La hermana de Nath Campos | Juan Pablo Villamil y tú |

Es una caja de sorpresas.

Todo mi Instagram explotó después de anoche. Desperté porque mi celular no dejaba de vibrar, creí que me estaban llamando, pero eran notificaciones de Instagram. Tomé mi celular y revisé Instagram. Tenía muchas notificaciones de nuevos seguimientos y para que hablar de los directs, una cantidad inimaginable. Los leí a la rápida y como era de suponer, unos nos deseaban suerte y otros, cosas muy malas, mas bien, me decían a mi cosas muy malas. Que me estaba aprovechando de la fama de Villa y muchas cosas similares.

-¿Qué pasó? -me preguntó Villa despertando.

-Lo que era de suponer -dije mostrándole Instagram. -Pero da lo mismo -dije bloqueando el celular y acomodándome a su lado.

-¿Está segura? -me miró preocupado.

-Sip -le sonreí. -¿Salgamos a almorzar antes de juntarnos con los demás para viajar? -hizo un puchero. -Que perezoso, vamos, levántate -me senté en la cama para que se moviera. Después de una larga lucha con Juan Pablo -y también ducha- nos vestimos, dejé lista mi maleta y salimos a comer. Tras insistirle mucho, aceptó comer en un restaurant vegetariano.

-Me sorprendió -dijo comiendo de su hamburguesa. Era de garbanzos, con tomate, lechuga, rucula y mayonesa hecha de vegetales. La mía era de porotos negros, guacamole y tomate. Odio el garbanzo.

-Te dije que eran buenísimas -hace un tiempo, viajamos con Pablo, Nath y mi mamá y bueno, mi mamá que es loca por probar cosas nuevas nos trajo acá, quedó como uno de nuestros restaurantes favoritos.

-Igual necesito carne -dijo poniendo una cara extraña.

-Llegando a México pedimos tacos para que seas feliz, ¿te parece?

-Me encanta -guiñó. Después de media hora terminamos de comer y fuimos a mi hotel a buscar mi maleta.

-¿Te vas a quedar en el depa conmigo? -le pregunté cuando entramos a su hotel.

-No quiero molestar a Nathalia -dijo frunciendo los labios, íbamos subiendo las escaleras.

-Dudo que Nath se moleste, aparte, estuve viendo departamentos para cambiarme y creo que voy a aprovechar de hacerlo cuando estés en España

-¿En serio? -me sonrió. -¿Y me va a permitir dejar mis cosas ahí? ¿Y quedarme ahí cuando tenga que trabajar acá?

-Si po, en parte, esa es la idea principal de cambiarme, que tengamos nuestro espacio -dije arrugando la nariz. Me daba vergüenza. Me miró sonriendo. -¡No me mires así que me da vergüenza! -lo golpeé en el brazo.

-Es que es muy tierna -besó mi frente. Giré los ojos y golpeé la puerta de la habitación de Isaza, que antes compartía con Villa. Abrió la puerta y escuché la canción que estaba escuchando, "Te amo" de Piso 21 y Paulo Londra, el ultimo, mi placer culpable.

-Que es un bombóm, que es mi ilusión, que siempre fue la bella del salón -canté mientras entrabamos. Ambos me miraron, al parecer sorprendidos. -¿Qué?

-Usted es una caja de sorpresas -me dijo Isaza riendo. -Una cajita -dijo burlándose. Le levanté el dedo del medio.

-Necesito ver su Spotify -dijo Villa. -Hay mucha música que no sabía que le gustaba

-Paulo Londra es mi placer culpable -me encogí de hombros. -No pensé que te gustara -miré a Isaza.

-Salió en la playlist -se encogió de hombros. Me tiré a una de las camas, yo estaba lista, faltaban ellos. Saqué mi celular y grabé una instastorie, donde se veía a ambos ordenando las maletas. En el aeropuerto nos despedimos de los chicos que iban a Colombia, Pedro, Isa, Marto y Laura. Nath, Simón, Juan Pablo y yo, íbamos a México.