XX

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POV HUGO

Las 19:30 y tan solo íbamos por la mitad de la reunión, mi mente viajó directamente a pensar en los ojos negros de ella, y es que tan solo me hizo falta enviarle un mensaje para entender que no la tenía agobiar. Pero tampoco entendía el cabreo tan grande que había cogido, admito que quise jugar, pero tampoco entiendo que estuviese tan enfadada por esto, hemos pasado por momentos peores y de una tontería hizo un mundo. Pero hoy es su cumple, 28 años, y aquí estoy en una reunión que ahora mismo me importa una mierda, ahora mismo la gira mundial es lo último que pasa por mi mente, tan solo la quiero ver y saber que está disfrutando de su cumple. Tan solo pido una mirada, una sonrisa y ya estaré satisfecho, pero las agujas del reloj pasan lentas y mi impaciencia aumenta rápidamente.

Las 20:30, aún no me hemos terminado, mi pierna tiembla, mis uñas están destrozadas, mi pelo está totalmente despeinado, tres botones de mi camisa están abiertos a causa del calor por los nervios, 20:31 me levanto de la silla y todos me miran.

- Me tengo que ir -dije firmemente

- No puedes, aún no hemos terminado -dijo Tinet

- Lo sé, pero ahora mismo no me importa -se quedaron con la boca abierta- me tengo que ir a hacer otra cosa más importante -me rasqué la nuca al saber lo que acababa de decir

- ¿Más importante que esto? -se le notaba furioso- ¿Más importante que tu carrera?, ¿Más importante que tu gira mundial? -estuve en silencio unos segundos con miles de pensamientos por mi mente pero tan solo tenía uno claro

- Sí -fui conciso

- ¿Hugo eres consciente...? -no le dejé terminar

- Sí, lo he dicho una vez y no lo volveré a repetir -miré a Iván

- Corre, yo ya me encargo de todo

- Todo arreglado -le guiñe el ojo a Tinet y supe que me la estaba jugando mucho- nos vemos el Lunes

Empecé a correr por el edificio, no cogí ni el ascensor directamente fui por las escaleras, todo el mundo de la discográfica me miraba extrañado pero yo tan solo tenía un objetivo y era llegar a casa de Anaju lo antes posible, por suerte estaba en Las Ramblas y su piso estaba "cerca". La calle estaba llena de gente paseando, y era lo normal, un Viernes, en junio, a las 21:00 de la noche era lo más normal del mundo. Mientras corría vi a una mujer vendiendo ramos de flores en un pequeño chiringuito y supe que el regalo más indicado era comprarle uno, siempre que paseábamos la veía mirar estos sitios con admiración, cada vez que veía una flor la olía, nunca me lo había confirmado pero mi instinto me decía que eso era lo indicado.

- Buenas noches señora -dije para llamar su atención- le importaría darme uno

- Claro rey -señalo a la multitud de ramos- ¿Cuál quiere?

- En eso no había pensado -me rasqué la nuca y me quedé mirando impaciente

- ¿Es para su novia? -la señora dijo con ternura

- Algo así, estamos peleados -le miré- no se que somos ahora... Pero hoy es su cumple y se merece el ramo más bonito que haya en la faz de la tierra -me acarició el brazo- elígelo usted

- ¿Yo? -preguntó sorprendida

- Sí, usted -miré los ramos- estoy seguro que una mujer como usted escogerá el ramo más tierno y bonito

- ¿Cómo es su chica? -sonreí al penar en ella

- Única -ella me sonrió y cogió un de atrás

- Creo que esté es el indicado

- Es perfecto -lo cogí y lo miré para ver que era el indicado- ¿Cuánto es señora?

Limón y Sal // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora