seguir sin hablar y que el problema se haga más grande?

- No -miré hacia la puerta esperando a que viniera- pero no quiero oír su respuesta, no estoy preparada

- ¿Y si la respuesta es buena? -esta vez Sam me dejó sin saber que decir

- ¿Y si no? -porque podía pasar, podía pasar que su respuesta fuera la que no quería oír

- Anaju -centré mi mirada en la mesa- creo que Hugo ya te ha demostrado bastantes veces que quiere estar contigo, y no estoy hablando como novios, eso ya lo dejasteis hace tiempo -tenía toda la razón- ahora los dos ya estáis yendo a otro nivel, él sabe que eres la mujer de su vida y tú sabes que él es el hombre de tu vida

- Lo sé -suspiré

- ¿Entonces por que tanto miedo?

- Porque todo siempre se ha complicado con él, nunca hemos tenido nada fácil, siempre el miedo ha estado ahí

- Pues que te parece si empiezas a confiar en vuestra relación y dejas el miedo de lado

Entonces Hugo entró por la puerta con un paquete gigante, y es que venía con su sonrisa que tanto me hacia babear, venía arreglado pero sin arreglar venía siendo él, perfecto a su manera y perfecto a la mía.

- Hola preciosas -dijo cuando llegó a nuestro lado para besarme- nunca había visto a tantos niños juntos -se rió

- ¿Y te gusta? -pregunté con miedo a su respuesta

- Me encanta -me dio otro beso en los labios- ahora me voy a ir a ver al niño -dejó el paquete junto a los otros regalos y se fue a buscar a Luís

- ¿En serio que aún tienes dudas? -me preguntó Mai

- Creo que no

Nos quedamos las tres mirando como Luís iba corriendo hacia Hugo al verlo, y saltar encima de él, Hugo le hacia dar vueltas y los dos se reían, me quedé mirando fijamente sus gestos, el sonido, y es que hace 8 años cuando conocí a ese famoso idiota nunca me hubiese imaginado terminar así.

Pero así es la vida, que sin buscarlo las cosas más relevantes llegan, y en mi vida llegaron ellos, llegaron los hombres de mis ojos. A lo mejor Hugo no llegó en el momento correcto, pero sí que era mi persona correcta, a lo mejor tan solo era cuestión de tiempo que nos volviésemos a juntar... Y es que cada momento cada momento que he vivido con él ha sido parte de nuestras historia, de nuestra historia de amor... Puede ser que no seamos la mejor pareja, ni los que tengamos menos problemas, ni los que tengamos las cosas más claras. Pero de una cosa sí que estoy segura, y es que pagaría por volver a repetir nuestras locuras un millón de veces más y es que nunca me cansaría.
Pero antes tenemos que terminar nuestra historia, porque he visto el principio pero el final aún está muy lejos.


Las 22:57, después de la fiesta Luís había estado más acelerado que nunca, sobretodo por el regalo de Hugo, el tío había pensado que regalarle una guitarra era buena idea... Tan buena que al llegar a casa lo primero que hizo Luís fue sacarla para que Hugo le enseñara, los otros regalos pasaron a un segundo plano, ni los miro, sus ojos tan solo estaban para ese instrumento.

Pero ahora nos encontrábamos ya acostados en la cama con una luz débil que iluminaba la habitación, él estaba mirando algo del móvil y yo estaba sumergida en mis pensamientos. Estos me estaban comiendo por dentro y es que había pasado de la seguridad a la inseguridad en tan solo unos segundos. Pero siempre me pasaba, podía hablar de cualquier tema que no tenía ningún problema pero cuando se trataban de mis sentimientos, todo cambiaba a problemas, la palabra "imposible" era la mejor manera de describirlo.

- Hugo -dije con un hilo de voz

- Dime -no apartaba la mirada de su móvil

- Tengo que hablar contigo -entonces me miró enseguida, dejó el móvil en la mesilla y su cara era de miedo

- ¿Pasa nada? -se incorporó hacia mi- ¿He hecho algo malo?

- No no te preocupes -intenté sonreír

Nos quedamos callados, él me miraba y yo miraba a todos lados para no mirarlo a él, no se cuánto tiempo pasó, ni si pasaron tan solo segundos o minutos pero ninguno de los se atrevía a hablar.

- ¿Cómo lo haremos? -fue lo primero que se me vino a la mente

- ¿El qué? -preguntó confuso

- Eres una estrella mundial, te pasas casi todo el año viajando -él suspiró- y yo me quedaré aquí con Luís, y mi hijo se merece una vida estable. Con unos padres que estén siempre a su disposición, que no nos tengamos que preocupar por los rumores, que puedas ir a ver sus partidos de fútbol o sus actividades, que podamos ir a comer juntos si ningún problema y que la gente no nos mire todo el tiempo -una vez que empecé ya no pude terminar- ¿Además, que pasa si quiero tener más hijos? porque quiero más, tengo 36 años y no quiero tan solo uno, quiero como mínimo tres y tendré que criar a tres hijos sin su padre, y yo no quiero, quiero que su padre lo vea todo, quiero que mis hijos tengan una familia normal -y nos quedamos mirando fijamente, mi respiración era pesada y rápida, había sacado todo lo que llevaba una semana pensando

- Pues no lo sé, Anaju, no lo sé -la mano fue a sus labios como siempre hacia cuando estaba nervioso- no tengo ni idea, pero yo se que quiero tener hijos y dios mío -miró hacia arriba riendo- quiero que tu seas la madre de ellos, quiero que nos levanten ellos los domingos por la mañana tirándose encima nuestro, y quiero que cada vez que tengamos sexo tengamos que ir con cuidado para que no nos oigan. Quiero verte embarazada y estar bajo tus órdenes, quiero verte andar hacia el altar vestida de novia y ser el hombre más envidiado del mundo ¿Y sabes que es lo que quiero por encima de todo? Te quiero a ti, nunca me cansaré de decírtelo, te quiero y se que no será fácil, que yo no te puedo dar una vida normal, el anonimato desgraciadamente no va conmigo. Pero dejaré los conciertos de invierno, los haré por verano, cuando podáis viajar, si hace falta cuando los niños sean pequeños tan solo haré conciertos por Europa para que tan solo me tenga que ausentar un día como mucho, haré cualquier cosa para que lo nuestro vaya bien, porque tú y Luís os habéis convertido en mi familia y quiero que tus próximos hijos sean míos -nos quedamos callados, nuestras lágrimas hicieron acto de presencia

- ¿Has dicho que te quieres casar conmigo? -fue lo primero que salió de mi boca

- Sí, lo he dicho -él sonrió- y es lo que quiero

Se acercó a mi y me tumbó en la cama para que mi cuerpo quedase entre el suyo y el colchón

- Ana Julieta Calavia Pedrós - nos miramos fijamente- ¿Quieres casarte conmigo?

- Sí, sí quiero -me besó, mejor dicho nos besamos, nunca me hubiese imaginado que me pedirían casar así, ni que fuese todo tan improvisado,ni que fuera con él, pero me gustaba esta realidad

- Y ahora -se quitó la camiseta- tú y yo vamos a tener nuestro hijo, sin otro tío por en medio -nos reímos- tan solo nuestro

Me mordió el cuello jugando y un pequeño grito salió de mi

- Shhh -me silenció la boca con un dedo- Ana Julieta hay un niño en la otra habitación


Señoras y señores mañana será el último capítulo de la historia

Limón y Sal // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora