XXXIX

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POV HUGO

- Hola -dije cuando Anaju me abrió

- Hola -le di un pico en los labios y entre en el piso- ¿Qué haces aquí?

- Vine a ver al pequeño

- Está en el sofá -los dos empezamos a ir hacia la sala- estábamos viendo una película e íbamos a pedir pizzas para cenar

- Es verdad son las ocho -dije mirando la hora en mi reloj- no había caído en eso

- Da igual, él se alegrará de verte -llegamos al sofá y Luís al verme no dudo en venir corriendo para abrazarme

- ¿Qué tal pequeño? -lo alcé en mis brazos

- Bien -le di un beso

- Menudo susto nos diste campeón -él escondió su cabeza en mi cuello- pero qué te parece si un día tu y yo nos vamos a jugar a fútbol

- Sí -levantó los brazos- ¿Te quedarás a cenar?

Miré a su madre, ella nos miraba con una sonrisa pero no contestaba, yo carraspeé para llamar su atención, al ver que los dos la mirábamos reaccionó.

- ¿Perdón? -se sonrojó

- Me ha preguntado si me quedo a cenar -me reí

- Claro -se rascó la cabeza- como tú quieras

- ¿Qué te parece? -pregunté a Luís

- Yo si quiero

- Pues decidido -nos fuimos los dos hacia el sofá para sentarnos- ¿Qué peli es?

- Los superheroes -miré a Anaju sin intender

- Los increíbles -rectificó riéndose

- Lo que he dicho -dijo Luís- vamos mamá siéntate 

Quedamos los tres sentados con Luís en el centro, el niño tenía en sus piernas el cubo de palomitas, miraba como Anaju cogía una palomita de vez en cuando en vez de coger un puñado, me reí por ese hecho, como se notaba que lo hacía para que su hijo cogiese más. Mi brazo izquierdo estaba alrededor de la espalda de Luís dejando que el cuerpo de él estuviese más inclinado hacia mi. Mi mano rozaba la pierna de Anaju, aproveche para hacerle un pequeña caricia con mi dedo, ella ante mi gesto se sorprendió y me miró fijamente, pero yo no me detení. Ella miró a Luís y después de pensárselo cogió mi mano a escondidas, la miré sonriendo ante su acción pero ella no me respondió, tan solo me acarició mi mano y siguió mirando la película.

Ya estábamos llegando al final y la verdad es que no presté mucha atención a Los Increíbles, mi atención se encontraba en Luís y sus caras de sorpresa depende de según que escenas.

- Un día seré igual de fuerte -dijo refiriéndose al padre

- Serás más fuerte -respondí y él se rió para sentarse encima mío

Me quedé sorprendido pero reí ante su acción, pero cuando me di cuenta de que no pensaba moverse puse mis brazos abrazando su cuerpo pequeño y le di un beso en su cabeza. Anaju miró la escena y yo tan solo le sonreí, palmeé a mi lado para que se acercara a nosotros y que no hubiese distancias entre nuestros cuerpos. Ella se lo pensó pero terminó cerrando el espacio que había y llevé una mano a su muslo, ella decidió apoyar su cabeza en mi hombro y agarrar mi brazo para después entrelazar nuestros dedos.

La película terminó y seguimos la noche comiendo una pizza grande que habíamos pedido para que nos la trajeran a domicilio.

- ¿Cómo os conocisteis? -preguntó de repente Luís y su madre se sonrojó

- ¿Quieres explicárselo tú? -me preguntó ella, yo carraspeé y reí

- Hace unos 7 años tu madre tuvo que hacer la publicidad de mi gira mundial -Luís se asombró

- ¿Mamá?

