XXXII

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- Luís ves con cuidado -le dije mientras nos sentábamos Sam y yo en un banco delante del parque que había en el centro comercial

- Anaju tengo que hacerte una propuesta -la miré enarcando una ceja- tan solo te pido que me prometas que lo pensarás y que te lo plantearás -la veía impaciente

- Venga dime

- Primero prométemelo

- Te lo prometo -carraspeó

- De aquí dos semanas, el viernes haremos un cena Flavio y yo en casa con el grupo como los viejos tiempos y queremos que vengas

- Claro que vendré pero será con el niño que de aquí dos semanas me toca tenerlo

- El niño no es ningún problema -miró hacia el parque- el problema es que Hugo está invitado -dijo como si se arrancase una tirita, hubo silencio y es que yo al oír su nombre me tensé, admito que me tense, quise parecer como si no me importase pero por dentro tenía miedo

- Sabes Sam, será un cena y el niño no puede estar tanto tiempo despierto, creo que me quedaré con él mirando la tele -mi amiga suspiró ante mi respuesta

- Anaju

- Sam, no voy a ir -dije decidida

- Tan solo piénsalo, no te pido nada más, tan solo queremos que lo pienses -me cogió de la mano- hazlo por nosotros

- Me lo pensaré -miré hacia el parque y vi a mi hijo jugar con una niña en el columpio- pero no te juro nada

***

Era Miércoles, estaba en mi oficina mirando el nuevo proyecto que me habían dado, el domingo por la tarde Andrés fue a buscar a Luís a casa y eso significaba una semana sola, una semana echándolo de menos y una semana para pensar en la propuesta que me había dejado Samantha en mi cabeza. ¿Tenía que ir el viernes que viene a la cena? ¿Me tenía que arriesgar? ¿Tenía que dejar volver a los demonios del pasado? y más preguntas sin ninguna contestación.

- Buenos días -entró Noemí intentando sonreír

- Buenos días -apoyé mi cara en una mano

- ¿Cómo estás?

- Bien -enarqué una ceja- ¿Tú?

- Bien muy bien -se sentó y me miró- tengo que comentarte una cosa

- Venga dímelo Noemí -sabía que estaba escondiendo algo- ¿Qué es lo que tanto te preocupa?

- Hay un nuevo cliente muy importante -carraspeó- y ha preguntado por ti para un diseño de su concierto que tiene la semana que viene

- ¿Otro músico? -sonreí

- Así es -la veía incómoda

- Bueno pues claro, ningún problema

- Hay uno pequeño -lo marcó con los dedos

- ¿Cuál, yo no veo ninguno?

- Que ya lo conoces -en mi mente pasaron todos los cantantes para los que había trabajo

- Espero que no sea -me cortó

- Es él -intenté mantener la compostura

- No lo haré

- Anaju -dijo mi jefa intentando mantener la calma

- Noemí no puedo -me puse las manos en mi cara

- Pues se lo dices tu a él -me sorprendí

- ¿A qué te refieres? -no sabía a que se refería

- Está aquí fuera -me levanté y fui hacia la puerta cerrada

- ¿Hugo está aquí? -dije susurrando alto y señalando hacia la puerta

- Sí -ella asintió

- Ni de coña -empecé a ir de un lado a otro- ni de coña

- Por favor Anaju tan solo te pido profesionalidad

- Pero es Hugo -mis manos temblaban, yo que era tan correcta volvía a sacar lo peor de mi y aún no lo había visto

- Me da igual quién sea, es un gran cantante, muy importante para la discográfica y te quiere a ti -Noemí se levantó y me dijo seriamente

- Noemí no puedo -ella me abrazó al verme tan vulnerable

- No te pido que te vuelvas a enamorar, tan solo te pido que seas profesional y si tienes que mantener ciertas distancias lo haces -el problema es que seguía enamorada, ese era el problema- lo intentas y si ves que te supera buscamos que otra persona lo haga pero tan solo inténtalo -suspiré rendida

- Que entre -me senté en mi butaca otra vez, Noemí me miró antes de abrir la puerta y yo tan solo asentí

- Puedes pasar -le dijo sonriendo

A lo mejor fue tan solo un segundo pero yo lo viví a cámara lenta, su sombra apareció en la habitación para después terminar con su cuerpo entero dentro de ella. Ahí estaba él, el Hugo que había visto por las noticias hace unos días, como siempre, iba con una camisa con los dos botones de arriba sin atar, tenía barba de unos días y el búho que tan loca me volvía seguía ahí.

- Hola -dijo y ahí quise apartar todos los pensamientos que estaba teniendo

- Hola -me levanté y le di la mano, él hizo el mismo gesto sorprendido y vi por detrás a Noemí como me sonreía para después irse

- Anaju -empezó pero le corté enseguida

- Bueno vamos a empezar por el trabajo -me senté en mi sitio y él delante mío- ¿Cuéntame que quieres, tus ideas, el objetivo...? -me cortó

- Ya sé cómo funciona -sonrió yo tan solo dirigí mi mirada al Ipad- esté concierto será muy importante ya que es el primero que hago en España después de volver de Los Ángeles -los dos nos tensamos y hubo un silencio incómodo

- ¿Ah si? -me hice la tonta

- Sí -carraspeó- entonces tengo pensado llenar la ciudad con un nuevo cártel la semana que viene para llamar más la atención -sonrió- entonces necesito que me lo diseñes

- Vale ningún problema -le escuché con interés- ¿Tienes alguna idea?

- Quiero que sea tan espectacular como el primero que me hiciste, gracias a ti las entradas se agotaron en casi todas las ciudades y llamó tanto la atención que -se quedó sin palabras- tan solo quiero que vuelvas a hacer lo que hiciste cuando -carraspeó- ya sabes que cuando la gente lo vea sienta lo mismo que yo sentí

- Lo intentaré -dije al cabo de unos segundos quedándome mirándolo- pero todo ha cambiado

- Lo sé -y nos miramos fijamente con un sentimiento de nostalgia

Limón y Sal // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora