Yeosang tomó su móvil del escritorio, el cual vibraba, al ver el nombre por el cual le había agendado a su madre, no dudo en contestar, saludándole enérgicamente.
— Dulzura, ¿Como va todo por allá? — preguntó la señora Kang.
— ¡Bien!, pronto comenzaran las clases, estoy un poco nervioso, bah, los hyung aquí son muy lindos, y amables conmigo — agregó sentándose en su cama.
— Me alegro tanto cariño — dijo con dulzura la señora kang, feliz de que su hijo esté cómodo en aquel lugar, y que haya hecho nuevos amigos — Oh, hijo, también llamaba por que yo y papá necesitamos que te lleves a kangie contigo por unos días — Yeosang abrió desmesuradamente sus ojos, ¿Qué haría?, solo esperaba que sus hyung no tuvieran algún inconveniente en que su ponponcito se quedara con ellos por unos días — Necesitamos hacer un viaje, fue bastante imprevisto — La señora kang sonaba apenada.
— ¡Claro que sí mamá!, sabes que extraño mucho a kangie. No será ningún problema, así que no debes preocuparte — la adorable sonrisa que se había formado en los rosados labios de Yeosang, era tan linda, que Hongjoong chilló al verla cuando entró a la habitación — Bueno mamá, debo irme, ¡Nos vemos en unos minutos! — dijo despidiéndose, para luego cortar la llamada y darle la bienvenida al mayor.
— ¿Con quién hablabas? — preguntó Hongjoong, curioso, mientras se sentaba sobre las piernas de Yeosang, abrazándolo.
— Hyung — lo llamó Yeosang, tímidamente, ocultándose en el suéter de Hongjoong, el mayor acarició los cabellos del menor — d-debo cuidar a mi m-mascota, será p-por unos días, ¿Puedo traerlo? — preguntó, esperando que la respuesta de su hyung fuera positiva, y así fue.
— Claro, mientras no haga muchos destrozos, está bien — dijo sin muchos inconvenientes, y es que a él no podía importarle menos.
— ¡Gracias hyung! — dijo aliviado. Hongjoong se levantó de sus piernas y revolvió el cabello del menor, diciéndole que tomaría un baño.
Luego de que el mayor saliera de la habitación, Yeosang festejo, emocionado, luego de textear a su madre, salió de esta, topandose con Seonghwa. El mayor no alcanzó a decir ni una palabra, ya que Yeosang ya se había lanzado sobre él, dándole un gran abrazo de oso.
— Lindo, ¿Ha pasado algo en especial? — preguntó Seonghwa, dejando un beso sobre la mejilla de Yeosang, quien le respondió dándole muchos más.
— ¡Sí!, kangie, mi mascota vendrá de visita por unos días — la sonrisa de Yeosang era tan linda, Seonghwa no podía hacer más que abrazar la cintura de Yeosang, mientras besaba sus mejillas.
— ¡Eso es bueno!, ¿Qué ha dicho Hongjoong? — Seonghwa acarició las mejillas del menor, los rasgados ojos de Yeosang se hicieron cada vez más pequeños, mientras sus mejillas se abultaban a causa de la sonrisa en sus labios.
— Dijo que estaba bien — Dijo abrazándose a Seonghwa. El mayor sonrió, atrayendo suavemente a Yeosang hacia su pecho, Yeosang lograba confundirlo, los sentimientos que el mayor tenía relacionados amorosamente por San, su compañero de trabajo, comenzaban a difuminarse, cada vez se sentía más confundido por Yeosang, y es que, el chico había robado toda su atención y cariño en tan solo semanas.
Una bocina sonó fuera de la residencia, entonces Yeosang dio un salto, corriendo hacía la ventana, mientras Seonghwa le decía que no corriera de esa forma, ya que era peligroso. Ambos chicos se asomaron por el umbral de la ventana, y en efecto, los padres de Yeosang habían llegado.
— ¡Bajaré! — Gritó Yeosang, colocandose los zapatos con apuro, Seonghwa rió suavemente, Yeosang era una dulzura.
Los padres de Yeosang bajaron del auto, dándole un gran abrazo, preguntando cómo estaba, y asegurándose de que comiera correctamente, luego de unos minutos, Yeosang tenía a kangie entre sus brazos, mientras en la otra llevaba sus cosas. Se despidieron con apuro, ya que los señores kang iban algo retrasados.
彡❁
Seonghwa y Yeosang jugaban con el pequeño conejo en la habitación del mayor, luego de unos minutos, kangie parecía cansado, así que seonghwa lo alimento para que así, el pequeño peludo tomará su sienta sobre el pecho de Yeosang.
— ¿Podemos quedarnos con el por unos meses? — preguntó Seonghwa, recostado al lado de Yeosang, acariciando la cabecita del conejo.
— Comenzarán las clases y no quiero que kangie este solo en casa — susurró apenado Yeosang, y sí, por más que quisiera quedarse con kangie, el pequeño conejo necesitaba un espacio más amplio, como un patio, en dónde pudiera saltar, era esa una de las razones por las que estaba en casa de sus padres.
— Es una pena — dijo el mayor, con un puchero sobre sus labios. Yeosang se acercó dejando un beso sobre la mejilla del mayor.
— No este triste hyung, ¡Tenemos días suficientes para estar con kangie! — dijo intentando animar al mayor.
— Tienes razón, lindo — Seonghwa apretó una mejilla de Yeosang, para luego recostarse junto con kangie en el pecho del menor.
— ¿Una siesta? — susurró Yeosang, bostezando, Seonghwa asintió.
— Una siesta — respondió acomodandose junto a Yeosang y kangie, y así abrazar a ambos. Se sentía tan cálido, Seonghwa pensaba en que le gustaría estar así, por siempre.
besito>>