XXIX

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POV ANAJU

Todo había explotado, absolutamente todo.

Silencio era lo que se oía.

La puerta abierta por donde había salido Hugo hacia 3 segundos estaba abierta.

Me quedé estática, no sabía que hacer.

Lloraba silenciosamente, pero lloraba.

- Ana -oí a Cristina

No me dijo nada más, no lo necesité, miré a todos y corrí, corrí las escaleras hacia abajo, ahora mismo el único miedo que tenía era perderlo a él.
Abrí la puerta del portal que se estaba cerrando y vi a Hugo andar hacia la derecha rápido.

- ¡Hugo! -seguía corriendo hacia él, sabía que me estaba oyendo pero no se iba a girar- ¡Hugo espérate joder! -paró en seco y se giró rápidamente

- ¿Qué coño quieres Anaju? -había rabia en su voz

- ¡Que me lo expliques! -se quedó callado- ¿No querías que te escuchara? -estaba alterada y mi tono de voz no ayudaba- Pues aquí me tienes -nos separa un metro, pero ese metro dolía

- Ahora sí me quieres escuchar ¿no? -se rió- cuando ya te has follado al otro -me dolió

- Hugo no seas injusto

- No soy injusto -los dos estábamos alterados- soy realista -callamos- no te costó nada dejar que ese se metiera entre tus piernas -le pegué un guantazo

- Eres un cerdo -nos quedamos callados desafiándonos con la mirada.

Sin darme cuenta cerré los brazos a causa del frío, y es que era mediados de diciembre por la noche y estaba con tan solo un vestido.

- Anaju entra en el portal -me ordenó Hugo al darse cuenta de mi gesto

- No hasta que hablemos

- Te vas a resfriar, entra en el puto portal -se acercó más a mi

- No -quería hablar con él

- Joder -se quito la cazadora- no me puedes hacer caso nunca -y la puso sobre mis hombros

Nos volvimos a quedar callados retándonos, no sé que pasó por mi cabeza en ese momento pero le cogí de la mano para entrelazar nuestros dedos, él estaba tenso, lo noté, pero poco a poco así como mis caricias en su mano aumentaban su firmeza disminuía.

- ¿Ahora me vas a contar? -puse mi frente apoyada en su pecho

- Sí -dijo tímidamente y levanté mi cara para verlo a los ojos- estaba en Los Ángeles y ella también, me envió un mensaje para quedar y yo obviamente le dije que sí, al fin y al cabo hay algo que nos une y es mi amiga por mucho que hubiese algo más que amistad en su día -no lo dejé de mirar- pero eso fue cosas del pasado que te juro que te contaré. -puse mis manos en su cuello y él tenía las suyas en mi cintura- El caso es que después del concierto nos fuimos a un bar como siempre a celebrar el concierto y ella se unió, iba pasada de copas y ella siempre ha sido muy cariñosa y no le daba importancia a sus abrazos, pero me intentó besar, pero le quité la cara enseguida, te lo juro que le quité la cara -se rompió y juntó su frente con la mía- te juro que me quite, tan solo podía pensar en ti, nunca he estado tan jodido por una chica y es que mi Hugo del pasado no se habría quitado, pero este Hugo se quitó. -respiró fuertemente- Me quité, no quería ningunos labios que no fuesen los tuyos, no los quería, no quería otras manos que acariciasen mi cuello como lo haces tú, y es que Ana Julieta me has jodido mucho, tan solo quiero estar contigo, toda mi vida, quiero estar contigo toda mi vida y me da igual lo que diga la gente, me da igual que nos llevemos 5 años, me da igual todo, pero me da igual todo porque se que a tu lado todo va a ir bien. -los dos llorábamos- tengo muchos defectos, soy desorganizado, soy inquieto, ni soy capaz de no meterme en una pelea -nos reímos- pero no soy un mentiroso -me acarició la cara- y si te digo que tan solo seré feliz si estoy a tu lado -respiró profundamente- es verdad -agachó la cabeza derrotado

- Hugo -me cortó

- Sí tú quieres estar con Adri, lo aceptaré, no me volverás a ver nunca pero te lo tenía que contar

- Hugo -lo corté- ¿Tú crees que si prefiriese a Adri ahora estaría aquí contigo escuchándote? -nos quedamos callados pero nos reímos al ver la situación

- Lo siento -me quitó las lágrimas de mis mejillas- es que ya no sé ni que pensar -nos volvimos a reír

- Pues bésame -le pillé desprevenido

- ¿Estás segura? -nuestras narices se tocaban

- Nunca lo había estado tanto

Nos besamos, sus dos manos estaban en mi cara como si quisiera que no me escapase, al principio el beso fue tímido, pero no podía aguantarlo más y decidí dejar paso a nuestras lenguas. Con pasos cortos y sin saber muy bien hacia donde íbamos, llegamos a la pared del edificio donde me apoyó e hizo que no quedase ni un centímetro entre nosotros. Un gemido salió de mi sin querer, y él en modo de respuesta me mordió el labio, separamos nuestras bocas pero no nuestros cuerpos.

- Te quiero -le dije susurrando

- Te quiero -y nos reímos sin saber porque, nos miramos a los ojos con una sonrisa tonta, y me di cuenta de que su ojo derecho se estaba hinchando

- ¿Te duele? -le acaricié el pómulo, él se apartó

- Pero no me toques mujer -nos reímos- eres lista para lo que quieres, pero para esto...

- Ey no te metas conmigo -me besó otra vez y nos separamos otra vez con una sonrisa- ¿Subimos arriba?

- Dios no, me muero de la vergüenza -escondió su cara en mi cuello

- ¿Por?

- He dicho delante de tus padres que gemías mi nombre como si no hubiese nadie más -me reí a acordarme del momento

- Ha sido un poco inoportuno -dije mientras me reía

- Pero no he dicho ninguna mentira -me volvió a mirar y su mirada pícara volvió

- Tan solo quiero que esta noche me vuelvas a hacer gemir tu nombre como si no hubiese nadie más -le susurré en el oído

Limón y Sal // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora