XXVIII

2.5K 118 42
                                    

N.A: Hola, en este capítulo es muy importante hacer bien las pausas, no lo leáis rápido y sin dar peso a las comas y puntos por favor. Una vez dicho esto espero que lo disfrutéis, gracias.

POV HUGO

Hugo ya lo has hecho, no tienes que tener miedo, tu puedes, levanta solo la mano y toca el timbre.

Hugo, respira, Hugo, concéntrate, Hugo acuérdate de todo lo que tienes que decir, Hugo es ella, es Anaju, te va a escuchar, ella te quiere.

Levantó mi mano temblorosa, la pongo sobre el timbre pero me acuerdo que han pasado 5 meses, me acuerdo de su mensaje "Tan solo me tenías que esperar", oigo que hay gente en su casa, mis manos tiemblan, tengo mucho calor, la respiración es pesada, acabo de llegar de Madrid y no me lo he pensado, me doy la vuelta y empiezo a bajar las escaleras, será mejor que vuelva otro día.

Salgo del edificio y miro hacia su piso, veo el banco donde le dije que la quería, me siento esperando volver a esa noche, cierro los ojos y me acuerdo de ese momento, lo guapa que estaba, el sonido de su risa llega a mi...
Miro hacia su apartamento, veo a Samantha que abre una ventana y mira hacia abajo, me ve, nos aguantamos la mirada, no me muevo tan solo la miro, ella hace lo mismo. Mira hacia atrás supongo que le están hablando, me vuelve a mirar y no me hace ni un gesto, no se que hacer, levanto el pulgar para saber si está bien, ella afirma, vuelve a mirar hacia atrás, me mira indecisa, se rasca la frente pensando. Me hace un gesto para que suba, niego con la cabeza, lo vuelve a hacer y vuelvo a negar.

No me atrevo.

Ella niega, se que en su cara hay decepción y me envía un beso, lo cojo, nos sonreímos con nostalgia y se mete hacia dentro.
Me quedo mirando la ventana, oigo alboroto ahí arriba, miro la entrada otra vez para decidirme si entrar, vuelvo a acordarme de la afirmación de Samantha sabiendo que está bien, no puedo joderle, no quiero.

Doy media vuelta y me dirijo hacia Las Ramblas, me siento en un banco, son las 23:00, veo a parejas pasear, veo a familias reír, veo amigos abrazarse, veo flores, y me la imagino a ella, me imagino las veces que hemos pasado por aquí cogidos de la mano, me imagino las veces que la he besado andado, las veces que la he hecho sonrojar, la imagino pero su recuerdo se esfuma de mis pensamientos, la he perdido, he perdido al amor de mi vida. 22 años, y ya me he dado cuenta que ella es el amor de mi ida, me río, me acuerdo del Hugo de hace un año, y ahora se estaría riendo de mi. Quién me iba a decir que estaría un 15 de Diciembre, a las 23:00, en Las Ramblas, muriéndome de frío, con un cigarro en mi boca, pensando en una diseñadora gráfica, pensando en una simple chica, pero pensando en ella como el amor de mi vida.

Me río

Me levanto

Tiro el cigarro al suelo

A la mierda

Corro, corro por las calles de Barcelona, corro, me da igual si la gente me mira, pero corro, una mujer está saliendo del edificio y corro más rápido para alcanzar la puerta abierta. Subo las escaleras de dos en dos, llego al segundo piso y toco, toco al timbre una vez, pero toco, me abre Samantha y cuando me ve sonríe, le sonrío igual, me abraza y se que he hecho bien en venir.

- Sabía que volverías -me dijo en el oído y entré

Los nervios volvieron a mi, tenía miedo, pero me tenía que arriesgar, una vez una amiga cuando tenía 16 años me dijo "Quien no arriesga no gana" y lo haré, me lo debo a mi mismo, me merezco luchar. Samantha pasa primero a la sala donde hay una gran mesa y los primeros en verme son Mai y Rafa, después lo hacen sus padres, más tarde su hermana y una chica rubia, y así como el silencio se va apoderando Anaju, Adri, Jesús y Nia se giran para saber que es lo que ha dejado a todo el mundo mudo.

Me mira.

La miro.

Se tensa.

Trago en seco.

Tan solo hay silencio.

- Hola -es lo primero que me sale decir

- ¿Hola? -la furia va creciendo en su cuerpo- ¿En serio, Hugo?

Su voz soltaba dagas, no me gustaba como había pronunciado mi nombre, como si le quemara, se levantó y se puso delante mío desafiante, sus mejillas estaban rojas de rabia.

- Vete -señaló hacia la puerta

- No -no me pensaba ir

- Hugo vete -volvió a repetir

- No -me crucé de brazos

- Hugo que te vayas -levantó la voz

- Que no -me acerqué a ella- no me voy a ir

- Hugo aléjate -puso una mano en mi pecho

- No -roce mi nariz con la suya

- Te ha dicho que te alejes -una silla se oyó moverse con fuerza y un Adri furioso se acerco

- No te metas -me alejé un poco de ella- no eres nadie para meterte en esto

- Soy su novio -la miré a ella, pero sus ojos estaban en el suelo

- Así que ahora eres su novio -me reí y me acerqué a él- ¿Y cómo llevas eso de ser el segundo plato? -se encaró a mi

- Era cuestión de tiempo que se diera cuenta que al que quiere es a mi -me reí en su cara

- Si te quisiera te habría mencionado en la gira, pero no lo hizo ni una vez -le miré con chulería- todo lo contrario -nos encaramos- gemía mi nombre como si no hubiese nadie más -su cuello se hinchó ante mi confesión y me reí

Me pegó un puñetazo en el ojo, era de esperar, me desequilibre y me tuve que apoyar en el sofá, el ojo me batía con fuerza y me reí, para al segundo pegarle otro puñetazo, empezamos una pelea, los gritos se establecieron en la casa, notaba manos cogerme pero mi rabia aumentaba cada vez más. Nos intentaban separar pero ninguno de los dos estábamos por la labor, Jesús y Rafa me cogieron y me sacaron de encima de él.

- Hugo para -me giré y la miré, me acerqué

- No tienes ni puta idea de lo que paso en Los Ángeles -tenía lágrimas cayendo por mis mejillas- ni puta idea Ana Julieta -ella también lloraba- tan solo me tenías que escuchar, ya está -me pasé las manos por la cara con fuerza- pero ya veo que lo nuestro fue una aventura -le dije a centímetros de su cara- ¿No me dirás nada? -me separé de ella y miré al resto de la gente- lo siento por lo que acaba de pasar -puse una mano en mi corazón- lo siento por destrozaros la cena -señalé la mesa- y lo siento por todo -me rasqué la nuca

- Hugo -la voz de Anaju era apagada, me empecé a ir hacia la entrada pero volví sobre mis pasos, la miré de arriba abajo fijándome en su vestido, sonreí y le dije una simple frase para despedirme

- El rojo te queda de puta madre

Limón y Sal // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora