XXV

2.6K 105 17
                                    

POV ANAJU

- ¡Anaju! -oí a Sam chillar desde la entrada- llegamos tarde

- Voy -aparecí por la sala poniéndome los pendientes

Día 31 de Octubre, Rafa había organizado una fiesta de Halloween en un local, según él no había ninguna discoteca que valiera la pena para esta fiesta. Andando por la calle me acuerdo de él, hoy tenía un concierto en Los Ángeles, según las redes, las noticias, y la televisión lo estaba petando por cada ciudad que iba. Pero no hablábamos casi nada, cuando podíamos hablar o estaba cansado por las horas de viaje o sino era yo que estaba cansada por el trabajo, cuando hablábamos nos pasábamos horas pero después nos pasábamos una semana perfectamente sin hablar. 
Entramos en el local y Rafa demostró su gran capacidad para hacer de relaciones públicas, en una mesa apartada estaba nuestro grupo y fuimos hacia ellos, me senté al lado de Adri, todos iban bebidos y a mi me iba a tocar otra vez ser la mami del grupo.                                                                No podía dejar de pensar en mi despedida con Hugo, la noche anterior no dormimos, nos la pasamos compartiendo caricias, besos, conversaciones sin ningún objetivos, y secretos. Pero lo peor fue la despedida en el aeropuerto, desde que nos despertamos hasta llegar al aeropuerto no dijimos nada, ni nos cogimos la mano, parecía que el tacto entre los dos dolía, a veces notaba su mirada en mi y yo quería que sus ojos se unieran con los míos pero cuando giraba mi cara hacia él, él la apartaba. Tan solo quería un simple roce para saber que él estaba ahí, para saber que todo iba a ir bien pero tampoco quería su tacto, porque sabía que me iba a doler aún más su marcha. Una vez que llegamos al aeropuerto, estaban todos lo chicos, también Sam y Mai, ellas también se despidieron, Sam y Flavio aprovecharon para darse sus últimos besos, Hugo y yo seguíamos junto al otro pero aún no nos decíamos nada, parecía que los dos queríamos alargar el momento lo máximo posible. 

- Hugo es la hora -dijo Iván y enseguida los dos nos miramos con miedo 

Nos apartamos del grupo y nos quedamos mirando el uno al otro, me cogió de la mano, me acerqué un poco hacia él y le acaricie la cara dejando mi mano en su cuello, mi lugar favorito. Yo suspiré, notaba como mis ojos se estaban aguando y parpadeé para que no se escapara ninguna lágrima. Él me sonrió con la boca cerrada, y no dejaba de mirarme parecía que se quería quedar con cada detalle de mi rostro, se quitó una pulsera, la misma pulsera que me prestó durante el concierto en Córdoba cuando estaba tan nervioso. 

- Es tuya -me la puso en la muñeca con manos temblorosas

- Hugo es tu favorita 

- Quiero que esté contigo -no le quise reprochar se le notaba agobiado y nervioso- lo necesito

Una lágrima cayó por su mejilla, me acerqué aún más a él y junté nuestras frentes, esta vez me cayó a mi la lágrima, sus manos se aferraron a mi cintura y las apretó como si quisiera que no quedase ni un poco de espacio entre nosotros como si no se quisiese que me fuera. No nos podíamos mirar a los ojos, sabíamos que iba a ser aún más duro de lo que estaba siendo, nuestras narices se estaban acariciando y es que su tacto quemaba.

- Hugo, gracias por hacer que mi vida cambie -negó con la cabeza

- No hables -parecía un niño pequeño enfadado- no quiero que te despidas -otra lágrima- tan solo son 5 meses -otra lágrima- volveré tu tan solo me tienes que esperar -no había ni un centímetro que nos separase

- ¿Tu me esperarás? -no tuve respuesta, tan solo me besó

Sabía que ese beso no era uno cualquiera, ese beso era una despedida, había la rabia de cuando nos conocimos, había la tensión sexual que tuvimos la primera vez que los dos estuvimos en el camerino solos, había la libertad de cuando corrimos por las calles de Valencia, la intimidad que tuvimos en el puente de Córdoba, la pasión de nuestra noche de caricias, la vergüenza del día siguiente, el miedo de ese mismo día, las promesas que nos hicimos, y los te quiero que nos dijimos y los que nos faltaron por decir. El beso cada vez se fue haciendo más débil, siendo pequeños y dulces, con un toque agridulce y nos dimos nuestro último beso antes de separarnos, nos dimos el beso de despedida con sabor a limón y sal.


Y aquí estaba sentada en la mesa pensando en él, mientras todos se divertían, decidí que no me podía permitir este dolor, él iba a volver, estaba segura, me lo había dicho. Me pasé la noche bailando con Jesús, Nia, Mai, Sam y Rafa, el único con el que no me había atrevido a bailar era con Adri. Él me buscaba pero yo lo evitaba, podía ser que el rubio no estuviese pero él era mi chico y no iba a tirar todo por la borda por unos cuantos besos. 

- Anaju -me llamó Sam- ¿Me acompañas a la mesa, a ver si twitter dice algo del concierto?

Eran las 5 de la mañana, el concierto ya debería de haber terminado, una vez en la mesa miramos las redes sociales a ver si había nada especial, siempre eran los mismos comentarios de sorpresa y de ovación pero hoy mi twitter estaba teniendo más notificaciones de las usuales. Me mencionaban en una publicación de una revista de cotilleos, en la portada salía Hugo con una chica castaña muy abrazados, ella tenía su cara en el hueco de él y Hugo parecía no tener ninguna intención de quitarla, todo lo contrario estaba sonriendo. 

Reencuentro caliente entre Hugo y Eva, el romance entre los triunfitos vuelve

Se leía en el post, no podía dejar de mirar la imagen intentando encontrar algún fallo que me dijese que lo que veían mis ojos no era verdad. Mi pulgar deslizaba la pantalla con ansiedad, las menciones cada vez eran más y mi miedo aumentaba. 

- Anaju -oí a Sam con voz débil

- Soy una tonta -miré por última vez la foto, apagué el móvil lo metí en el bolso y me limpié una lágrima traicionera- pensaba que me iba a esperar pero ya veo que no -cogí el cubata que tenía Sam en la mano y lo bebí de golpe- al final si que tenía razón yo y tan solo era un juego en el que he perdido


Limón y Sal // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora