La hermana de Nath Campos | Juan Pablo Villamil y tú |

¿Qué estás haciendo acá?

-Fue hermoso tocar ahí -dijo Simón emocionado. Estábamos sentados en el living comiendo cabritas mientras escuchábamos a Simón contarnos como les fue en un concierto en España. Había pasado casi dos meses desde que dejé de contactarme con Juan Pablo. Todos sabemos por qué.

-Épico -dije sonriendo. -Te felicito cuñado

-Gracias cuñada -me guiñó el ojo, reí porque siempre nos tratábamos de "cuñado/a". Tocaron el timbre. Saqué un puñado de cabritas antes de pararme.

-¡Tenemos que salir a celebrar! -gritó Nathalia ya que me estaba alejando de ellos para abrir la puerta.

-¡Buscas cualquier excusa para salir a beber! -dije riendo. Comí una cabrita y abrí la puerta. La sonrisa en mi cara se desvaneció rápidamente. -¿Matías? -vi a mi ex novio parado, sonriéndome nervioso. -¿Qué haces acá? -pregunté nerviosa.

-¿Quién es? -dijo Nathalia llegando a mi lado. -¡Matías! ¿Cómo estás? -dijo abrazándolo. Cerré los ojos, me sentía mareada y tenía ganas de vomitar. -Ven pasa

-Nath -dije despacio. Ella me miró nerviosa. Yo no quería que el entrara.

-¿Vienes a conversar con ella? -le preguntó a Matías. El asintió. -Saldremos para que puedan conversar -dijo mirando a Simón que tecleaba rápidamente en su celular. -Simón, vamos

-Si, vamos -dijo nervioso. Siguió a Nathalia y ambos salieron del departamento.

-¿Qué estás haciendo acá? -le pregunté.

-Vine a verte -escuché su voz y sentí escalofrío.

-En serio -dije riendo sin ganas.

-Vine a una reunión con Cruz Azul -dijo sonriendo. -Pero antes de tomar alguna decisión quise venir a hablar con vos

-¿Una decisión sobre que? -le pregunté sin entender.

-Me hicieron una oferta re buena y la voy a tomar solo si volvemos a estar juntos - ¿dije que tenía nauseas? Ahora siento el vomito a punto de salir. Sentí mis ojos llenarse de lágrimas.

-No te imaginas cuanto me gustaría tenerte acá y que estemos juntos -dije llorando. -Pero no se puede, no es justo que dejes todo lo que tienes en Chile y la cercanía con tu familia por estar conmigo, que dejes lo que te hace feliz por mi, que dejes tu equipo -suspiré. -Mati no es justo

-Yo no soy feliz sin vos -me mató. Comencé a llorar con las manos en mi cara, sentí sus brazos alrededor mio. Estuvimos abrazados harto tiempo, creo que ambos nos necesitábamos.

-Mati -lo miré. -Yo te amo -me sonrió. -Y por lo mismo no puedo ser tan egoísta y hacerte venir a jugar acá -me miró serio. -Quiero que tomes la decisión por ti, no por mi, por lo futbolístico, por como te sientas en todos los aspectos, pone en una balanza lo bueno y lo malo que venir acá te traería -se quedó en silencio mucho tiempo.

-Tenés razón -dijo sonriendo de lado. -Pero ¿Podemos pasar el tiempo juntos hasta que me valla?

-Bueno -dije riendo. -Prométeme que cuando vuelvas a Chile me vas a dejar atrás y vas a rehacer tu vida -lo miré. Era necesario que ambos saliéramos de este estancamiento.

-¿Vos harás lo mismo? -me preguntó. Asentí. -Pero no quiero que perdamos el contacto, al menos quedemos como amigos

-Yo tampoco quiero, pero creo que es necesario que no hablemos, al menos no en un principio porque si seguimos en contacto, no se nos hará fácil dejarnos atrás -dije sin ganas.

-Dale -dijo estrechando su mano con la mía. - ¿Su remember? -dijo riendo coqueto.

-Ya, te pasaste -dije parándome y riendo. Seguía siendo el mismo argentino juguetón que me encantaba.

-Ya vení -dijo riendo mientras me tiraba de la mano hacia el.

-¿Cuándo te vas? -le pregunté abrazándolo.

-Mañana ¿Te querés quedar conmigo en el hotel? -me preguntó haciendo un puchero. Lo miré entrecerrando los ojos. -Daaale quedáte conmigo

-Ya bueno, pero que conste que será la última vez -lo miré.

-La despedida -dijo sonriendo. Haciéndome sonreír. -Me dio hambre, vamos a comer -se levantó.

-Ya, voy a buscar una chaqueta -me separé de el y caminé a mi habitación. Estaba usando un jean negro, una polera negra de Iron Maiden y bototos. Saqué una chaqueta de cuero y me la puse, me puse perfume y cuando iba a salir, Nathalia entró a la habitación.

-¿Vas a salir con él? -me preguntó impresionada. - ¿Volvieron?

-Vamos a salir a comer -dije tranquila.

-¿Y que pasó con Villa? -dijo preocupada.

-Tu sabes lo que pasó con el, no te hagas la loca -dije aburrida.

-¿Vas a dejar lo que tenías con Villa por volver con tu ex novio que vive en Chile?

-Nathalia, no estoy volviendo con mi ex novio, solo nos estamos despidiendo y con Juan Pablo no hay nada, ni lo hubo, el lo dejó claro en Colombia -me encogí de hombros.

-Sabes que no quiso decir eso

-Natsi, lo hizo -la miré. -No intentes excusarlo porque no va a funcionar -abrí la puerta y salí. Matías conversaba con Simón. -¿Vamos? -lo miré.

- ¿No van a ir a celebrar con nosotros? -preguntó Simón. Miré a Matías.

-Nos invitó a celebrar con ellos -dijo Matías.

-¿Y quieres ir? -le pregunté ya que le prometí pasar tiempo con el mientras estuviera acá y no iba a obligarlo a salir con los chicos.

-Si vos querés ir vamos, te acompaño -dijo sonriendo.

-Ya dale vamos -le sonreí. -Pero iremos a comer ahora, así que me mandan la ubicación cuando sepan a donde irán -miré el reloj y eran cerca de las 9 de la noche.

-Ya, yo te la mando -dijo Nath. Nos despedimos y salimos. Entramos al ascensor.

-¿Me podés responder algo? -me preguntó. Asentí. -¿Tuviste algo con el pibe de Morat? -tragué saliva. Sabía que se iba a enterar. Asentí mordiéndome el labio. -¿Y que pasó? ¿Por qué ya no están juntos?

-Uy es una historia un poco latera -sonreí de lado. -Te la cuento cuando estemos comiendo -le sonreí.

-Bueno 

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<3 

Camila.