- Así es -afirmé- tu madre es la mejor en su trabajo -le guiñé el ojo y ella sonrió- entonces hizo un cartel bastante feo

- Eso no es verdad -se quejó ella

- Imagínate si era feo que la enviaron a mis últimos 4 conciertos para que se inspirará -Luís se rió- y así fue como nos conocimos, estuvimos dos semanas juntos, viajando por algunas ciudades de España, y tu madre -la miré- de repente una noche la inspiración le vino -una patada noté por debajo de la mesa

- Hugo estás rojo -me dijo Luís, yo tan solo intentaba esconder el dolor mordiéndome los dientes

- Es que tengo calor -miré a Anaju y ella se hizo la inocente

- ¿Y os quisisteis? -pregunto

- Claro que sí cariño -repondió Anaju- Hugo y yo fuimos muy buenos amigos -yo me reí por la bajo

- No me refiero a amigos, me refiero a novios -los dos nos atragantamos con nuestra propia saliva

- Algo que decir -dije a Anaju con un hilo de voz

- Sí -miró a Luís y hubo un silencio donde ella busco la mejor manera de explicarse- fuimos novios, durante un tiempo -bajé la cabeza al recordar cuando todo terminó

- ¿Y os queríais? -ella me miró

- Claro que sí -le cogió las manos a Luís- escúchame atentamente, si estás de novio con otra persona tiene que ser porque la quieres mucho -él asintió- porque al fin y al cabo las novias y novios que tengas siempre te acompañaran a lo largo de tu vida... Su recuerdo siempre estará contigo -nos miramos fijamente durante unos segundos pero decidió romper el contacto visual- Bueno creo que es hora de que vayas a dormir -se levantó Anaju después de un silencio que se formó- mañana tienes colegio y tienes que descansar

- No quiero -se quejó

- Luís haz caso a tu madre -dije y se cruzó de brazos

- Pues llévame a dormir tú -miré a Anaju ante la propuesta de su hijo

- Ves -se rindió- yo mientras recogeré todo esto

- Ya has oído a tu madre -lo cogí como un saco de patatas y me lo llevé a su habitación

Una vez que le puse el pijama, lo acosté en la cama y le arropé cuidadosamente. Apagué la luz menos la de su mesilla de noche y me arrodillé al lado de su cama mientras nos quedábamos mirando.

- Hugo -me cogió de la mano

- Dime

- ¿Cómo te diste cuenta de que amabas a mamá? -me quedé sorprendido ante su pregunta

Le miré fijamente intentando encontrar la respuesta correcta, porque ni yo mismo sabía cuando sucedió, nunca supe cuando me di cuenta de que la amaba.

- Supongo que cuando los dos discutíamos y nos volvíamos locos gritándonos... Yo la seguía viendo igual de perfecta -recordé su cara seria y como se le hinchaba la nariz cuando se enfadaba- Nos peleábamos, pocas veces, pero tu madre y yo lo hacíamos. -nos reímos- Y cuando lo hacíamos yo me quedaba empanado mirándola y pensaba "es la mujer de mi vida" -sonreí nostálgicamente- te das cuenta de que amas realmente a alguien cuando te lastima y tú aún así sigues pensando que es la persona más grandiosa del mundo -él me escuchaba atentamente- porqué así es el amor; el acto más bonito pero también el más violento

- ¿Y yo cómo sabré cuando alguien es la persona indicada? -acaricié su pelo

- Porque un día alguien te abrazará y todas las partes rotas de tu alma se juntarán de nuevo

- ¿Tú eso lo sentiste con mamá?

- Nunca lo he dejado de sentir

Él sonrió ante mi contestación, le di un beso, apagué la lampara de la mesilla y sin hacer mucho ruido me fui hacia la cocina. Justo cuando salí vi a Anaju esperando al lado de la puerta, ella al ver como salía no tardó ni un segundo en besarme, estuve sorprendido pero no tarde en corresponderle el beso.

- ¿Has oído la conversación? -pregunté con nuestras bocas rozándose

- Sí -asintió y sonrió con una pequeña lágrima por su mejilla- quédate a dormir

Limón y Sal // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora