Yeosang limpio sus manos con un paño quitando todo rastro de pintura de sus manos, levantándose del banco tomó al pequeño conejo entre sus brazos para ir a la sala, Seonghwa hablaba con una chica, parecían ser cercanos, delante de ella había un pequeño niño de mejillas rellenitas.
— Gracias, eres el mejor, mañana vendré por jeongin a primera hora, te agradezco mucho, no tienes idea, bien — la hermana mayor de Seonghwa tomo los hombros de su hijo, el pequeño niño la miró con una linda sonrisa — Cariño, mami y papi tienen una urgencia, ¿prometes comportarte con el tío Seong hasta mañana? —
— Sí mami, seré un buen niño — jeongin abrazo a su madre, dejando un pequeño besito en la mejilla de esta. Jiho se despidió de ambos, dejando un beso en los cabellos de su hijo, también dándole algunas indicaciones a Seonghwa sobre los medicamentos de jeongin y comidas que el pequeño no podía comer.
Luego de esto, ella agitando su mano se despidió de su hermano y de su hijo en brazos del pelinegro junto a sus cosas. Seonghwa cerró la puerta del lugar, encontrándose a Yeosang, con kangie en sus brazos.
— ¿Estuviste ahí todo este rato? — preguntó el mayor con una sonrisa, Yeosang asintió, acercándose a ellos. Jeongin se sentó en el sofá junto a su peluche — El es jeongin, mi sobrino — dijo al ver que Yeosang miraba al menor con una sonrisa, enternecido.
Yeosang se sento junto al niño, este lo miró, y luego al animal en sus brazos, jeongin se acercó a Yeosang curioso.
— Hola jeonginnie, bienvenido — Yeosang sonrió, el niño también lo hizo, su orbes eran oscuros, y su sonrisa era tan linda, Seonghwa quitó el cabello de los ojos del pequeño niño — Me llamo Yeonsang, y me gusta pintar, ¿Y a ti? — el niño infló sus mejillas.
— Me gusta comer pudin — dijo alzando sus brazos, haciendo a ambos mayores reír, el niño miró al conejito — ¿Puedo tomarlo, Yeosang hyung? — dijo el pequeño, Yeosang asintió dándole con cuidado el pequeño animal peludo.
— ¿Cuántos años tienes, jeonginnie? — Yeosang acarició los cabellos del menor, quién se apoyo en él, mientras jugaba con el pequeño animal.
— Tengo cinco añitos — dijo mostrando la palma de su mano. Yeosang sonrió ampliamente, sus mejillas se abultaron, entonces Seonghwa sonrió apretando una mejilla de Yeonsang y la otra de su pequeño sobrino, ambos se quejaron.
— Bien, ¿Qué tal si vamos por un helado? — preguntó Seonghwa, el menor dio un saltito de emoción, con kangie entre sus pequeños brazos.
— ¡Sí!, ¡Vamos, vamos! — dijo caminando hacia la puerta, pero Seonghwa lo detuvo de inmediato, el pequeño se detuvo girandose con un puchero — ¿¡Por qué nos detenemos tío seong?!? — el pequeño corrió con dificultad el cabello de sus ojos.
— No podemos salir con Kangie — el pequeño miró al conejito confundido.
— Sí, así se llama, no podemos ir con el, debes dejarlo en su casita — el menor se acercó, avergonzado hacía el mayor.
— Yeosang hyung — el menor le entregó a penas el animalito a Yeosang, con pucheritos, el nombrado se agachó a la altura del jeongin con una adorable sonrisa.
— Cuando llegues puedes jugar con Kangie, ¿Sí?, todo el tiempo que quieras — el menor asintió emocionado por las palabras del mayor. Yeosang caminó hacia su habitación, dejando a Kangie sobre su cama, pero este se bajó, comenzando a caminar y saltar por el lugar. Yeosang rió bajito, para luego salir de esta.
— ¿Estas listo? — pregunto Seonghwa, tomando la mano de jeongin, Yeosang lo miró confundido.
— Iras con nosotros, Yeosannie — Seonghwa vio las mejillas de Yeonsang sonrojarse, esperando a que el menor lo mirara.
— Déjame ponerme algo más lindo — dijo Yeonsang, dándose la vuelta, más Seonghwa tomó su mano, sonriendole.
— Estas lindo así, siempre lo estás, ¡Bien vámonos! — dijo con una amplia sonrisa, jeongin festejo, entonces los tres salieron de la residencia en dirección a la heladería.
Seonghwa no soltó la mano de Yeosang y de jeongin en ningún momento, el pequeño iba bastante concentrado en no pisar las líneas del suelo y Yeosang estaba lo suficientemente avergonzado para ver al mayor.
Al llegar al la heladería jeongin corrió hacia el mostrador, viendo todo tan colorido, la chica que se encontraba los atendió de inmediato, no había muchas personas en el lugar.
Al tener los helados decidieron sentarse en una de las mesas, jeongin le hablaba a Yeosang sobre su escuela y sobre su mejor amigo, Seonghwa miraba a Yeosang con ojos soñadores, entonces tomó su mano entrelazando sus dedos apoyándolas sobre su pierna, Seonghwa pensó en lo lindas y suaves que eran las manos de Yeonsang, disfrutó el calor que la mano del menor le proporcionaba.
— ¿Cuál es tu color favorito, jeonginnie? — el niño lleno sus mejillas de helado, hablando con dificultad.
— ¡El rosa! — dijo animadamente, luego un puchero se formó en sus labios.
— ¿Que ocurre, pequeño? — preguntó Seonghwa. Yeosang se acercó más al pequeño, entonces el mayor hizo lo mismo.
— Mis compañeros siempre se ríen de mí, dicen que ese es un color de niñas — el pequeño se detuvo para comer más helado — pero mi papi y mi mami dicen que el rosa es un color muy bonito, y que los niños también pueden usar el rosa, ¿Verdad? —pregunto el niño, a lo que los dos mayores asintieron.
— Claro que sí, los colores no son de niñas ni de niños, son colores, y todos son hermosos — Yeosang le sonrió al pequeño, acariciando su cabello — ¿No es así, Seonghwa hyung? — ambos miraron al nombrado, quién asintió algo desconcertado.
— Así es cariño, bien, terminemos, se está haciendo tarde y estoy seguro que el tío Yunho y el tío Mingi querrán ver películas contigo — El niño asintió frenéticamente, terminando su helado al igual que los dos mayores. Yeosang no podía olvidar el cómo el mayor le había llamado, más pensó en que no debería tomarle mucha importancia.
jeongin es lindo